Re: Erwin Rommel
Publicado: 01 08 2012 20:42
definitivamente un artículo completo sobre la vida de la leyenda de guerra: Erwin Rommel.
Espacio para el estudio e intercambio de ideas sobre el acontecimiento bélico más importante del siglo XX, la Segunda Guerra Mundial
https://lasegundaguerra.com/
Habría que oir no solo las declaraciones, sino incluso la conversación con Rommel. Si uno de los dos utilizó el término "beseitigen", ya hay espacio para la especulación: con dicho término, en sí quitar, retirar o eliminar, mayormente un impedimento o suciedad, se puede expresar también liquidar a alguien. Ahí no ayuda mucho que Sönke Neitzel sea alemán (aparte de que no tengo claro que haya tenido acceso a las grabaciones, sino a la transcripción de las mismas hechas por los británicos).homer escribió: Existen muchas dudas en este tema, pero si me tengo que decantar por una de las opciones, pienso que Rommel estaba al tanto del complot, pero no pienso que quisiera matar a Hitler. Según David Fraser, habla también de la declaración de Eberbach, pero en lugar de la palabra “morir”, utiliza “desaparecer”. Lastima de no saber que termino utilizó Eberbach, ya que la matización puede ser interesantisima.
Goebbels lo calificó como Volksmarshall (mariscal del pueblo), y esta no era sin embargo una afirmación gratuita, al contrario ya que la mayor parte de los altos oficiales alemanes procedían de una familia con ascendientes aristocráticos con tradición militar, esta fue una de las razones por las que una parte de la cúpula militar germana no veía con buenos ojos sus progresiones en el campo de batalla. Era por tanto un personaje más fácilmente identificable con el pueblo, que con la cúpula militar germana, y todos sabemos lo que Hitler pensaba de esta cúpula militar. Por este motivo, pienso que deshacerte de tú ojito derecho, del mando que habías elevado a la cúspide, el haber creado un monstruo, y ahora enterarte que te ha traicionado, no podía tolerarlo la jerarquía nazi. Por eso todo el ocultismo que existe entorno a la muerte de Rommel. Incluso he leido, pero ahora no recuerdo donde, que los golpistas, dado el reconocimiento que Rommel tenía en el pueblo y en el extranjero, le tenían pensado como sustituto de Hitler, pero esto no puedo afirmarlo.Gualtier Malde escribió:En lo que se refiera al papel que pudo jugar -o no- Rommel en la conjura del 20 de julio siempre he tenido la impresión de que a este personaje se le dá una repercusión política muy por encima de la que realmente tenía.
Quien pudiera tener acceso a las grabaciones....Amarok escribió: Ahí no ayuda mucho que Sönke Neitzel sea alemán (aparte de que no tengo claro que haya tenido acceso a las grabaciones, sino a la transcripción de las mismas hechas por los británicos).
En primer lugar, perdón si me expliqué mal, ya que no quise dar a entender que Rommel se hiciese cargo de la logistica, sino de lo mal que estaba la situación y los logros que tuvo. Pero no puedo obviar que Rommel, si tenia en cuenta el problema logístico, ya que para su ofensiva de 1942 pidió 8.000 camiones más para paliar sus deficiencias, cosa que indica que conocía su problema. Además también recordar que fue un ferviente seguidor de la toma de Malta, la cual propuso en varias ocasiones.Erwin Rommel escribió:En cuanto al tema logístico, me parece magnífica la exposición del camarada homer. Es evidente que lo que hizo el Afrikakorps en su Teatro de Operaciones es digno de mucho mérito. Yo soy el primero en apasionarme con el Norte de África, me parece uno de los entornos más interesantes de la Segunda Guerra Mundial, especialmente por cuanto tiene de reto logístico el desarrollar una guerra europea en un medio tan diferente.
Comprando totalmente esa exposición, quisiera hacer tres observaciones:
Esto no es cierto.homer escribió:En primer lugar, ningún general alemán de la IIGM ha suscitado tanta bibliografía como el Mariscal Erwin Rommel. Aparte de todos los libros, artículos, ensayos, monografías, conferencias y debates que se le han dedicado en buena parte del mundo, sus propios escritos y el análisis de sus operaciones militares durante la Gran Guerra como en la IIGM, constituyen lectura obligada y dan pie a clases magistrales en la mayoría de las academias militares y centros de estudios militares de los ejércitos actuales, principalmente occidentales.
