
Adolf Hitler y el partido nacionalsocialista alemán alentaron e instigaron el golpe de Estado contra la República española del 18 de julio de 1936 con el fin de lograr una nazificación de España que concordara con sus planes para el dominio de Europa por el III Reich, según desvela un reportaje de investigación histórica que publica el «Magazine» de LA NUEVA ESPAÑA que se distribuirá el domingo.
Los movimientos conspiradores en la península Ibérica de un grupo de agitadores nazis enviados por la cúpula del partido alemán a nuestro país comenzaron en Lisboa en 1930 y fueron creciendo en función del desarrollo de la política interna española, como ponen de manifiesto una serie de documentos alemanes localizados en archivos de Londres, Amsterdam y Berlín por Eduardo Martín de Pozuelo y Jordi Finestres.
«Magazine» descubre la compleja trama nazi y española que desembocó en el golpe militar de julio de 1936 y que tuvo en la fase final del trayecto conspirativo al misterioso y discretísimo jefe supremo nazi para España, Hans Hellermann, que sólo daba cuentas de sus acciones a Himmler y que enlazaría con militares rebeldes. Instalado en Barcelona, convirtió la capital catalana en el epicentro nazi español que camufló bajo una empresa tapadera de importación y exportación.
Entre el 15 y el 20 de mayo de 1936 Hellermann se reunió con los 32 líderes de los más de 160 centros nazis instalados por toda España. Tras esta «cumbre», considerada por los servicios secretos de Estados Unidos como una inequívoca preparación de la sublevación militar de julio de 1936, un alto comisionado nazi viajó de Berlín a Barcelona para reunirse con Hellermann y mantener a Hitler informado. La visita a la capital catalana del jerarca nazi llegado de Alemania la desvela un escueto y misterioso documento que habla, además, de ciertos combatientes que deberían estar listos para el 25 de junio.[/align]
Fuente: La Nueva España