
Un niño con la bandera de EU pasa por las tumbas en el cementerio militar estadunidense en Colleville, al oeste de Francia. Foto: AP
Visitantes y cadetes de la Academia Naval de Estados Unidos, cuya sede está en Annápolis, Maryland, observaron el desfile de una banda de gaiteros en el cementerio estadunidense en Normandía, situado en Colleville-sur-Mer, entre cientos de cruces y estrellas de David de mármol pertenecientes a los soldados que perdieron la vida durante la invasión.
El ataque comenzó poco después de la medianoche del 6 de junio de 1944, encabezado por una peligrosa operación de paracaidistas de las divisiones aerotransportadas 101 y 82.
Al amanecer miles de soldados bajaron a las playas desde vehículos anfibios para apoderarse de las playas bajo el feroz ataque de los alemanes.
La Operación Overlord consistía en un masivo desembarco por parte de las fuerzas aliadas (entre los que se encontraban Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá, Polonia y exiliados españoles) en las playas de Normandía (Francia) para frenar el avance del ejército alemán.
Más de siete décadas después, las históricas playas en las que se cambió el curso de la historia lucen de un modo muy distinto.
De entregados soldados a felices turistas. De playas atestadas de barcos de guerra a familias jugando en el agua. De calles destruidas a calles comerciales. De blanco y negro a color.
La vida es otra, pero la herida es la misma.
Fuente: Excelsior