
Nursultan Nazarbayev entregó a Mariano Rajoy los cuadernos azules con las fichas de españoles del Gulag de Kazajistán
Rajoy agradeció el gesto inesperado de Nazarbayev —nadie en la delegación española ni en la embajada sabía nada de este trabajo, como prueba el hecho de que toda la documentación, incluidos los nombres de los españoles, está en cirílico— y se interesó sobre todo por la historia que le contaba el presidente kazajo: republicanos y miembros de la División Azul, enfrentados en la Guerra Civil, acabaron estableciendo relaciones personales en los campos porque les unía un mismo idioma y destino común a miles de kilómetros de su país. “Entre España y Kazajistán hay muchos lazos personales”, explicó Nazarbayev tras entregar los documentos a Rajoy.
“Esperamos que estos documentos permitan a los españoles conocer el destino de sus familiares que estuvieron presos en Karaganda”, aseguró. Y eso es exactamente lo que va a hacer el Gobierno español. Los documentos están ya en La Moncloa —Rajoy regresó el viernes de Japón— y ahora empezarán a ser estudiados por funcionarios expertos para intentar contactar con los familiares y poder entregarles la copia de la ficha como preso de los campos soviéticos.