Londres desclasifica documentos secretos en los que se revela una intervención en Galicia para minar las rías de Vigo y Ferrol durante la Segunda Guerra Mundial para impedir la intensa actividad nazi en la región.

El Reino Unido planificó el bloqueo naval de Galicia durante la II Guerra Mundial, sembrando de minas las islas Cíes y la entrada al golfo Ártabro. El objetivo era impedir la intensa actividad nazi en la región. Y anular los puertos de Vigo y Ferrol, bases oficiosas de los submarinos U-boot y del embarque de wolframio hacia Alemania.
Los planes secretos del Almirantazgo y del servicio secreto británico (MI6) acaban de ser desvelados. El pasado mayo, decenas de miles de documentos fueron desclasificados. Están a disposición de los investigadores en los National Archives en su sede del condado de Surrey. Al rastrearlos, Galicia aparece una y otra vez como un incómodo enclave y un objetivo militar prioritario en caso de guerra con España.
La mención más clara a Vigo y Ferrol aparece en un documento del 20 de julio de 1940. Se titula Política Naval en caso de guerra contra España y es una instrucción del primer lord del Almirantazgo. Afirma: «Tan pronto como sea posible tras el estallido de la guerra, se llevarán a cabo operaciones contra Vigo, Cádiz y Ferrol».
En otro apartado, se apunta la primera de estas campañas bélicas: el bloqueo de los puertos, sembrando minas magnéticas. En el caso de Vigo, se situarían en las bocas norte y sur de las islas Cíes, dejando la ría incomunicada. En Ferrol, afectaría al golfo Ártabro y, por tanto, también al puerto de A Coruña.
«En cuanto la oportunidad lo permita, se realizará, bajo órdenes del Almirantazgo, una ofensiva de sembrado de minas en los puertos del Noroeste de España», afirma el plan secreto. «Un cargamento de minas magnéticas ha sido transportado a Gibraltar -asegura el informe-, el comandante en jefe decidirá la política de despliegue de las minas».
En esa fecha -el verano de 1940- los británicos ya tenían la operación preparada. Si Franco entraba en la guerra, la Royal Navy quedaría en una situación aún más precaria que hasta entonces. Porque ese mismo mes de julio, Hitler había ocupado París. Y sería dramático un frente marítimo de guerra desde Bretaña a Finisterre. Así que las minas tenían que estar ya listas en otra parte.
Por eso, en los documentos ahora desclasificados se anuncia que las armas han sido ya transportadas a Gibraltar. Buques minadores de la clase Abdiel se desplegarían en Cádiz y en los puertos de Vigo y Ferrol. La urgencia de Londres para bloquear Galicia se explica en otros archivos hechos públicos en mayo. Son los relativos a actividades de buques de guerra, cargueros y submarinos U-boot en los puertos de Vigo y Ferrol.
Una semana después de comenzar la guerra, el 7 de septiembre de 1939, un cable del MI6 ya da la primera alarma: «Los mercantes alemanes abandonan los puertos coloniales británicos y franceses, para refugiarse en puertos neutrales de Brasil y España, en especial en las Canarias y en Vigo». De hecho, la ciudad olívica se convierte en el mayor refugio del mundo para mercantes alemanes. Lo dice otra nota secreta del Almirantazgo de 1939: «En el Río de la Plata hay (refugiados buques por 68.000 toneladas) [...] y en Vigo, 150.000 toneladas». En 1940, todavía hay seis cargueros alemanes en Vigo, y el Almirantazgo ordena desplegar sus submarinos ante las islas Cíes.
La gran preocupación británica es que estos cargueros transporten wolframio desde Galicia a Alemania. Otra nota del MI6, fechada en 1941, considera «prioritario» terminar con este tráfico que alimenta la industria bélica de Hitler. La minería del wolframio está controlada en Galicia por el consorcio Sofindus (Sociedad Financiera e Industrial), un holding nazi que incluye también navieras, bancos y aseguradoras. En Vigo, la empresa Estudios y Explotaciones Mineras Santa Tecla explota los principales yacimientos, en especial los de Barbanza, Costa da Morte y monte Neme, en Carballo. Montes de Galicia, S.A. gestiona sobre todo la provincia de Ourense, con minas como Vilanova, Casaio, Vilardecervos o Ribadavia. Al frente del consejo de administración está Johannes Bernhardt, el hombre de Hitler en España. Todo el conglomerado minero es una tapadera alemana.
Otra preocupación inglesa es que Vigo y Ferrol son base de los submarinos alemanes. En diciembre de 1941, un documento secreto dice: «Existen evidencias de que varios U-boot han repostado en mercantes fondeados en la ría de Vigo».
En 1942, la estrategia británica cambia. De minar los puertos gallegos, pasan a la presión diplomática. El embajador en Madrid, Samuel Hoare, paga sobornos a generales de Franco para que mantengan la neutralidad. Mientras, el ministro de Marina inglés pide a España que desmonte las bases flotantes de submarinos U-boot en Galicia: «Queremos que sean retirados los tripulantes de los buques tanque que operan en Vigo y Ferrol», afirma el Almirantazgo en 1942. El objetivo es que los tanqueros Vessel, en Vigo, y Max Albrecht, en Ferrol, dejen de suministrar víveres y combustible a los sumergibles nazis.
