Las Schnellboot (Lanchas S)
Publicado: 12 07 2011 23:26
Las Schnellboot (Lanchas S)
La S-50 rindiéndose a la Royal Navy en Felixtowe, el 13 de mayo de 1945
Durante el período de entreguerras la Armada Alemana desarrolló un tipo de embarcación rápida, armada con torpedos conocida como lancha S. En la primera parte de la Segunda Guerra Mundial tuvieron un desempeño tan efectivo contra el tráfico marítimo costero británico en la zona del Canal y el Suroeste del Mar del Norte que obligó a sus enemigos a emplear una gran cantidad de recursos para combatirlas. Esto generó una gran admiración en la literatura. Tanta que se utilizan calificativos como desempeño “ejemplar” y apodos como el de “bote maravilla”.
El presente trabajo tiene tres objetivos. Primero, describir los elementos que fueron clave para sus éxitos. Segundo, presentar una visión más desapasionada y equilibrada sobre estas embarcaciones al incorporar los problemas técnicos que afectaban sus operaciones y las contramedidas que se emplearon para combatirlas. Por último, asociar su desarrollo y empleo a la visión estratégica de la Armada Alemana conforme fue cambiando desde el final de la Primera Guerra hasta llegar a la “estrategia naval integrada” diseñada por el almirante Raeder para combatir a Gran Bretaña en los años previos a la guerra.
A. Introducción
Durante la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de las naciones combatientes desarrollaron fuerzas costeras equipadas con lanchas torpederas, pero cuando el conflicto estalló los alemanes estuvieron mejor preparados. Eso se reflejó en el desempeño en combate de las Lanchas S donde se afirma que prestaron un servicio ejemplar. Sus notables características las diferenciaban del resto de las producidas para las otras armadas.
El reconocimiento llega hasta considerarlas como las mejores lanchas rápidas de la Segunda Guerra Mundial. De este modo, los alemanes impusieron el patrón de diseño y de empleo que con nuevos refinamientos y actualizaciones tecnológicas perduran hasta hoy. Por ello vale la pena estudiar el desarrollo y empleo de estas embarcaciones.
Todo comenzó en la noche del 9 de mayo de 1940 cuando la Segunda Flotilla de Lanchas S, que había zarpado de Wilhelmshaven para una noche de cacería al sur del Mar del Norte, se encontró con una fuerza británica compuesta por un crucero y siete destructores en la entrada del Estrecho de Dinamarca.
La acción fue confusa pero la S-31 pudo disparar dos torpedos contra un destructor. Ambos impactaron en el HMS Kelly que quedó gravemente averiado y tuvo que ser remolcado a su base. Este fue el primer encuentro entre las lanchas rápidas alemanas y uno de sus más tenaces enemigos, los destructores de la Royal Navy. A partir de ese momento, los encuentros con las fuerzas de defensa costera británicas se sucederían regularmente hasta la noche del 12 de abril de 1945. Entonces doce lanchas torpederas alemanas zarparon de su base en Ijmuiden, Holanda, con la misión de sembrar minas en los accesos al puerto de Amberes.
Al retornar a su base, se enfrentaron con una fuerza británica compuesta por una fragata y dos torpederas. Tras un rápido enfrentamiento, los alemanes lograron desprenderse gracias a su velocidad. Esta sería la última operación de esas embarcaciones contra los aliados en aguas de Europa noroccidental.
El presente trabajo tiene tres objetivos. Primero, describir los elementos que fueron clave para sus éxitos. Segundo, presentar una visión más desapasionada y equilibrada sobre estas embarcaciones al incorporar los problemas técnicos que afectaban sus operaciones y las contramedidas que se emplearon para combatirlas. Por último, asociar su desarrollo y empleo a la visión estratégica de la Armada Alemana conforme fue cambiando desde el final de la Primera Guerra hasta llegar a la “estrategia naval integrada” diseñada por el almirante Raeder para combatir a Gran Bretaña en los años previos a la guerra.
- Introducción
- Orígenes
- Wonderboat
- Diseño
- Armamento
- Minado en Aguas Costeras
- Las Tripulaciones
- Empleo Táctico y Operacional
- Resultados
- Estrategia Naval
- La Experiencia
- Conclusiones
- Vídeos
- Fuentes
A. Introducción
Durante la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de las naciones combatientes desarrollaron fuerzas costeras equipadas con lanchas torpederas, pero cuando el conflicto estalló los alemanes estuvieron mejor preparados. Eso se reflejó en el desempeño en combate de las Lanchas S donde se afirma que prestaron un servicio ejemplar. Sus notables características las diferenciaban del resto de las producidas para las otras armadas.
