George Patton
Publicado: 05 03 2011 22:55
George Patton
George Smith Patton Jr.

George Patton fue uno de los mejores estrategas y quizás el mas carismático de los militares del siglo XX. Fue el general occidental más temido por los oficiales alemanes durante la Segunda Guerra Mundial y aunque su figura sigue siendo motivo de discusiones y malentendidos, nadie duda de la importancia de su aportación a la causa aliada en la Segunda Guerra Mundial.
Primeros años
George Smith Patton Jr. nació el 11 de noviembre de 1885 en el pueblo de San Gabriel, en el estado de California. Era hijo de una acaudalada e influyente familia. El padre de Patton, un conocido abogado, quiso dar a su hijo una sólida educación en la que la literatura clásica y la historia fueron las protagonistas. Patton creció escuchando relatos como la Ilíada y la Odisea de Homero, así como las sagas de Macaulay sobre la antigua Roma y los relatos de aventuras de Kipling. Disponía de una memoria prodigiosa, y podía recitar la Biblia de memoria. A pesar de su gran inteligencia, no fue capaz de aprender a leer hasta los nueve años y comenzó a ir al colegio a los 11, una vez superados los problemas de lectura. Lo más probable es que Patton sufriese de dislexia, un mal que no fue diagnosticado en su infancia.Tanto su padre como su abuelo habían asistido al Instituto Militar de Virginia, donde era profesor el favorito de Patton, el General de la guerra Civil estadounidense Thomas "Stonewall" Jackson. Su abuelo había luchado como Coronel en el ejército confederado y había fallecido en la batalla de Cedar Creek, en 1864. La bala que se le extrajo estaba enmarcada y presidía la sala de estar de la familia, un icono que Patton veneraba.
A los 10 años, Patton decidió que quería dedicarse a la carrera militar y convertirse en un general famoso. Así, paso el resto de su infancia aprendiendo las cosas que creía que un gran general debía saber. Esta fijación en el logro de sus objetivos se mantendría durante toda su vida. Mientras estudiaba en el colegio, transmitió a su padre la intención de ingresar en la academia de oficiales de West Point.
Carrera militar
Tras verse obligado a estudiar un curso en la misma escuela militar que su padre, logró finalmente entrar en West Point. En la academia destacó en la práctica de varios deportes, entre ellos el fútbol americano y la hípica. Su graduación de West Point se retrasó un año debido a sus malos resultados en matemáticas, aunque despuntó en las demás asignaturas, demostrando ya su especial talento militar, lo que le valió ser nombrado adjunto del cuerpo de cadetes de la academia. Finalmente se graduó en 1909 con el rango de Teniente, y eligió el arma de Caballería, sin duda viéndose al frente de una carga a caballo contra sus enemigos.Tras la graduación se casó con Beatrice Ayer, hija de un acaudalado industrial que había conocido durante los años de estudio en la institución militar. En el transcurso de los dos años siguientes Patton cultivó su amor a los deportes, convirtiéndose en el mejor jugador de Polo del ejército estadounidense.

A pesar de mantenerse ocupado, lo único que deseaba Patton era entrar en combate. En 1915 fue trasladado al Fuerte Bliss, en la frontera con México, donde efectuó varias patrullas de caballería a lo largo de la frontera. En 1916 tuvo la oportunidad que esperaba, siendo asignado como ayudante del General Pershing en la expedición punitiva contra Pancho Villa en México. En el transcurso de un enfrentamiento durante la expedición, Patton mató al General Cárdenas, jefe de los guardaespaldas de Villa, y a otro rebelde que se le enfrentó, con su revolver Colt de simple acción que había adquirido en 1915. Fue este revolver de cachas de marfil el que se asociaría con la figura del Patton durante la Segunda Guerra Mundial. Tras la expedición y como resultado de dicha acción fue ascendido a Primer Teniente.


