La toma del puente Pegasus
Publicado: 11 03 2011 19:38
La toma del puente Pegasus
Asalto desde el aire en Normandía
Después de una meticulosa preparación de varios meses, en la que nada se dejó al azar, un selecto grupo de soldados británicos fue transportado a Francia a bordo de planeadores con el objetivo de tomar intactos los dos puentes que cruzaban, respectivamente, el río Orne y el canal de Caen. Fue una de las acciones más audaces de toda la Segunda Guerra Mundial.
El plan
Según los planes aliados para el desembarco en las costas francesas de Normandía, la llamada playa Sword era la más oriental de las dos asignadas a las tropas británicas. Su flanco este estaba configurado por el estuario del río Orne y por el canal de Caen, dos cauces de agua que fluían abundantes y en paralelo uno con el otro, separados por apenas unos centenares de metros. Para garantizar el cruce de ambos por parte de las tropas que iban a desembarcar, era preciso tomar intactos los dos puentes que cruzaban, respectivamente, el Orne y el canal, a la altura de Bénouville y a mitad de camino entre Caen y el mar. El comandante de la 6ª División Aerotransportada, el Mayor General Richard Gale, decidió enviar un grupo especial de asalto en seis planeadores con el objetivo de cumplir esa misión. Lo mandaba el Mayor John Howard.
El plan
Según los planes aliados para el desembarco en las costas francesas de Normandía, la llamada playa Sword era la más oriental de las dos asignadas a las tropas británicas. Su flanco este estaba configurado por el estuario del río Orne y por el canal de Caen, dos cauces de agua que fluían abundantes y en paralelo uno con el otro, separados por apenas unos centenares de metros. Para garantizar el cruce de ambos por parte de las tropas que iban a desembarcar, era preciso tomar intactos los dos puentes que cruzaban, respectivamente, el Orne y el canal, a la altura de Bénouville y a mitad de camino entre Caen y el mar. El comandante de la 6ª División Aerotransportada, el Mayor General Richard Gale, decidió enviar un grupo especial de asalto en seis planeadores con el objetivo de cumplir esa misión. Lo mandaba el Mayor John Howard.
Un grupo de paracaidistas británicos poco antes de abordar el planeador que les llevaría a Normandía. Uno de ellos ha escrito con tiza en el lateral del Horsa "El Canal os detuvo, pero no a nosotros. Ahora nos toca a nosotros" ante las carcajadas de sus compañeros
Comienza la misión
Eran las 11 de la noche del 5 de junio de 1944, la víspera del Día D. Para el mayor Howard y sus 181 hombres, la histórica jornada se adelantaba unas horas, las necesarias para cumplir una misión decisiva para el éxito de la operación. A esa hora, los seis planeadores del grupo formado en torno a la compañía D del segundo batallón del regimiento de infantería ligera Oxfordshire and Buckinghamshire despegaron de Inglaterra y pusieron rumbo a un objetivo preciso y a un destino incierto.
Despegue de un planeador Horsa AS.51, remolcado por un C-47
Los planeadores deberían aterrizar en dos grupos de tres junto a cada uno de los puentes, donde se suponía que les esperaba una guarnición de unos cincuenta alemanes. Para que no se escuchara el ruido de los aviones de remolque, los planeadores Horsa fueron liberados de los aviones que los remolcaban a cinco mil pies de altura, iniciando un largo descenso que ha quedado inmortalizado en las inolvidables imágenes de la película “El Día Más Largo”. Howard viajaba con la primera sección de la compañía en el planeador de vanguardia del grupo de tres que transportaba al contingente que debía tomar el puente del canal de Caen, el que pasaría a la historia con el nombre de puente Pegasus.
El aparato aterrizó a las 00:16 del día 6 de junio de 1.944 apenas a cuarenta metros del objetivo, sobre unas alambradas, y la violencia del choque fue tal que lanzó a los pilotos por el parabrisas y dejó inconscientes durante unos segundos a los miembros del grupo. El propio Howard salió despedido, rompiendo el cinturón de seguridad, y llegó a pensar que se había quedado ciego o incluso que había muerto. Una vez recuperado el conocimiento, los hombres de Howard evacuaron de las aeronaves mientras el resto los planeadores tomaban tierra. El segundo aterrizó a catorce metros y el tercero a veintidós, en un pantano donde uno de los hombres se ahogó antes de poder ser asistido. El aterrizaje supuso una excepcional labor de pilotaje de los inestables planeadores, y sin duda la operación de este tipo mejor conseguida de toda la guerra.