El reconocimiento llega hasta considerarlas como las mejores lanchas rápidas de la Segunda Guerra Mundial. De este modo, los alemanes impusieron el patrón de diseño y de empleo que con nuevos refinamientos y actualizaciones tecnológicas perduran hasta hoy. Por ello vale la pena estudiar el desarrollo y empleo de estas embarcaciones.
Detalles de popa y medio puente
La acción fue confusa pero la S-31 pudo disparar dos torpedos contra un destructor. Ambos impactaron en el HMS Kelly que quedó gravemente averiado y tuvo que ser remolcado a su base. Este fue el primer encuentro entre las lanchas rápidas alemanas y uno de sus más tenaces enemigos, los destructores de la Royal Navy. A partir de ese momento, los encuentros con las fuerzas de defensa costera británicas se sucederían regularmente hasta la noche del 12 de abril de 1945. Entonces doce lanchas torpederas alemanas zarparon de su base en Ijmuiden, Holanda, con la misión de sembrar minas en los accesos al puerto de Amberes.
Al retornar a su base, se enfrentaron con una fuerza británica compuesta por una fragata y dos torpederas. Tras un rápido enfrentamiento, los alemanes lograron desprenderse gracias a su velocidad. Esta sería la última operación de esas embarcaciones contra los aliados en aguas de Europa noroccidental.
HMS Kelly
El fin llegó en mayo, cuando el día 11 las tripulaciones sobrevivientes del servicio escucharon la despedida de su comandante y arriaron por última vez el pabellón de guerra. Así culminaron seis años en los que la Schnellbootewaffe (arma de torpederas alemana) desafió a la Royal Navy. Las aguas costeras sudorientales de las Islas Británicas, conocidas como los Narrow Seas, fueron testigos de aquellas duras batallas.
Desde la perspectiva británica, para fines de 1939, la Kriegsmarine contaba con una formidable fuerza de veintiuna lanchas que habían sido puestas a prueba frente a toda clase de clima y tripuladas por hombres altamente entrenados. Por ello, desde muy temprano en la guerra, Alemania pudo proyectar poder naval a considerable distancia de sus costas, amenazando los vitales convoyes costeros británicos.
Entre 1940 y 1941, estuvieron a punto de lograr el bloqueo de las Islas, estrangulando el transporte marítimo de abastecimientos esenciales. Las Lanchas S llegaron a constituir una amenaza seria y hundieron el mayor número de buques enemigos después de los submarinos. En comparación con las unidades más pesadas de la flota fueron los buques más eficientes por el costo invertido.
B. Orígenes
A partir de los años 1920, el alto mando naval alemán se encontró nuevamente en la posición de ser una fuerza débil que preveía dar batalla a una mucho más fuerte. Para ese caso, el torpedo se convirtió en el arma elegida.
Durante los años de entreguerras, los alemanes desarrollaron el diseño y evaluaron el empleo de las lanchas rápidas. Entre los factores que impulsaron la decisión de desarrollar este sistema de armas la literatura menciona tres: el potencial demostrado por las lanchas rápidas durante la Primera Guerra Mundial, como continuación del tradicional pensamiento defensivo de la Armada Alemana, y como respuesta a las restricciones impuestas por el Tratado de Versalles.
Las lanchas torpederas fueron el producto del desarrollo tecnológico que conjugaba el motor de combustión interna con el torpedo automóvil. El resultado fue un tipo de embarcación ligera y rápida. De este modo, pareció alcanzarse una vieja aspiración: que una embarcación muy pequeña pudiera hundir a una mucho más grande. Una recreación moderna de la vieja historia bíblica de David versus Goliat.
Durante Primera Guerra Mundial, las lanchas torpederas demostraron su potencial cuando obtuvieron éxitos resonantes. Entre 1916 y 1919, los italianos y los británicos emplearon este tipo de embarcaciones contra buques de gran tamaño, atacándolos tanto en puertos como en mar abierto.
