La Segunda Guerra Mundial

Te felicito Gustavo, impresionante. Como madrileño se me han puesto los pelos de punta al ver la foto y el montaje que has hecho. El Cuartel General del Ejército, con la estación de Metro de Banco de España al fondo y la Casa de América. Es impresionante. He de decir que yo también comparto apellido, el segundo de mi madre: Muñoz. Has mencionado un tema muy interesante para mi y es el mencionado "tercera España", con la cual me siento muy identificado.

Saludos.

Esta "tercera España" estaba influida por la llamada lealtad geográfica, según les pillara la guerra civil en uno u otro bando por la zona donde habitaban se vieron involucrados de una manero u otra, los que vivían en el Madrid republicano o en Catalunya por ejemplo en la posguerra estuvieron marcados por ellos y en muchos casos lo sufrieron sin motivo, mientras los que les cogió en una parte ocupada por el otro bando se les consideró como "vencedores" aunque no se significaran de una manera particular.

GUSCANO preciosa la foto.

Como complemento de la historia, mi padre tras unos cortos meses de estancia en su casa al regresar del campo de concentración de Reus fué llamado a filas con la quinta del 42, el periodo que había servido en la guerra no era computable al ser en el "otro ejercito", tuvo una larga mili de 42 meses y su unidad fue una de las enviadas al valle de Aran cuando se produjo la invasión de este el 19/10/1944 por la 204 división de guerrilleros procedente de Francia en un intento de establecer un gobierno provisional de la República en territorio español .

Esta foto es de su periodo de mili con una ametralladora hotchkiss:

Interesante iniciativa la tuya, camarada Guscano.

Por ahora, la foto que nos muestras te ha quedado muy bien, al nivel de las ya existentes por la red de Leningrado Antes/Después.

Espero con ganas ver todo tu proyecto al completo y terminado, pinta muy bien.

Gracias a ambos por tan interesantes documentos y sus respectivas historias.

Saludos
Mariscal Panzer

Magnífico y sublime. Emocionante de verdad.

Gracias a los dos por este pedazo de historia cercana.

Me adhiero totalmente a la defensa de esa "tercera España" que estaba formada, como ha dicho el camarada guscano, por la inmensa mayoría de la población. No sólo eran apolíticos, sino también gente que, aunque tuviese alguna idea política, de un signo u otro, no estaba desde luego interesada en participar en el reparto del botín que los radicales de ambos bandos tenían previsto en caso de victoria.

Con vuestro permiso, os contaré por primera vez una parte de la historia de mi familia. El clima creado, de respeto y homenaje, creo que bien lo merece.

Entre esa mayoría de ciudadanos de la "tercera España" estuvieron mis dos bisabuelos maternos.

Uno era marino mercante e instructor de oficiales y, como tal, fue considerado y tachado de "burgués" por los republicanos más izquierdistas, al considerar que gozaba de prebendas "excesivas" como disfrutar del teatro y la ópera o tener en su casa muchos discos y libros. Hablamos de una época en que en una ciudad de provincias el tener un gramófono era todavía signo de estatus. Su vida debiera haber sido cómoda, pues en nuestra región triunfó rápido el alzamiento, sin combates. Pero este bisabuelo mío tenía un "defecto" muy grave: era protestante. Pastor de la comunidad local, para más delito.

Como miembro destacado de la comunidad protestante de la ciudad fue puesto bajo la lupa policial, bajo la habitual "presunción de culpabilidad" al no ser lo que pudiera considerarse como un "buen católico" (obviamente, ni bueno ni mal católico podía ser siendo protestante). Además, un destacado falangista local tenía intereses sobre la casa de mi bisabuelo, que todavía hoy en día está ubicada en la zona más fotografiada de la ciudad. Bajo la difusa acusación de "pensar demasiado" se lo llevaron preso, pues consideraban a la comunidad protestante de la ciudad como un peligro, por ser un traidor potencial.

La prisión, teóricamente "provisional", la pasó en el infecto calabozo de un castillo del siglo XVIII, lo le provocó la muerte rápida por infección respiratoria. Su bienes quedaron en manos de su delator, entre ellos una casa que hoy día ha alcanzado la cifra de tres millones de euros cuando los herederos de su delator la han sacado a la venta. Paradójicamente, mi bisabuelo, como casi todo protestante en la España de entonces, era conservador y de derechas, pero murió represaliado por los nacionales, demostrando que nuestra GC supera todos los tópicos partidistas, por más que algunos nos quieran convencer de ellos.

El caso del otro bisabuelo era todavía más delicado: era carabinero y vivía en un pueblito de la costa. Como sabéis, los carabineros fueron considerados como afines a la República, sin darles ocasión a explicarse. Era el caso de mi muy católico y devoto bisabuelo. Su problema fue triple.

En primer lugar, tenía la profesión equivocada de carabinero y, por tanto, la sospecha de ser "rojo" sobre él.

