Encontrada una esvástica gigante de hormigón durante las obras de ampliación de los vestuarios del estadio Hein Klink Sportplatz de Hamburgo (Alemania). Según Joachim Schirmer, presidente del modesto equipo Billstedt-Horn, puede tratarse del pedestal de un monumento de la época nazi que fue demolido hace varias décadas.
Un hombre retira una lona que cubre la esvástica nazi
El hallazgo se produjo en la mañana del pasado viernes, cuando un operario de excavadora encontró el monumento, de cuatro por cuatro metros de envergadura y 40 centímetros de ancho, bajo tierra. El tamaño de la pieza ha impedido, por el momento, que pueda ser retirada con la maquinaria de la que disponían. "No pude quitar la esvástica con mi excavadora. Eso doblaría la pala", ha afirmado uno de los operarios. Se procederá a romperla con un martillo hidráulico, para poder retirarla en fragmentos.
Tan solo en Hamburg, con buen ojo, se pueden encontrar numerosos vestigios de la época, mayormente águilas desprovistas de la corona de laureles con la esvástica, o coronas de laureles desprovistas de águila (salvo las garras, detallito) y la esvástica. Entre otras cosas. Mayormente en puentes del S-Bahn y construcciones adyacentes - el hueco que deja el ferrocarril elevado es utilizado en muchos casos como local, sea comercial o -como originariamente pensado- almacén o taller del ferrocarril mismo. También en casetas de electricidad, torres de agua y otras construcciones públicas "menores".
Unidad: Schwere (Heeres-) Panzerabteilung 501
If you want to get laid, go to college. If you want an education, go to the library. - Frank Zappa
Eso es Mönckebergstraße en el cruce con Spitalerstraße. En ese edificio de columnas clásicas que asoma a la izquierda hay hoy un Starbucks (bueno... en los 90 en todo caso un Burger King) Entonces era la biblioteca Fritz Schumacher.
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Un hombre retira una lona que cubre la esvástica nazi
El hallazgo se produjo en la mañana del pasado viernes, cuando un operario de excavadora encontró el monumento, de cuatro por cuatro metros de envergadura y 40 centímetros de ancho, bajo tierra. El tamaño de la pieza ha impedido, por el momento, que pueda ser retirada con la maquinaria de la que disponían. "No pude quitar la esvástica con mi excavadora. Eso doblaría la pala", ha afirmado uno de los operarios. Se procederá a romperla con un martillo hidráulico, para poder retirarla en fragmentos.
Entonces era la biblioteca Fritz Schumacher.