Los italianos desarrollaron lanchas torpederas denominadas MAS (Motoscafo Anti Sommergibili), que tenían una eslora de 16 m, desplazaban 12,3 toneladas, eran impulsadas por motores de gasolina y estaban armadas con dos torpedos de 450 mm y dos ametralladoras de 6,5 mm. Un éxito notable de las MAS ocurrió a fines de 1917 cuando hundieron al viejo Acorazado Austro-Húngaro SMS Wien (5.600 toneladas). Éste junto con su gemelo, SMS Budapest, habían estado bombardeando a las tropas italianas desde el puerto de Trieste.
El 9 de diciembre, las lanchas MAS 9 y 11, al mando del capitán Pignatti, penetraron las defensas portuarias sin ser observadas y lanzaron sus torpedos contra el Wien. A las 02:32, dos torpedos impactaron en su casco y se fue a pique en cinco minutos. Los austríacos perdieron 46 tripulantes y los italianos escaparon sin daño. La moral italiana subió en ese difícil momento.
Para junio de 1918, el alto mando austríaco pedía a su flota una acción en gran escala. El ejército se había lanzado a la ofensiva en el Piave y un éxito naval ayudaría levantar la moral de las tropas. El objetivo de la operación era destruir las fuerzas ligeras aliadas en Brindisi y la barrera del canal de Otranto que cerraba el paso al Mediterráneo a los submarinos de las potencias centrales.
A partir del 8 de junio, la flota austríaca se hizo a la mar desde Pola y Cattaro en ocho grupos. Al conocerse estos movimientos, se ordenó a las fuerzas ligeras italianas en Brindisi salir para proteger la barrera de Otranto. En la madrugada del 10 de junio, una sección de lanchas MAS (15 y 21) al mando de Luigi Rizzo navegaba cerca de las isla Premuda. A nueve millas al suroeste de la isla avistó a un grupo de acorazados tipo dreadnought que se dirigía al sur. Se trataba de los flamantes SMS Szent Istvan y del SMS Tegetthoff de 22.000 toneladas cada uno. Las lanchas evadieron la escolta y la MAS 15 alcanzó con dos torpedos al primero de los buques. A las 6 a.m. el acorazado se había hundido junto con cuatro oficiales y ochenta y cinco marineros.
El mando austríaco consideró que el plan se hallaba comprometido y ordenó el regreso de todas sus fuerzas navales. Las consecuencias de esta acción fueron totalmente opuestas a las previstas por los austríacos: un aumento del fervor por parte de los italianos y el total desconcierto de la Marina Austro-Húngara.
De este modo, las pequeñas embarcaciones obtuvieron algo un más que un triunfo táctico. Sus acciones evitaron la posibilidad apertura del canal de Otranto a los austro-húngaros y asestaron un duro golpe a la moral enemiga. A partir de la idea de atacar a los buques en el puerto, los británicos también construyeron lanchas ligeras impulsadas por motores de combustión interna.
Durante la guerra produjeron tres series de estas embarcaciones denominadas CMB (Coastal Motorboat) que estaban impulsadas por uno o dos motores de aviación navalizados, que les permitían alcanzar una velocidad entre 37 a 40 nudos. El armamento ofensivo era uno o dos torpedos de 18 pulgadas que se lanzaban por la popa.
La mayoría de las embarcaciones construidas desplazaban 5 y 11 toneladas y la eslora era respectivamente de 14 y 16 metros. Las CMB realizaron algunas acciones exitosas en la costa belga, especialmente contra los puertos de Ostende y Zeebrugge. Cerca del primero, cuatro de estos botes atacaron a destructores alemanes en abril de 1917. Como resultado del enfrentamiento resultó hundido el destructor G-88 (1.000 toneladas) y el V-81 (924 toneladas) recibió el impacto de un torpedo que no explotó.
Desde la perspectiva británica, para fines de 1939, la Kriegsmarine contaba con una formidable fuerza de veintiuna lanchas que habían sido puestas a prueba frente a toda clase de clima y tripuladas por hombres altamente entrenados. Por ello, desde muy temprano en la guerra, Alemania pudo proyectar poder naval a considerable distancia de sus costas, amenazando los vitales convoyes costeros británicos.
Entre 1940 y 1941, estuvieron a punto de lograr el bloqueo de las Islas, estrangulando el transporte marítimo de abastecimientos esenciales. Las Lanchas S llegaron a constituir una amenaza seria y hundieron el mayor número de buques enemigos después de los submarinos. En comparación con las unidades más pesadas de la flota fueron los buques más eficientes por el costo invertido.
