El almirante Sparzini saluda a Grachi, en La Spezia, el 12 de febrero de 1944
Ante la incredulidad del oficial del día, que obviamente, aun comprendiendo las razones de dicho gesto, rechazó al niño que se le había parado delante.
Grechi, con tal de ser reclutado, se inventó el haberse quedado huérfano después de un bombardeo Aliado (hipótesis lamentablemente realista, vistos los miles y miles de civiles italianos muertos por las bombas) y de no tener a donde ir.
Y, con las palabras de Grechi, "tomó por buena mi mentira, escuchando otras opiniones se decidió a adoptarme: no podían echar a un pobre huérfano!". Así Grechi fue reclutado, vestido con un uniforme verde gris de su talla y llevando en su brazo el escudo de la X° MAS: ese escudo con la X roja y la calavera con la rosa en la boca, "porque la muerte para nosotros una cosa muy perfumada... como una rosa!", como dijo el Medalla de Oro al Valor Militar, comandante Salvatore Todaro, caído en misión en el 1942.
Y cuando a fin de mes el batallón "Barbarigo" salió hacia la cabeza de puente de Nettuno, primera unidad militar de la RSI en ir al frente, donde las batallas entre los alemanes y las fuerzas aliadas que habían desembarcado causaban estragos, Grechi siguió a sus camaradas contra el enemigo. Obviamente, los oficiales del reparto lo tuvieron en el comando del batallón, para alejarlo de la lucha en primera línea, a pesar de eso, Grechi soportó meses sin ceder a los ataques aéreos y de artillería, el hambre, la falta de sueño, el frío y el mal tiempo del invierno, pruebas que habrían destruido a hombres mucho mas fuertes que a este niño.
Luego llegó la penetración de los Aliados, la retirada hacia Roma y el regreso a La Spezia de los sobrevivientes del Batallón, poco mas de 500 sobre los 1000 enviados al frente, los muchachos de la "Barbarigo" habían pagado con 200 muertos, 200 heridos y 100 desaparecidos en acción su obstinación de no ceder delante de la aplanadora aliada sobre Roma.
"Me convertí en la mascota del batallón (había dicho Grechi), donde serví hasta el último día. De vuelta a casa, encontré mi casa saqueada y mi madre afeitada porque era "culpable" de ser una esposa y madre de dos luchadores (mi padre Ottavio, oficial de la reserva, al estallido de la guerra, había sido llamado en la Marina). Sin embargo, los tres lograron sobrevivir, a partir de una vida marcada para siempre por la derrota, pero con la satisfacción de ser capaz de mirar a nadie a los ojos".
Después de la guerra, Grechi fue una de las principales figuras de los veteranos de la RSI, y especialmente entre los ex combatientes de la X° MAS, contribuyendo con su orgulloso testimonio a tener vivo el recuerdo de esas luchas por el honor.
Lo recordamos con las palabras del comandante del Batallón "Barbarigo", MOVM de la RSI y MBVM Umberto Bardelli:
"Ninguno de ustedes está muerto hasta que no muramos todos. Y hasta que uno de los del "Barbarigo" quede en pie, ustedes también lo estarán".
El funeral se celebró en Génova, en la iglesia de San Francisco Albaro, a las 11.45 horas.
* Traducción propia
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