Sí y no.homer escribió:En segundo lugar, no es lo mismo, por ejemplo desde el bando alemán, planificar una operación y dirigirla en la campaña del Oeste de 1940 que hacerlo en la campaña de Normandia cuatro años más tarde. Al igual que no fue igual planificar una operación ofensiva y dirigirla en el frente ruso en el verano de 1941 que en el verano de 1943 o más adelante. En otras palabras, no es lo mismo ser comandante de campo de unas formaciones de combate “sobradas” en un teatro de operaciones en el que se posee la iniciativa estratégica, que serlo de unas formaciones de combate precarias en un teatro de operaciones donde la iniciativa estratégica está en manos del enemigo.
Cierto. Pero esa deficiencia del Eje la padecieron todos y cada uno de los generales alemanes e italianos, no sólo Rommel. Y si nos sirve como excusa para los errores de Rommel, debe servir para todos los demás errores de todos los generales y mariscales de campo. Y una vez hecha tal cosa, deberemos admirar a los que se sobrepusieron a esa deficiencia, logrando victorias tangibles a pesar de ella.homer escribió:Otra cosa que quiero resaltar es que en los ejércitos del Eje durante muchas fases de la guerra tenía una increíble deficiencia en la estructura de la cadena de mando. Rommel tuvo que lidiar con esta frustrante carencia tanto en su campaña del desierto occidental en 1941-1942 como en su preparación de las defensas alemanas en el Atlántico en 1943-1944. En el primer caso tuvo que oscilar entre el autismo del OKH y OKW, por una parte, y la continua interferencia del Comando Supremo italiano, por otra. En el segundo, ni él ni Rundstedt vieron sus peticiones de mando unificado satisfechas por un Hitler que, entonces, ya iba más allá de la paranoia. El resultado más negativo de esa situación injustificable fue una serie de errores y retrasos garrafales en la toma de decisiones que hicieron de por sí mucho más cuesta arriba de lo que ya eran los esfuerzos para frustrar la invasión aliada de junio de 1944. La mayoría de los colegas de Rommel sufrieron del mismo mal.
Totalmente de acuerdo. La diferencia, para mí, es que en el caso de Rommel se exageran las luces y se soslayan las sombras, porque es un Mariscal que goza de buena imagen entre los aficionados a la Historia Militar. Por contra, otros generales alemanes resultan más antipáticos, fundamentalmente por su fanatismo imposible de ocultar.homer escribió:Cierto es, y volviendo a la primera pregunta que me hacía, que en la leyenda de Rommel se han fusionado el mito y la realidad, y esto sucede con cualquier leyenda. Pero Rommel no fue ni es la única leyenda de la IIGM. Si sometemos a un análisis serio y fundado a cualquier figura militar de la IIGM, en cualquiera de los ejércitos que participaron, os aseguro que saldrán sombras y luces, errores y aciertos. Un análisis objetivo es el que, habiendo puesto en la balanza todos los factores y circunstancias propias y ajenas del militar X en su actuación profesional y personal en la guerra, basa sus conclusiones en el todo, no en la parte; en el centro, no en los extremos.
Esto es un análisis a posteriori.homer escribió:Me viene a la memoria un incidente de la campaña de Italia. Que Italia es un país montañoso y fácilmente defendible es algo evidente y que por tanto todos conocían, ¿pero que ocurre si los aliados, como hubiese sido lo normal, desembarcaban al norte de Roma? La respuesta también es evidente, todas las tropas alemanas en el sur de Italia quedan en riesgo de quedar aisladas y el mismo terreno montañoso que juega a favor en la defensa juega ahora en contra para salir de la ratonera. Si los aliados fueron tan ineptos como para desembarcar en el sitio donde menos daño podían hacer, es demerito suyo, y no un mérito de Kesselring que estaba asumiendo un riesgo que me atrevo a asegurar que muy pocos generales hubiesen corrido. Por qué traigo esto a colación; el General Westphal dijo: “Se pidió la opinión de Rommel. Este declaró que los elementos anfibios de que disponía el enemigo hacían muy peligrosa toda línea situada demasiado al sur, y que el ejército corría el riesgo de verse atrapado mediante un desembarco a sus espaldas. No quería hacerse responsable de dicho riesgo, si bien admitía que la línea al sur de Roma podía ser sostenida con la mitad de las tropas que harían falta en los Apeninos Ha esto le llamo yo ser precavido, y pensar a nivel operacional y estratégico.