Lo que todavía no aparece en los documentos desclasificados por Londres es el plan de desembarco en Galicia. Ese secreto continúa bajo custodia.
Fuente: La Voz de Galicia (18 de agosto de 2013)Los planes secretos del Almirantazgo y del servicio secreto británico (MI6) acaban de ser desvelados. El pasado mayo, decenas de miles de documentos fueron desclasificados. Están a disposición de los investigadores en los National Archives en su sede del condado de Surrey. Al rastrearlos, Galicia aparece una y otra vez como un incómodo enclave y un objetivo militar prioritario en caso de guerra con España.
La mención más clara a Vigo y Ferrol aparece en un documento del 20 de julio de 1940. Se titula Política Naval en caso de guerra contra España y es una instrucción del primer lord del Almirantazgo. Afirma: «Tan pronto como sea posible tras el estallido de la guerra, se llevarán a cabo operaciones contra Vigo, Cádiz y Ferrol».
En otro apartado, se apunta la primera de estas campañas bélicas: el bloqueo de los puertos, sembrando minas magnéticas. En el caso de Vigo, se situarían en las bocas norte y sur de las islas Cíes, dejando la ría incomunicada. En Ferrol, afectaría al golfo Ártabro y, por tanto, también al puerto de A Coruña.
«En cuanto la oportunidad lo permita, se realizará, bajo órdenes del Almirantazgo, una ofensiva de sembrado de minas en los puertos del Noroeste de España», afirma el plan secreto. «Un cargamento de minas magnéticas ha sido transportado a Gibraltar -asegura el informe-, el comandante en jefe decidirá la política de despliegue de las minas».
En esa fecha -el verano de 1940- los británicos ya tenían la operación preparada. Si Franco entraba en la guerra, la Royal Navy quedaría en una situación aún más precaria que hasta entonces. Porque ese mismo mes de julio, Hitler había ocupado París. Y sería dramático un frente marítimo de guerra desde Bretaña a Finisterre. Así que las minas tenían que estar ya listas en otra parte.
Por eso, en los documentos ahora desclasificados se anuncia que las armas han sido ya transportadas a Gibraltar. Buques minadores de la clase Abdiel se desplegarían en Cádiz y en los puertos de Vigo y Ferrol. La urgencia de Londres para bloquear Galicia se explica en otros archivos hechos públicos en mayo. Son los relativos a actividades de buques de guerra, cargueros y submarinos U-boot en los puertos de Vigo y Ferrol.
Una semana después de comenzar la guerra, el 7 de septiembre de 1939, un cable del MI6 ya da la primera alarma: «Los mercantes alemanes abandonan los puertos coloniales británicos y franceses, para refugiarse en puertos neutrales de Brasil y España, en especial en las Canarias y en Vigo». De hecho, la ciudad olívica se convierte en el mayor refugio del mundo para mercantes alemanes. Lo dice otra nota secreta del Almirantazgo de 1939: «En el Río de la Plata hay (refugiados buques por 68.000 toneladas) [...] y en Vigo, 150.000 toneladas». En 1940, todavía hay seis cargueros alemanes en Vigo, y el Almirantazgo ordena desplegar sus submarinos ante las islas Cíes.
La gran preocupación británica es que estos cargueros transporten wolframio desde Galicia a Alemania. Otra nota del MI6, fechada en 1941, considera «prioritario» terminar con este tráfico que alimenta la industria bélica de Hitler. La minería del wolframio está controlada en Galicia por el consorcio Sofindus (Sociedad Financiera e Industrial), un holding nazi que incluye también navieras, bancos y aseguradoras. En Vigo, la empresa Estudios y Explotaciones Mineras Santa Tecla explota los principales yacimientos, en especial los de Barbanza, Costa da Morte y monte Neme, en Carballo. Montes de Galicia, S.A. gestiona sobre todo la provincia de Ourense, con minas como Vilanova, Casaio, Vilardecervos o Ribadavia. Al frente del consejo de administración está Johannes Bernhardt, el hombre de Hitler en España. Todo el conglomerado minero es una tapadera alemana.
Otra preocupación inglesa es que Vigo y Ferrol son base de los submarinos alemanes. En diciembre de 1941, un documento secreto dice: «Existen evidencias de que varios U-boot han repostado en mercantes fondeados en la ría de Vigo».
En 1942, la estrategia británica cambia. De minar los puertos gallegos, pasan a la presión diplomática. El embajador en Madrid, Samuel Hoare, paga sobornos a generales de Franco para que mantengan la neutralidad. Mientras, el ministro de Marina inglés pide a España que desmonte las bases flotantes de submarinos U-boot en Galicia: «Queremos que sean retirados los tripulantes de los buques tanque que operan en Vigo y Ferrol», afirma el Almirantazgo en 1942. El objetivo es que los tanqueros Vessel, en Vigo, y Max Albrecht, en Ferrol, dejen de suministrar víveres y combustible a los sumergibles nazis.
Lo que todavía no aparece en los documentos desclasificados por Londres es el plan de desembarco en Galicia. Ese secreto continúa bajo custodia.
Imagen: http://conestacasybramante.wordpress.com/