
La duquesa y el duque de Windsor saludando a Adolf Hitler en Münich en 1937. /PA
"Filmación secreta de 1933 muestra a Eduardo VIII enseñándole el saludo nazi a la Reina", era el titular del periódico, que dedicaba varias páginas a la filmación, de apenas 17 segundos. Al parecer, la cinta fue tomada en el castillo de Balmoral, en Escocia, donde la entonces princesa Isabel pasaba sus vacaciones, aunque se desconoce cómo pudo caer en manos de la prensa.
La publicación no fue bien recibida por el palacio de Buckingham, residencia de la familia real británica, que consideró "decepcionante que un filme, grabado hace ocho décadas y aparentemente del archivo personal de la familia de Su Majestad, fuese obtenido y explotado de esta manera". En las imágenes se ven a las pequeñas princesas muy sonrientes mientras juegan, bailan e imitan el saludo nazi.
"Mucha gente verá estas imágenes en el momento y contexto apropiados. Esta es una familia jugando y en un momento haciendo referencia a un gesto que muchos habrían visto en las noticias", añadió el portavoz del palacio. "Nadie en ese momento tenía idea de cómo evolucionaría (el nazismo). Implicar cualquier otra cosa es engañoso y deshonesto", resaltó el portavoz, que agregó que el servicio de la Reina y su dedicación a favor del bienestar del país durante la II Guerra Mundial y los 63 años en los que ha construido "relaciones entre países y pueblos hablan por sí solos".
Historiadores y parlamentarios, a favor del acceso a los archivos reales
Hoy, en declaraciones al diario The Guardian, el parlamentaria laborista Paul Flynn, miembro del Comité de reforma política y constitucional y destacado partidario de la reciente liberación de documentos confidenciales del príncipe Carlos, ha pedido que la familia real debe permitir que se hagan públicos su archivo documental, incluyendo los documentos sobre su relación con los nazis en la década de 1930.
"La familia real no puede reprimir su propia historia para siempre", ha apuntado Karina Urbach del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad de Londres. "Esto es censura y la censura no es un valor democrático. Tienen que enfrentarse a su pasado". Por su parte, la historiadora Helen McCarthy de la Universidad Queen Mary señaló que "si los archivos reales estuvieran a disposición de los historiadores, imágenes como la publicada podrían ponerse en contexto fácilmente". De la misma forma, el historiador Alex von Tunzelmann ha señalado que "es profundamente antidemocrático y necesitamos un acceso mucho mayor, la historia de este país pertenece al público".
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