No es del todo así.homer escribió:Se le ataca con el hecho de que tenía unas ordenes, pero escarbemos un poco; Rommel se encontró inmerso dentro de un engranaje defectuoso como era la alianza germano-italiana y tenía que hacerla funcionar, tarea titánica por si sola, e imposible cuando no tenía las atribuciones para ello. Para hacerlo más difícil se encontró con unas ordenes por parte del OKH también erróneas y estratégicamente suicidas. Porque veamos, se le dice que se pare en la zona del golfo de Sirte y que cuando llegue la 15ª División Panzer ataque el Agedabia y Bengasi, pero esto no sucederá como mínimo hasta finales de mayo, mientras tanto ¿los ingleses iban a estarse quietos? Además tomar Bengasi implicaba tomar también Tobruk cosa que el OKH no parecía haber previsto. Rommel tenía que permanecer quieto durante casi dos meses y esperar que mientras tanto, los ingleses no hubiesen mejorado su logística, no se hubieran reforzado en igual o mayor medida capacitándoles para una ofensiva que expulsara a los germano-italianos de África, y que los ataques aéreos desde Malta y Bengasi no pusiesen en peligro la permanencia de su ejército en África.
África jamás estuvo en condiciones de ser un golpe de efecto en la Guerra. Hubo momentos de susto para los británicos, desde luego, más por su propia indolencia que otra cosa, pero Rommel no tenía opciones reales de dominar el Mediterráneo Sur. Sin embargo, lo que hizo Rommel, a pesar de su innegable audacia, fue patear el avispero, como a largo plazo se demostró. En un marco bélico donde ambas partes (Italia y los británicos) habían cambiado bofetadas y se aprestaban a quedarse tranquilos un buen rato, llegó el suabo a ponerlo todo patas para arriba.homer escribió:Podía asumir esos riesgos o podía intentar disminuirlos avanzando hasta Mersa El Brega y Agedabia, conseguiría con ello además de agua, que los británicos no se hicieran fuertes en la región ni construyeran aeródromos en la zona. Pero había advertido, que los ingleses estaban atravesando unos momentos de especial debilidad, y entonces se decidió lo que para mi es una de las mejores jugadas de todo el conflicto, convertiría un éxito táctico en otro operacional y de este derivaría a otro estratégico con una importancia tan grande que bien podría haber supuesto un turning-point en la guerra. Los ingleses no se harían fuertes en la Cirenaica ni amenazarían Trípoli porque aprovechando su debilidad decidió tomar Bengasi, de allí a Tobruk y después a Suez. Había intuido una oportunidad irrepetible y no la quería desaprovechar,. Entre un buen general y otro brillante esta es una de las diferencias más importantes. Aceptaba un riesgo pero a cambio eliminaba otro mayor, y si tenía éxito, la recompensa sería ciertamente colosal. El intentó no tuvo éxito, pero no es esto lo que se debe juzgar, hay que ver que platos de la balanza pesan más, si su aciertos o sus errores. La oportunidad era cierta, y si no tuvo éxito fue fundamentalmente porque quienes tenían la potestad de llevar a buen fin la idea de Rommel no se la tomaron en serio, seis meses asediando Tobruk sin que prácticamente se hiciera nada al respecto ya lo dice todo. El objetivo estratégico de Rommel era viable, en realidad el único viable en el norte de África, y puso las bases para conseguir este objetivo estratégico, aprovechó hasta donde pudo una oportunidad que realmente existió. Los riesgos asumidos eran mucho menores que permanecer de brazos cruzados y el premio perseguido era inmenso. Sinceramente, los platos de la balanza pocas veces se inclinan tanto a favor de la decisión adoptada por un general.
Bueno... muchas de estas cosas no las sabemos.homer escribió:Rommel reunía en un altísimo grado las cualidades que se requieren en un comandante, y que ejerció su mando en un alto nivel en sus características fundamentales. Cualidades como las de liderazgo, conocimiento profesional, visión e inteligencia, juicio e iniciativa, coraje y resolución, confianza en sí mismo, capacidad para comunicar, integridad y ejemplo, son cualidades todas ellas que Rommel reunía, en su conjunto, en un grado tal que lo colocaban a la misma altura que unos pocos de los comandantes de la IIGM. Y en los requerimientos y objetivos del mando, Rommel no estuvo por debajo de nadie.
