
Al final de la guerra, en agosto de 1945, sólo 226 sobrevivieron a años de trabajos forzados en minas y factorías así como a los maltratos físicos.
Otros 290 soldados canadienses murieron durante el asedio al entonces territorio británico de Hong Kong.
El ministro de Asuntos de Veteranos de Canadá, Steven Blaney, dijo a través de un comunicado que las disculpas japonesas “ son un paso crucial en la reconciliación y un hito significativo en las vidas de todos los prisioneros de guerra. Reconoce sus sufrimientos a la vez que honra su sacrificio y coraje”.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, John Baird, señaló: “las disculpas de hoy ayudarán a curar las heridas a medida que nuestros dos grandes países avanzan”.










