El campo de concentración de Auschwitz-Birkenau es hoy Patrimonio de la Humanidad y el robo de artículos que forman parte de la exposición sobre el Holocausto que alberga su museo está penado con hasta diez años de prisión.
Los objetos que los dos adolescentes intentaron sustraer fueron encontrados décadas atrás en un barracón que se usaba como almacén para las pertenencias de los prisioneros que eran enviados a Auschwitz.
Cada año se producen intentos de robo de artículos del museo del campo de concentración, aunque el más llamativo tuvo lugar en 2009, cuando unos desconocidos sustrajeron en plena noche el cartel que preside la entrada de la puerta principal del recinto con el lema «Arbeit Macht Frei» («El trabajo os hará libres»). En aquella ocasión la policía logró dar con el cartel, que había sido desguazado en varias piezas para facilitar su traslado, y detuvo a los autores del robo.
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