Los británicos, para poder mandarle a Wavell unos pocos carros y cañones tenían que mandar el material poco menos que a dar la vuelta al mundo. Las tropas australianas, por ejemplo, se hicieron casi entera la campaña de África porque era imposible hacer llegar al reemplazo, llegando exhaustos al final, a un nivel que sólo conocieron los alemanes en Rusia y los americanos en el Pacífico. La posición británica en el Mediterraneo era mucho más complicada que la alemana, de largo, en cuanto a enviar material, con la Regia Marina molestando por ahí de vez en cuando.homer escribió:En tu segundo punto, hablas de que si los alemanes estaban mal, los británicos también. No estoy en absoluto de acuerdo contigo. Los británicos se enfrentaban a los alemanes solo en el desierto, mientras que estos tenían varios frentes abiertos. También recordar que los británicos y estadounidenses, mejor dicho, sus unidades tenían la mejor logística dados los recursos de EEUU. No, no me parece justa la comparación. Lo que si te puedo decir, es que los británicos sufrieron el mismo problema cuando emprendieron sus ofensivas, cuando llegaron al límite y las distancias a las bases de suministro alemanas se acortaron estos dejaron de tener problemas y fueron los británicos los que los sufrieron, pero no me lo compares con traer tropas o material desde EEUU. Ya hubieran querido los alemanes poder disfrutar de esa impresionante capacidad industrial.
Los "beneficios que reportaría" fueron nada de nada, además de la pérdida total de hombres y pertrechos.homer escribió:En cuanto a tu tercer punto, he dado mi opinión más atrás. Rommel vio la oportunidad, y se lanzó. Los beneficios que reportaría eran mucho más grandes que los riesgos que reportaban.
Esta anécdota también gusta mucho a los libros divulgativos. Dudo mucho (pero mucho) de su veracidad. En general, dudo de casi todo lo que se cuenta de Patton, pues la fuente no es veraz: casi toda la biografía oficial de Patton fue "retocada" por Bradley, que no lo tragaba por cierto.homer escribió:Se me olvidaba ¿Saben que libro llevó el General Patton como libro de cabecera durante la campaña de Eropa? pues sip, "Infantería al ataque" de Rommel "Rommel maldito hijo de perra, no puedes vencerme, he leio tu libro". Todo otro crak el General Patton
Creo que no; cuando Rommel llegó al Norte de África, los ingleses son los que poseían la iniciativa, y en ningún momento dejaron de tenerla. Por ponerte un ejemplo, aunque fuese otro frente; Manstein realizó una de las maniobras más extraordinarias de la guerra en su contraataque sobre Kharkov ¿eso quiere decir que poseía la iniciativa estratégica? No, simplemente realizó una maniobra que aprovecho los defectos de la maniobra rusa. Después de Stalingrado, los alemanes no volvieron a tener la iniciativa en el Frente Oriental en ningún momento. Esto, trasladado al Norte de África es lo siguiente; los italianos tomaron la iniciativa con su avance hasta Sidi Barrani, pero los británicos la retomaron con su contraataque y ya no la perdieron, ya que siempre fueron ellos los que propiciaron, con sus aciertos y sus errores, los avances y las retiradas en este frente.No: Rommel tenía toda la iniciativa estratégica en el Norte de África, el Teatro del que estamos hablando ahora, al menos en el momento de su llegada, cuando es él quien juega con blancas al decidir lo que va a pasar a continuación. La precariedad le llegó más tarde, cuando estiró su posición hasta hacerla ingobernable.
Por eso mismo, añado al final de mi comentario, que “La mayoría de los colegas de Rommel sufrieron del mismo mal.” Nunca lo utilicé como excusa de las derrotas de Rommel. Pero si medimos los méritos de Rommel según la consecución de sus objetivos finales. Entonces todos los alemanes fueron rematadamente malos puesto que perdieron la guerra, por el contrario nos podemos encontrar con que alguien tan tarugo como Clark ocuparía unas posiciones privilegiadas.Cierto. Pero esa deficiencia del Eje la padecieron todos y cada uno de los generales alemanes e italianos, no sólo Rommel. Y si nos sirve como excusa para los errores de Rommel, debe servir para todos los demás errores de todos los generales y mariscales de campo. Y una vez hecha tal cosa, deberemos admirar a los que se sobrepusieron a esa deficiencia, logrando victorias tangibles a pesar de ella.
