Berlín exhibe por primera vez 100 obras realizadas por prisioneros en campos de concentración. Estos son 11 de los mejores dibujos, donde las víctimas del Holocausto retratan la barbarie.
Una primavera (1941), de Karl Bodek (1905-1942) y Kurt Löw (1914-1980) Camino entre cuarteles, campo de Gurs (1941), de Leo Breuer (1893-1975) La canción se acabó (1942), de Fantl (1903-45) Entrada trasera, Theresienstadt (1941-44), de Bedrich Fritta (Friedrich Taussig) (1906-1944) Una cale en el gueto de Lodz (1941), de Josef Kowner (1895-1967) Golpeado (Mi hermano Gedalyahu), 1941-44, de Jacob Lipschitz (1903-45) Techos en invierno (1944), de Moritz Müller (1887-1944) El refugiado (1939), de Felix Nussbaum (1904-1944) Autorretrato (1939-1941), de Charlotte Salomon (1917-1943)
El arte, en sus múltiples expresiones, es una ventana a un época, a los sentimientos del artista, su percepción de la vida, sus experiencias, alegrías y miedos; principalmente es el miedo que nos transmiten estas obras, algunas exquisitas en su ejecución, como la acuarela de Moritz Müller, tan bella y tan fría.