El día que el balón volvió a rodar en Stalingrado
Publicado: 14 04 2015 11:44
En mayo de 1943 el hedor a muerte no había desaparecido de Stalingrado, Volgogrado hasta 1918 y a partir de la muerte de Stalin. Cerca de dos millones de muertos había dejado una de las batallas más terribles de la historia de la humanidad (21 de agosto de 1942-2 de febrero de 1943).
Las autoridades soviéticas trabajaban para reconstruir una ciudad en ruinas y recobrar algo de normalidad a un lugar que había visto reducirse su población casi a la nada entre muertos, desaparecidos y huidos desde julio de 1942 (600.000) a la rendición del mariscal alemán Freidrich Paulus (se estima que 30.000 civiles quedaban en una ciudad que llegó a tener seis Universidades).
En ese intento de regresar a la normalidad, Alexei Chuyanov, presidente del Comité de Defensa de la ciudad, pensó en organizar un partido de fútbol. Apoyado por el NKVD y el teniente general Alexander Voronin, recurrieron a Vasily Ermasov, portero del Tratkor, el equipo que cuando hubo que detener la Liga soviética a causa de la invasión nazi era cuarto en la tabla. Con jugadores notables como el delantero Ponomarev, Protsenko, Liventsev o el mismo Ermasov había llegado a ser líder en un par de jornadas.
Ermasov había formado parte de la defensa de la ciudad y en abril fue retirado del frente para retornar a la ciudad y organizara el partido. Con una trayectoria notable antes de la guerra como portero, Ermasov comenzó a recuperar la pista de sus compañeros de vestuario y del otro equipo de la ciudad, el Dynamo. Muchos habían combatido en la ciudad y otros habían sido enviados a los Urales para que la joya de la ciudad (la fábrica de tractores Octubre Rojo y de cañones Barricady) pudiera seguir produciendo.
El primer problema fue encontrar un estadio en el que jugar. Los dos campos principales de la ciudad, los de Traktor y Dynamo, eran escombros irrecuperables. El Ejército y la población civil trabajaron a destajo para que el llamado ‘Nitrógeno', en el barrio de Beketovka, pasara de ser un cráter a un lugar en el que poder jugar. Lo que era un terreno para cañones antiaéreos se convirtió en un campo de fútbol.
Fuente y resto de la noticia: http://www.marca.com/reportajes/2014/02 ... 67306.html
Saludos
Mariscal Panzer

En ese intento de regresar a la normalidad, Alexei Chuyanov, presidente del Comité de Defensa de la ciudad, pensó en organizar un partido de fútbol. Apoyado por el NKVD y el teniente general Alexander Voronin, recurrieron a Vasily Ermasov, portero del Tratkor, el equipo que cuando hubo que detener la Liga soviética a causa de la invasión nazi era cuarto en la tabla. Con jugadores notables como el delantero Ponomarev, Protsenko, Liventsev o el mismo Ermasov había llegado a ser líder en un par de jornadas.
Ermasov había formado parte de la defensa de la ciudad y en abril fue retirado del frente para retornar a la ciudad y organizara el partido. Con una trayectoria notable antes de la guerra como portero, Ermasov comenzó a recuperar la pista de sus compañeros de vestuario y del otro equipo de la ciudad, el Dynamo. Muchos habían combatido en la ciudad y otros habían sido enviados a los Urales para que la joya de la ciudad (la fábrica de tractores Octubre Rojo y de cañones Barricady) pudiera seguir produciendo.
El primer problema fue encontrar un estadio en el que jugar. Los dos campos principales de la ciudad, los de Traktor y Dynamo, eran escombros irrecuperables. El Ejército y la población civil trabajaron a destajo para que el llamado ‘Nitrógeno', en el barrio de Beketovka, pasara de ser un cráter a un lugar en el que poder jugar. Lo que era un terreno para cañones antiaéreos se convirtió en un campo de fútbol.
Fuente y resto de la noticia: http://www.marca.com/reportajes/2014/02 ... 67306.html
Saludos
Mariscal Panzer