No, no estoy del todo conforme con lo que has dicho. Rommel se le “exageran las luces” no por pura afición, sino porque eran muy brillantes. Las sombras, las tuvo, pero no fueron tan oscuras como las de otros generales. Los generales alemanes, furon vanagloriados por su lucha contra la URSS durante el periodo de la guerra fría, pero gracias a que poco a poco los investigadores han ido realizando su trabajo, se han descubierto que generales como Manstein, Guderian, Hausser, y muchos otros, no eran tan honorables como se creía. Sin embargo, sobre Rommel se continua hablando en términos honorables…..por algo será.Totalmente de acuerdo. La diferencia, para mí, es que en el caso de Rommel se exageran las luces y se soslayan las sombras, porque es un Mariscal que goza de buena imagen entre los aficionados a la Historia Militar. Por contra, otros generales alemanes resultan más antipáticos, fundamentalmente por su fanatismo imposible de ocultar.
Véase, por ejemplo, que todos los generales alemanes que gozaron de cierto prestigio en la Posguerra, sin excepción, fueron generales fáciles de desnazificar: Rommel, Hausser, Manstein, Manteuffel...
Lo que anteriormente comenté sobre sus acciones en el Norte de Africa, es que supiese elegir el momento. Claro que no es mérito de Rommel que los británicos se enzarzaran en Grecia, y dejaran sin rematar el Norte de África, pero no le restemos tampoco mérito a lo que logró con las escasas unidades que tenía. Estamos en las mismas con los norteamericanos; Rommel los eligió por lo mismo que tu dices, su bisoñez. Así pues, toda acción acertada, tiene su contraria desacertada, pero esto no resta méritos al que ejecuta bien la acción y sabe elegir el momento.Pero lo mismo podemos aplicar a Rommel en África: que las tropas británicas estuviesen desorganizadas no es un mérito de Rommel y, sin embargo, se achaca a sus fugaces acciones todo el crédito de sus victorias iniciales en Cirenáica cuando es muy obvio que, en cuanto los británicos se organizaron un poco, al DAK se le acabó la fiesta. Lo mismo con Kasserine: la bisoñez de los norteamericanos no puede ser tampoco mérito de Rommel, sino demérito del US Army
Rommel no era un político, y quizá eso fue su mayor defecto. Rommel no supo o no quiso calibrar en su justa medida la montaña de dificultades políticas y administrativas que tenía delante cuando llegó a Trípoli en febrero de 1941, una barrera que se mantuvo durante toda su estancia en África del Norte. Rommel intentó flanquearla o puentearla en vez de juzgar con realismo hasta dónde era posible eliminarla y, en consecuencia, basar sus decisiones operacionales teniendo en cuenta las limitaciones o dificultades resultantes de esa muralla. Sus fracasos vinieron precedidos de un desacertado juicio sobre lo que podía dar de sí el laberinto político-administrativo del que Rommel dependía inevitablemente.En primer lugar, Rommel no tenía que "hacer funcionar" la alianza germano-italiana. Tenía que ir allí y hacer su papel, cosa que por cierto no hizo, sembrando el pánico tanto entre los británicos como en Berlín. Se olvidó, convenientemente, de que él no era el superior de los italianos, sino al revés.
Es decir, según tú, Rommel se tenía que estar quieto, mientras el enemigo se organiza para darme la puntilla….Para eso me quedo en Italia. Cuando Rommel inició su ofensiva, si hubiera sabido lo que ocurriría no la hubiera realizado, para nadie tiene el diario de mañana (bueno alguno si). El tenía la intención de llegar Alejandría y Suez…otra cosa es lo que luego sucedió, pero si quería intentarlo, ese era el momento.En segundo lugar, los ingleses ya estaban quietos. Es más, no se esperaban nada de nada y tenían la intención, muy británica, de quedarse muy tranquilos mientras se reorganizaban. Tenemos abundante información documental, tanto textual como en transcripciones de comunicaciones, que así lo indican. Para los británicos, el movimiento en Cirenáica fue una sorpresa mayúscula.
