Se inauguró en el MUNT la exposición de fotos, e imágenes de libros escolares concebidos para formar prejuicios antisemitas en los años 30. Los elementos exhibidos ayudan a entender el proceso que llevó a construir estereotipos para la discriminación.

Un equívoco y discriminador relato del “hongo venenoso” era parte del contenido de los libros escolares en Alemania nazi, a mediados de la década del 30. Cuenta de una madre que lleva al bosque a su hijo para enseñarle a distinguir los hongos comestibles de los venenosos. En la tapa del texto un hongo con cabeza azul, con cara de anciano y la estrella de David anuncia la línea antisemita del texto: “los hongos venenosos son como los judíos, algunos pueden parecer inofensivos y confundirse con el resto, pero no lo son”, dice la madre a su pequeño.
En coincidencia con el 66 aniversario del levantamiento del Ghetto de Varsovia, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) de Tucumán y el Ente Cultural de Tucumán inauguraron ayer la muestra “Marketing de la muerte. La propaganda nazi”, en el Museo de Universidad Nacional de Tucumán (MUNT).
Paneles con fotografías, fragmentos de películas, pósters, caricaturas e imágenes de libros escolares de la época conforman la muestra. “El objetivo es concientizar a la sociedad sobre los efectos de la propaganda nazi y mostrar cómo ciertos mensajes que a simple vista no parecen son, en realidad, antisemitas y buscan destruir a los judíos”, explica Alejandra Schwartz, licenciada en Historia y una de las organizadoras del evento.
Schwartz, que ha sido becaria en el Museo de Shoá en Israel, relata que el público puede ver en “Marketing de la Muerte” dos grandes núcleos de la propaganda nazi: cine y libros escolares. “Son de la época del nazismo. Es material original que circulaba en Alemania a mediados de 1930 y 1940”, afirma.
Mientras señala algunas figuras, el director ejecutivo de la DAIA, Alfredo Wolf, explica el mecanismo que utilizaba el nazismo con los niños. “Se ‘enviaban’ mensajes equivocados a la sociedad para formar prejuicios. En los dibujos, el judío era el narigón, gordo, vestido con pieles, que cuidaba su tesoro, mientras que el ario era un hombre delgado, apuesto y trabajador”, dice, y añade: “sólo esto explica cómo un pueblo culto como el alemán haya querido en algún momento exterminar a los judíos”.
Un fragmento del film “El judío eterno”, es uno de los ejemplos audiovisuales. “Se trata de la comparación de los judíos con las ratas. Muestran la vida en los ghettos, donde pasaban hambre y miseria”, detalla Wolf.
Tortura
“El ejemplo más impactante es la propaganda sobre la operación T4, que se realizó entre el 38 y el 39, en la que el gobierno nazi decidió asesinar a los discapacitados y enfermos mentales de cualquier etnia o religión para conseguir la pureza de la raza aria. Con ellos se probaron las cámaras de gas. Es terriblemente movilizante pensar que un régimen terminó con personas indefensas. Queremos que se entienda que no sólo hubo una persecusión a los judíos sino a también a grupos de homosexuales, de gitanos o a los opositores políticos”, aclaró la licenciada en Historia.
La propaganda fue utilizada por el gobierno de Adolf Hitler y su partido en Alemania en las décadas del 30 y 40. A través de todos los medios de comunicación se llevaba a cabo un proceso de adoctrinamiento masivo. La persecución racial, la humillación, la tortura, la esclavitud y la sistematización de la muerte fueron parte de la estrategia nazi para exterminar al pueblo judío y buscar una supuesta supremacía aria.
“Las imágenes del levantamiento del ghetto e incluso las de campos de concentración dieron la vuelta al mundo; en cambio estas no, y son las que muestran cómo se llegó al ghetto y al campo. La construcción de esas ideas en esa sociedad tiene que ver con la propaganda, y eso motiva esta muestra”, explicó Schwartz.
Lejos de ser material histórico, las imágenes y contenidos expuestos son material que aún circula en páginas web, que se siguen reciclando, y se publican en blogs “con el mismo objetivo que el que tuvo el nazismo: exterminar al pueblo judío”, concluyó.
Fuente: icare.to/En coincidencia con el 66 aniversario del levantamiento del Ghetto de Varsovia, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) de Tucumán y el Ente Cultural de Tucumán inauguraron ayer la muestra “Marketing de la muerte. La propaganda nazi”, en el Museo de Universidad Nacional de Tucumán (MUNT).
Paneles con fotografías, fragmentos de películas, pósters, caricaturas e imágenes de libros escolares de la época conforman la muestra. “El objetivo es concientizar a la sociedad sobre los efectos de la propaganda nazi y mostrar cómo ciertos mensajes que a simple vista no parecen son, en realidad, antisemitas y buscan destruir a los judíos”, explica Alejandra Schwartz, licenciada en Historia y una de las organizadoras del evento.
Schwartz, que ha sido becaria en el Museo de Shoá en Israel, relata que el público puede ver en “Marketing de la Muerte” dos grandes núcleos de la propaganda nazi: cine y libros escolares. “Son de la época del nazismo. Es material original que circulaba en Alemania a mediados de 1930 y 1940”, afirma.
Mientras señala algunas figuras, el director ejecutivo de la DAIA, Alfredo Wolf, explica el mecanismo que utilizaba el nazismo con los niños. “Se ‘enviaban’ mensajes equivocados a la sociedad para formar prejuicios. En los dibujos, el judío era el narigón, gordo, vestido con pieles, que cuidaba su tesoro, mientras que el ario era un hombre delgado, apuesto y trabajador”, dice, y añade: “sólo esto explica cómo un pueblo culto como el alemán haya querido en algún momento exterminar a los judíos”.
Un fragmento del film “El judío eterno”, es uno de los ejemplos audiovisuales. “Se trata de la comparación de los judíos con las ratas. Muestran la vida en los ghettos, donde pasaban hambre y miseria”, detalla Wolf.
Tortura
“El ejemplo más impactante es la propaganda sobre la operación T4, que se realizó entre el 38 y el 39, en la que el gobierno nazi decidió asesinar a los discapacitados y enfermos mentales de cualquier etnia o religión para conseguir la pureza de la raza aria. Con ellos se probaron las cámaras de gas. Es terriblemente movilizante pensar que un régimen terminó con personas indefensas. Queremos que se entienda que no sólo hubo una persecusión a los judíos sino a también a grupos de homosexuales, de gitanos o a los opositores políticos”, aclaró la licenciada en Historia.
La propaganda fue utilizada por el gobierno de Adolf Hitler y su partido en Alemania en las décadas del 30 y 40. A través de todos los medios de comunicación se llevaba a cabo un proceso de adoctrinamiento masivo. La persecución racial, la humillación, la tortura, la esclavitud y la sistematización de la muerte fueron parte de la estrategia nazi para exterminar al pueblo judío y buscar una supuesta supremacía aria.
“Las imágenes del levantamiento del ghetto e incluso las de campos de concentración dieron la vuelta al mundo; en cambio estas no, y son las que muestran cómo se llegó al ghetto y al campo. La construcción de esas ideas en esa sociedad tiene que ver con la propaganda, y eso motiva esta muestra”, explicó Schwartz.
Lejos de ser material histórico, las imágenes y contenidos expuestos son material que aún circula en páginas web, que se siguen reciclando, y se publican en blogs “con el mismo objetivo que el que tuvo el nazismo: exterminar al pueblo judío”, concluyó.