En segundo lugar, vivía en un pequeño pueblo donde las envidias estaban a flor de piel.

Y en tercer lugar, la parte más increíble y novelesca de la historia: un Guardia Civil local se encaprichó (literalmente) de mi bisabuela, una murciana morena de belleza legendaria cuyo físico "exótico" resultaba muy atrayente en plena costa gallega. El detonante de esta tensa situación llegó cuando mi abuelo defendió al cura del pueblo de un linchamiento de falangistas: el cura se había negado a delatar a los "rojos" de su parroquia, llamó a mi bisabuelo cuando iban a "convencerle" y, en ejercicio de su labor, mi bisabuelo impidió que le sacasen al bueno del párroco los datos por la fuerza. En una zona en que la Falange era mucho más fuerte que cualquier otro cuerpo, se lo llevaron preso y, con el agravante de que en su casa encontraron "muchos libros", le anticiparon que no saldría jamás. Así fue, pues interesaba a cierto Guardia Civil el convertir a mi bisabuela en "viuda". El tiempo que le restó lo pasó mi bisabuela criando a sus hijos sola, visitando a su marido injustamente encarcelado mientras se consumía e intentando escapar a los intentos (incluso violentos) por parte del famoso Guardia Civil. Esta parte de la historia os la ahorro porque es bastante más que dura.

De ahí que siempre insista en que la GCE no fue una guerra de bandos ni de política. Mis dos bisabuelos eran tan conservadores como cualquier partidario nacional, pero fueron víctimas de advenedizos con poder. La tercera España.

Fueron los grandes derrotados de la Guerra. Mis respetos para todos ellos.

Saludos y gracias por este maravilloso rincón

Emocionante y buenisimas las historias, y me aclaro la siituacion de la "Tercera España", ya que siempre pensaba en esas personas que no estaban en ningun bando, y mucho menos deseaba una guerra, y menos civil, fueron los verdaderos derrotados, y pagaron precios mas caros que los involucrados.
Un abraço.

Gracias por compartir las vivencias de sus ancestros, siempre pienso que una guerra es cruel pero una guerra civil lo es aún mas. Me han dejado un regusto amargo pero me han demostrado el significado de las palabras honor, decencia, valor, saludos camaradas y amigos.

Sobre esa la tercera España, que defendieron, entre otros, Unamuno, Ortega, Menéndez Pidal, Besteiro, Madariaga, Salinas y Marañón, os dejo un estupendo y muy claro artículo de José Juan Toharia (director académico de la Fundación Ortega-Marañón) en 'El País'. Incluso hombres tan "significados" como Alcalá-Zamora y Primo de Rivera fueron defensores de esa tercera España en los momentos previos a la GCE.

La tercera España, 74 años después

Emocionante es poco. ¡Qué historia! Para hacer una novela sin duda. Gracias Erwin por compartir algo tan íntimo.

Saludos.

Erwin, gracias por confiarnos la historia de tus dos familiares. Por desgracia esa era la realidad para muchos, demasiados españoles que tuvieron la malafortuna de vivir esa época. Unos pocos aprovecharon la situación como caza de brujas para sus propios intereses.

Camarada Erwin,

Muchas gracias por contarnos ese capitulo tan negro de tu historia familiar. Es apasionante y profundamente triste a la vez.

Queda claro que aunque todas la guerras son nefastas, son las guerras civiles aun más crueles que las demás, como ha mencionado el camarada Toryu, ya que los contendientes se conocen antes de empezar la lucha, dirimiendo a menudo conflictos personales larvados desde hace tiempo durante la guerra. Para terminar de rematar la crueldad e injusticia, tanto los vencedores como los vencidos generalmente siguen viviendo en el mismo lugar, por lo que si un bando no tiene la altura de miras de perdonar al otro tras su finalización(como ocurrió en nuestra guerra), la miseria moral es aun mayor.

Saludos,

Guscano

Gracias a vosotros por leer mi historia.

La mayor parte de las atrocidades y crímenes de la GCE fueron, como ha dicho guscano, el fruto de odios o intereses larvados con anterioridad. En esto no pesaban las ideas políticas, sino simplemente el deseo de aprovechar el "río revuelto" para el beneficio personal. Esto ha ocurrido en todas las guerras civiles.

Un puñado de bárbaros con intereses aprovechan un espacio de poder que les llega, de repente, para usarlo a su beneficio. De ahí las atrocidades, crímenes y atropellos varios. Si un tipo con unas aspiraciones X se convertía, de la noche a la mañana, en un "jefecillo" anarquista o falangista (por poner dos ejemplos de los muchos posibles) tenía un margen de maniobra amplio. Con el caos de la guerra era prácticamente imposible controlar a todos y los desmanes se convirtieron en moneda de cambio. La extorsión estaba a la orden del día, en función del lado geográfico que te hubiese tocado.

Mezclar eso con ideas políticas, sean del color que sean, es un error. Así es la historia.


Saludos