La Primera Guerra Mundial
Cuando Los EE.UU. declararon la guerra a Alemania, el General Pershing se acordó del valeroso oficial que había sido su ayudante en México y le pidió ser miembro de su Cuartel General, ascendiéndole a Capitán. Tras su llegada a Francia, Patton solicitó ser trasladado a un puesto de combate. Su petición fue atendida, y Patton fue asignado al recién creado cuerpo carros de combate. Con su habitual ímpetu, Patton alcanzo el triunfo, junto a sus colegas británicos, en la batalla de Cambrai (Francia), uno de los primeros enfrentamientos entre carros de combate. Poco después asistió a un curso para carristas del ejército francés. En ese periodo Patton fue ascendido hasta el grado de Teniente Coronel. Los carros liderados por Patton eran los encargados de efectuar misiones de reconocimiento. En una de las que tuvo lugar durante la batalla de St. Mihiel, Patton, presagiando sus famosos avances de la siguiente contienda, penetró profundamente entre las líneas enemigas con los primitivos carros de combate Renault dejando atrás a la infantería y desconcertando a los alemanes, acción por la que fue condecorado con la Estrella de Plata. Con sus recién adquiridos conocimientos , Patton organizó la escuela de carros de combate estadounidenses en Langres (Francia) donde entrenó a un total de quinientos alumnos. 
Tras pasar un periodo de tiempo destinado en Hawai, Patton fue asignado al fuerte Myer, en Virginia a finales de los años treinta. Poco después del comienzo de la guerra relámpago que los alemanes desataron en Europa en 1939, Patton pudo convencer finalmente al Congreso de la necesidad de contar con unas potentes divisiones blindadas. Tras su aprobación, Patton fue ascendido a general de brigada y puesto al mando de la brigada blindada. Esta brigada creció hasta convertirse en la 2ª división blindada, y Patton fue ascendido a General. A medida que las fuerzas acorazadas crecían, Patton fue a su vez asumiendo mayor responsabilidad, siendo nombrado comandante del 1er Cuerpo blindado. Patton estableció el Centro de Entrenamiento en Desierto en Indio, California.
La Segunda Guerra Mundial
Tras la declaración de guerra a los EE.UU. por parte de Alemania en diciembre de 1941, se decidió que la primera intervención de las fuerzas estadounidenses en la contienda sería en el norte de África. La denominada operación Torch contaría con desembarcos en Marruecos y Argelia. Patton fue trasladado al desierto para que los miembros del cuerpo de carros se entrenasen en un entorno similar al que tendrían que luchar. 

En Abril de 1943, Patton fue nombrado comandante del recién creado 7º Ejército estadounidense. Nuestro personaje comenzó rápidamente el entrenamiento de sus hombres para la invasión de Sicilia (Italia). La invasión tuvo lugar el 9 de julio de 1943 y Patton recibió el encargo de liberar la parte occidental de la isla, mientras que el Octavo Ejército británico del general Montgomery fue el encargado de tomar la parte oriental. Ambos generales se conocían desde la campaña de África, y su rivalidad personal y profesional fue una constante a lo largo de la contienda. Bajo el liderazgo de Patton, el 7º Ejército logró salir de la cabeza de playa y en un rápido avance, se adelantó a los objetivos marcados, capturando Palermo y Messina antes que su rival Montgomery.

En enero de 1944, Patton fue enviado a Inglaterra para hacerse cargo del 3er Ejército, con la promesa de comandarlo en la próxima invasión del continente europeo en las playas de Normandía (Francia). Patton se puso manos a la obra y sometió a sus hombres a un duro entrenamiento. Sin embargo, no iba a desembarcar en Francia con las primeras oleadas, ya que el mando tenía otra misión para él. Fue enviado al norte de Inglaterra para hacer creer a los alemanes que el ataque se produciría más al norte, en el paso de Calais. Una vez que se produjo la invasión, el 6 de junio de 1944, los alemanes siguieron pensando que Normandía no era más que una maniobra de diversión, ya que su mejor General seguía en Inglaterra.