B. Orígenes
A partir de los años 1920, el alto mando naval alemán se encontró nuevamente en la posición de ser una fuerza débil que preveía dar batalla a una mucho más fuerte. Para ese caso, el torpedo se convirtió en el arma elegida.
Durante los años de entreguerras, los alemanes desarrollaron el diseño y evaluaron el empleo de las lanchas rápidas. Entre los factores que impulsaron la decisión de desarrollar este sistema de armas la literatura menciona tres: el potencial demostrado por las lanchas rápidas durante la Primera Guerra Mundial, como continuación del tradicional pensamiento defensivo de la Armada Alemana, y como respuesta a las restricciones impuestas por el Tratado de Versalles.
Las lanchas torpederas fueron el producto del desarrollo tecnológico que conjugaba el motor de combustión interna con el torpedo automóvil. El resultado fue un tipo de embarcación ligera y rápida. De este modo, pareció alcanzarse una vieja aspiración: que una embarcación muy pequeña pudiera hundir a una mucho más grande. Una recreación moderna de la vieja historia bíblica de David versus Goliat.
Los italianos desarrollaron lanchas torpederas denominadas MAS (Motoscafo Anti Sommergibili), que tenían una eslora de 16 m, desplazaban 12,3 toneladas, eran impulsadas por motores de gasolina y estaban armadas con dos torpedos de 450 mm y dos ametralladoras de 6,5 mm. Un éxito notable de las MAS ocurrió a fines de 1917 cuando hundieron al viejo Acorazado Austro-Húngaro SMS Wien (5.600 toneladas). Éste junto con su gemelo, SMS Budapest, habían estado bombardeando a las tropas italianas desde el puerto de Trieste.
El 9 de diciembre, las lanchas MAS 9 y 11, al mando del capitán Pignatti, penetraron las defensas portuarias sin ser observadas y lanzaron sus torpedos contra el Wien. A las 02:32, dos torpedos impactaron en su casco y se fue a pique en cinco minutos. Los austríacos perdieron 46 tripulantes y los italianos escaparon sin daño. La moral italiana subió en ese difícil momento.
Para junio de 1918, el alto mando austríaco pedía a su flota una acción en gran escala. El ejército se había lanzado a la ofensiva en el Piave y un éxito naval ayudaría levantar la moral de las tropas. El objetivo de la operación era destruir las fuerzas ligeras aliadas en Brindisi y la barrera del canal de Otranto que cerraba el paso al Mediterráneo a los submarinos de las potencias centrales.
A partir del 8 de junio, la flota austríaca se hizo a la mar desde Pola y Cattaro en ocho grupos. Al conocerse estos movimientos, se ordenó a las fuerzas ligeras italianas en Brindisi salir para proteger la barrera de Otranto. En la madrugada del 10 de junio, una sección de lanchas MAS (15 y 21) al mando de Luigi Rizzo navegaba cerca de las isla Premuda. A nueve millas al suroeste de la isla avistó a un grupo de acorazados tipo dreadnought que se dirigía al sur. Se trataba de los flamantes SMS Szent Istvan y del SMS Tegetthoff de 22.000 toneladas cada uno. Las lanchas evadieron la escolta y la MAS 15 alcanzó con dos torpedos al primero de los buques. A las 6 a.m. el acorazado se había hundido junto con cuatro oficiales y ochenta y cinco marineros.
El mando austríaco consideró que el plan se hallaba comprometido y ordenó el regreso de todas sus fuerzas navales. Las consecuencias de esta acción fueron totalmente opuestas a las previstas por los austríacos: un aumento del fervor por parte de los italianos y el total desconcierto de la Marina Austro-Húngara.
Durante la guerra produjeron tres series de estas embarcaciones denominadas CMB (Coastal Motorboat) que estaban impulsadas por uno o dos motores de aviación navalizados, que les permitían alcanzar una velocidad entre 37 a 40 nudos. El armamento ofensivo era uno o dos torpedos de 18 pulgadas que se lanzaban por la popa.
La mayoría de las embarcaciones construidas desplazaban 5 y 11 toneladas y la eslora era respectivamente de 14 y 16 metros. Las CMB realizaron algunas acciones exitosas en la costa belga, especialmente contra los puertos de Ostende y Zeebrugge. Cerca del primero, cuatro de estos botes atacaron a destructores alemanes en abril de 1917. Como resultado del enfrentamiento resultó hundido el destructor G-88 (1.000 toneladas) y el V-81 (924 toneladas) recibió el impacto de un torpedo que no explotó.