Uffff, una afirmación que encanta para las historias alternativas, pero no es el lugar ni el sitio….quizá algún día se pueda debatir el tema de la estrategia periférica que tanto gustaba a Reader. Cuando llegó Rommel, el único que había sacudido de verdad fueron los británicos….Si a la primera ofensiva italiana la consideras una bofetada….yo le diría que en el argot de insultos estaría entre “corcholis” y “puñetas”. Antes de que el llegara, Italia ya estaba con las espaldas en el suelo y haciendo la cuenta de tres. Rommel es el que le dio a Mussolini dos años más en el poder, y que dio a los italianos la oportunidad de conservar algo, que ellos no supieron defender.África jamás estuvo en condiciones de ser un golpe de efecto en la Guerra. Hubo momentos de susto para los británicos, desde luego, más por su propia indolencia que otra cosa, pero Rommel no tenía opciones reales de dominar el Mediterráneo Sur. Sin embargo, lo que hizo Rommel, a pesar de su innegable audacia, fue patear el avispero, como a largo plazo se demostró. En un marco bélico donde ambas partes (Italia y los británicos) habían cambiado bofetadas y se aprestaban a quedarse tranquilos un buen rato, llegó el suabo a ponerlo todo patas para arriba.
Veamos; por un lado, me quedo quieto y veo como mi aliado pierde su imperio. Por el otro, si tengo éxito, logro dar un golpe durísimo a uno de mis enemigos…..Prefiero intentar ganar al enemigo que ver como mi aliado se desangra. Repito, Rommel cuando inició la ofensiva no era como la italiana para detenerse después de un paseo. Rommel intentó dar un golpe a la moral británica conquistando Suez….no le salio, mala suerte, pero no me vale ser ventajista y decir que por intentarlo lo perdió. Para mi si, el premio era más grande si se intentaba que si se estaba quieto.Para terminar, no puedo estar de acuerdo en que los riesgos asumidos por Rommel "eran mucho menores que permanecer de brazos cruzados y el premio perseguido era inmenso". En lo primero, los riesgos eran perder toda la dotación, como al final ocurrió. Quizás Rommel tenía claro que su final sería ese, perder hombres y pertrechos, y decidió llevarse por delante a cuantos más británicos mejor y probar suerte. Siempre he pensado que ese fue el razonamiento de Rommel, jugarselo todo a doble o nada, pero sabiendo que al final sería "nada". Así que el riesgo era altísimo.
Liderazgo (sobresaliente, sus hombres le seguían a cualquier sitio)Su liderazgo, integridad y capacidad comunicativa lo conocemos por boca de Manfred, fundamentalmente. ¿Qué va a decir su hijo? Pues su hijo es el responsable de la semblanza de Rommel que manejamos, porque la realidad es que el suabo era un personaje muy arisco y no tenía prácticamente personal de confianza. Obsérvese que sus lugartenientes cambiaban constantemente y que se deshacía de ellos a menudo, otro error digno de tener en cuenta: los bandazos de su estado mayor, provocados por las constantes reformas que él mismo le hacía.
Hay una serie de hechos indudables. Uno es que los italianos no le tenían mucho afecto. Otro es que ningún general de la Wehrmacht dio muestras nunca de tener una buena opinión de él. Lo primero se suele explicar por su desdén hacia los generales italianos y puede valer. Lo segundo se suele explicar hablando de que los generales prusianos eran una casta que no se dignaba en hablar con otros generales, pero esto es falso: Kesselring o Bayerlein eran bávaros (nada simpáticos a ojos de los prusianos) y sin embargo los otros generales del sector prusiano tenían buenas relaciones con ellos. Por cierto, Bayerlein no hablaba muy bien de Rommel y no lo usaba como ejemplo en sus conferencias de posguerra, a pesar de haber formado parte del DAK.
He elegido esta frase por ser la del inicio de tu siguiente comentario. Al margen de la inteligencia, que tienes más razón que un santo, pero eso de cuidadoso, también se lo tendríamos que aplicar al resto de la Wehrmacht, si empezamos por la Regia Marina…..bueno, mejor la dejamos de lado, ya que me produce hasta sonrojo hablar de ella, y de su crónica falta de combustible. Para dar una muestra de lo mal que estaban los ingleses en África, en menos de 6 meses montaron dos ofensivas ha gran escala contra el Eje. No me vale, como te he dicho en mi anterior intervención esa excusa de la distancia, ya que podemos alegar que los alemanes, aunque más cercanos, nunca tuvieron el Norte de África en sus prioridades, con lo que los suministros no serian destinados al frente norteafricano, salvo los indispensables para que Rommel continuara entreteniendo a los ingleses.Los británicos, para poder mandarle a Wavell unos pocos carros y cañones tenían que mandar el material poco menos que a dar la vuelta al mundo.
Es imposible saberlo, toda opinión es mera especulación.Currahee escribió:Me pregunto qué pasaría si Erwin comandara las fuerzas del VI Ejército alemán en Stalingrado.