Eisenhower mostró su escepticismo. Indicó a Patton que podía comenzar el ataque el 24 de diciembre. Este se puso de pie y se acercó al gran mapa que presidía la reunión, situado en una de las paredes de la sala. “Señores, esta vez los alemanes han metido la cabeza en una gran picadora de carne. ¡Y yo tengo la manivela en mis manos!”. Los asistentes estallaron en carcajadas. Al terminar la reunión, Patton hizo una llamada a su Cuartel Genera del Tercer Ejército y pidió hablar con su Jefe de estado mayor. Solo pronunció una palabra: “Níkel”. La operación estaba en marcha. El primer ataque comenzó el día 22, tal y como Patton había prometido. Para poder hacerlo, el Tercer Ejército se vio obligado a detener una ofensiva hacia el oeste que acababa de comenzar, recular y girar hacia el norte, comenzando otro ataque hacia el saliente sur del avance alemán. Nunca se había hecho nada igual en la historia militar. Nadie lo había creído posible, excepto George Patton. En solo tres días, el Tercer Ejército logró efectuar la inmensa maniobra.
Los historiadores coinciden en señalar que solo la férrea voluntad de Patton, además de un excelente equipo de oficiales en su cuartel general pudieron realizar esa gesta y hacer que pareciese fácil. Otro de los motivos del impresionante despliegue era que Patton esperaba el ataque. Mientras Eisenhower y los demás generales se encontraban en Londres echándose partidas de cartas y el 1er Ejército se encontraba descansando en el área de las Ardenas, los oficiales de inteligencia de Patton trabajaban duro. Los informes por parte del la inteligencia del Tercer Ejército al cuartel general de Eisenhower que advertían de una posible ofensiva alemana habían sido reiteradamente ignorados. Era imposible que los alemanes pudieran reunir una fuerza de combate eficiente a esas alturas de la guerra, decían, subestimando la capacidad enemiga. Patton, sin embargo, dio la orden a su cuartel general que diseñase dos planes diferentes para el caso de una contraofensiva alemana. Tenía una confianza ciega en sus oficiales de inteligencia y consideraba que eran los mejores del teatro europeo de operaciones.
Cuando Patton abandonó la reunión, no volvió a su cuartel general. En vez de eso, ordenó a su conductor que se dirigiese a las carreteras en las que sabía que sus hombres avanzarían hacia el norte. En medio de sus hombres, dio ordenes de “avanzar sin parar y matar alemanes”. El día 26 de diciembre, la 4ª División blindada estadounidense, hizo los primeros contactos con los soldados que defendían Bastogne. El sitio se había levantado. Los alemanes, mientras tanto, se lanzaron con toda su fuerza contra la ciudad asediada. Era su última oportunidad. Desataron furiosos ataques contra la columna de Patton, en un desesperado intento de cerrar el pasillo que habían abierto hacia Bastogne. A pesar del intenso frío y del estado de las carreteras, los hombres del Tercer Ejército continuaron atacando el flanco sur del saliente enemigo. A finales de diciembre, los alemanes habían logrado retroceder y salvar el poco material que no había sido destruido por los soldados y la aviación aliada. El saliente fue poco a poco retrocediendo hasta que finalmente desapareció.
La ofensiva terminó en una derrota alemana y la ofensiva continuó con las tropas de Patton avanzando hacia el este. Cuando el 3er Ejército liberó el campo de prisioneros de Buchenwald, Patton ralentizó el avance. Consciente de las atrocidades alemanas, instituyó una política que luego se generalizaría en el resto de Alemania, de obligar a los habitantes de los pueblos de los alrededores del campo a ver con sus propios ojos lo que había ocurrido en los campos de prisioneros.


Posguerra y muerte
La victoria en Europa llegó el 8 de mayo de 1945. Pero Patton no estaba dispuesto a dormirse en los laureles. Pidió el traslado al frente del Pacífico para luchar contra los japoneses. La petición fue rechazada, ya que el mando no le gustaba la idea de tener a dos generales tan egocéntricos como Patton y MacArthur en el mismo teatro de operaciones. Volvió a los EE.UU. durante un breve periodo, siendo recibido como un héroe, con desfiles en los que miles de personas le vitoreaban. A su vuelta a Alemania para efectuar labores de ocupación, Patton volvió a enfrentarse con los mandos y con la opinión pública por intentar justificar la designación de conocidos nazis para importantes labores de administración en su zona de ocupación de Baviera (Alemania). Patton tampoco ocultaba su deseo de que los británicos y estadounidenses volvieran a armar a los alemanes para luchar todos juntos contra la Unión Soviética. La polémica obligó a sus superiores a destituirlo del mando de su querido 3er Ejército. Patton había sido un personaje imprescindible durante la guerra, pero sin embargo se había convertido en un elemento incómodo durante la paz. Los mandos no sabían muy bien que hacer con él. 



FIN
A continuación, algunas otras fotos de la trayectoria vital de Patton:






Fuentes:
* War As I Knew It - George S.PATTON, Jr. - Mariner Books, ed. 1995
* NARA National Archives
* Imperial War museum
* Archivos Time-Life
* General George Patton Museum
* Archivo del autor