La moda británica durante la Segunda Guerra Mundial

Banco de noticias de actualidad sobre la Segunda Guerra Mundial

Moderador: abhang

Responder
Avatar de Usuario
LewisNixon
Subteniente
Subteniente
Mensajes: 775
Registrado: 05 07 2013 21:40
País 2GM: USA
Zona/Región: Europa
Ubicación: Valparaíso, Chile
Ejército favorito: 02 US Army

La moda británica durante la Segunda Guerra Mundial

Mensaje por LewisNixon »

Documentales, libros y películas han retratado la vida de los europeos durante la Segunda Guerra Mundial. Una exposición en el Imperial War Museum muestra otra arista del conflicto bélico: la vestimenta de los británicos y el racionamiento que se vivió en esos años.
Imagen
El Imperial War Museum, de Londres, está desarrollando una intensa agenda para conmemorar los 70 años del fin de la Segunda Guerra Mundial. Un episodio importante que afectó a toda la población inglesa fue el racionamiento en la vestimenta que impuso el gobierno desde 1941 -extendiéndose hasta 1949- y que significó cambios en un área sensible para la cultura británica: la moda.

"Al inicio de la guerra, mucha gente estaba preocupada de que el conflicto significaría el término de la moda. Incluso la producción de ropa se restringió severamente y solo podían comprar prendas en cantidades muy limitadas. El deseo de vestirse bien no desapareció y las personas encontraron formas creativas de lograrlo. La apariencia personal era una de las pocas cosas que aún podían controlar y se volvió algo muy importante para ellos", cuenta Laura Clouting, historiadora y curadora de la muestra "Fashion on the ration", que actualmente se exhibe en el Imperial War Museum hasta el 31 de agosto.

"La Segunda Guerra fue profundamente destructiva, por lo que es vital que miremos hacia atrás y tratemos de entender sus consecuencias en el corto y largo plazo", sentencia Clouting. Y agrega: "La exposición observa específicamente el impacto de la guerra en el 'frente del hogar', mostrando cómo esta afectó la vida de los civiles británicos que no fueron a combatir".

"Fashion on the ration" cuenta con seis secciones, ordenadas cronológicamente, que van abordando diferentes temáticas de la vida en Reino Unido y el sentido de identidad que demandaban diariamente. Así se van entendiendo las razones que llevaron a los británicos a usar uniformes, aplicar la moda funcional y adoptar medidas drásticas desde el gobierno como el racionamiento y la campaña del "Make-do and Mend".

En la segunda parte, la colección se centra en los años posteriores a 1942 para comprender cómo se desarrolló el esquema de la ropa utilitaria y la importancia que la gente le dio a la belleza, viéndola como un deber que debían ejecutar en cada momento de sus vidas. Al final del recorrido, y como conclusión, se explica la moda tras el término de la guerra en 1945. "Incluso el racionamiento de la ropa continuó de la misma manera hasta 1949", confiesa Laura Clouting.

Ropas, uniformes y otros objetos como cartas, videos y fotografías muestran cómo la guerra influyó en lo que la gente usaba durante esa década. "Uno de los ítems más extraños eran los bolsos de mujer, que tenían un compartimiento especial para la máscara antigás", sostiene.

Desde 1939, más de 40 millones de máscaras antigases fueron distribuidas en Reino Unido. "Se aconsejó a la gente llevarla en todo momento. Por lo general estaba en una caja de cartón con una cuerda para llevarla sobre el hombro. Las empresas rápidamente idearon una solución más atractiva. Así surge esta 'moda funcional' que se comercializaba durante la guerra", aclara.

"Coser y remendar"

Un año después del inicio de la guerra, el gobierno británico comenzó una campaña de racionamiento de alimentos. Pero fue el 1 de junio de 1941 cuando esta misma medida se vio en la vestimenta a través de los cupones de racionamiento. Laura Clouting explica el desarrollo de esta intervención: "Durante el racionamiento se podía canjear ropa usando una combinación de cupones y monedas. Al principio, cada persona tenía 66 cupones de ropa por año, lo que equivalía a una tenida completa".

Al circular por las salas de la exposición, se observan aquellos afiches publicitarios que crearon las entidades gubernamentales para que la población adoptara las medidas. "Make-do and Mend" (Coser y remendar) fue la consigna que introdujo la Oficina de Comercio británico en 1942, un año después del uso de cupones.

Así se incentivó a la gente a ahorrar materiales y recursos al reutilizar prendas y reparar aquellas que estuviesen dañadas -puesto que con la racionalización no podían acceder a una gran cantidad de vestimenta-, para así destinar las telas que utilizaban en las fábricas a la creación de uniformes militares y la producción de guerra. La curadora enfatiza: "Mucha gente hacía su propia ropa con materiales viejos y trajes antiguos". Por ejemplo, algunas de las prendas expuestas en el IWM muestran un vestido de dama de honor creado a partir de los restos de tela de un paracaídas usado en la guerra, además de ropa interior hecha con trozos de mapas de seda de la Royal Air Force (Real Fuerza Aérea británica).

Ese mismo año salió en venta la primera vestimenta denominada "útil", mientras que las fábricas regulaban los precios para que fuesen accesibles a toda la población. Laura Clouting aclara: "Las fábricas le dieron al público una garantía de calidad y valor a su dinero y cupones. Había una diferencia sobre la idea de la ropa estándar".

Patriotismo y comodidad

En la penúltima parte de la muestra, "Beauty as duty", se analiza a las mujeres británicas y la presión que tenían para mantener su apariencia personal. Tanto así, que la textilería londinense y compañía de moda Jacqmar fue una de las fábricas que más aprovecharon esta necesidad de destacar pese a la situación económica del país.

Una gran pared en el IWM muestra las llamativas bufandas que evocaban el espíritu de guerra y de patriotismo de las féminas a través de lemas y frases alentadores. El diseñador en jefe de la marca, Arnold Lever, fue quien popularizó estos accesorios pese a su alto costo monetario. "Cuando se vendieron en Inglaterra, incluso se necesitaba de dos cupones por cada una. Las bufandas eran producidas en seda y lana -comenta Clouting-. Lever captó los patrones y los aspectos de la vida en las casas y las Fuerzas Armadas".

Fue así como el gobierno contrató a diversos diseñadores de moda para que crearan un prototipo de ropa que fuese de producción en masa y a precios asequibles. Clouting explica: "Fueron contratados por el gobierno de turno para producir diseños con estilo, pero que aún fuesen tenidas económicas que se pudiesen producir bajo el esquema de la utilidad".

La ropa debía servir para el día y la noche, teniendo la mayor durabilidad posible. Bajo ese argumento surgieron los "siren suit" (trajes de sirena), prendas de una sola pieza, que se puede observar en la exposición. Esta vestimenta comenzó a utilizarse en caso de bombardeos, puesto que la persona podía vestirse rápidamente sobre el pijama y así escapar a un refugio antiaéreo. Los "siren suit" eran adaptados con cinturones y decoraciones, siempre destacando la importancia del buen vestir a pesar de vivir en guerra.

El último circuito de la exhibición, "Peace and new look?", analiza el impacto de la moda en los años de posguerra cuando la población estaba cansada de tanta restricción que imponía el gobierno. Muchos veteranos de guerra que volvían a sus hogares colgaron sus uniformes en el ropero y la moda masculina comenzó a tomar fuerza con los "demob suit", el nuevo uniforme del hombre fuera del campo de batalla.
Fuente: Economía y Negocios - online
Responder