Croquis de la zona de aterrizaje de los planeadores, donde se identifican los elementos más característicos del terreno
Las dos vías de agua y la zona donde aterrizaron los planeadores que efectuaron el ataque. En la parte superior izquierda se observan los tres planeadores que atacaron el puente Pegasus
Primer plano de dichos planeadores tomada el mismo Día-D. La foto evidencia la pericia de los pilotos de los planeadores, que lograron aterrizar a pocos metros de su objetivo, a pesar de la limitada maniobrabilidad de los inestables Horsa
Los combates
Los hombres de la primera sección cargaron contra el puente sobre el canal de Caen antes de que los centinelas alemanes pudieran reaccionar, mientras todo ello era observado por Howard desde su puesto de mando instalado dentro de una zanja. La acción se saldó con la desgraciada pérdida del teniente Danny Brotheridge, que lideraba el ataque, y cinco heridos más. Brotheridge fue el primer caído del Día D en Normandía.
Foto del teniente Danny Brotheridge, el primer soldado británico muerto en acción el Día-D
Tumba del teniente Danny Brotheridge en el cementerio de la iglesia de Bénouville. La placa conmemorativa situada tras la tumba fue donada por la familia Gondreé, dueña del famoso Café Gondreé
En el puente del Orne, uno de los tres planeadores se desvió del camino y aterrizó cerca de otro puente, situado sobre el río Dives. Los otros dos aterrizaron a 275 y a 640 metros de su objetivo, y para cuando los atacantes lo alcanzaron, los defensores ya habían huido. Aunque ambos puentes se habían preparado para ser demolidos, las cargas explosivas no estaban colocadas. Los hombres de Howard establecieron un perímetro defensivo y se aprestaron a aguardar posibles contraataques mientras escrutaban el cielo en busca de sus camaradas paracaidistas de la 6ª División Aerotransportada.
A las 00:50 horas del día 6, 4.225 paracaidistas saltaron sobre sus objetivos. Más de la mitad cayeron en el lugar correcto y el resto en un área de ocho kilómetros a la redonda. La 5ª Brigada Paracaidista, al mando del Brigadier Nigel Poett, saltó en los alrededores del puente Pegasus, donde llegó con la mitad de sus hombres. Inmediatamente se enzarzó en un confuso y persistente tiroteo con los alemanes de la zona. A las 3:30 horas, el perímetro de Pegaso y de las zonas de salto, aunque bajo constante ataque, estaba lo bastante asegurado como para permitir el aterrizaje de nuevos planeadores con cañones antitanque, así como la llegada del comandante de la División, el general Gale. Éste se instaló en un castillo próximo, y enseguida encontró un caballo con el que desplazarse.
Cerca de las 8 de la mañana, dos aviones británicos Spitfire sobrevolaron los puentes para comprobar si todo iba bien. Howard les hizo señales indicándoles que, en efecto, los puentes seguían en manos británicas y como si fuera una respuesta, uno de los aviones dejó caer un paquete que contenía las primeras ediciones de los periódicos del día. Los hombres de Howard tenían ahora algo con lo que entretenerse.
Una hora más tarde, apenas un poco después de que el general Gale hubiese acudido a saludar al grupo de Howard, dos embarcaciones fluviales alemanas se aproximaron al puente sobre el Orne, haciendo fuego una de ellas con su cañón de 20mm. Los británicos respondieron y consiguieron ponerla fuera de combate con un eficaz disparo de PIAT, el ingenio antitanque que era la respuesta británica al bazooka estadounidense o al panzerfaust alemán. La tripulación se rindió y Howard tuvo que vérselas con una capitán alemán que no paraba de proclamar que los aliados serían arrojados al mar por los soldados del Führer.
A las 10 de la mañana los alemanes hicieron un intento de destruir los puentes, primero con un cazabombardero cuya aparición obligó a los hombres de Howard a ponerse a cubierto. Una bomba hizo un impacto directo en el reducto en el que se encontraba Howard, pero afortunadamente no explotó. Más tarde sufrieron el ataque de un lanzacohetes Nebelwerfer pero la relativa escasez de actividad en torno a los puentes hizo que el mando de la división ordenase a Howard que la primera sección de la compañía acudiera a apoyar a los paracaidista del 7º batallón, muy presionados en Bénouville, mientras que las secciones 5ª y 6ª debían replegarse para proteger los puentes contra posibles contraataques.
Llega el relevo
A eso de las una del mediodía del día 6 de junio, se produjo el esperado contacto entre el grupo de Howard y los soldados británicos que habían desembarcado en la playa de Sword. En este caso, se trataba del Comando Nº 6, encabezado por su jefe, el brigadier Lovat y acompañado de un personaje que se ha convertido en otro de los símbolos perennes del día D: el gaitero Bill Millin cuya música sirvió para alertar a los defensores de Pegaso que la 1ª Brigada de Servicios Especiales (la que encuadraba al Comando nº 6) había llegado al rescate. Desde Pegaso contestaron con dos toques de corneta que la posición estaba asegurada. Lord Lovat cruzó el puente y estrechó la mano de Howard mientras le decía “John, hoy hemos hecho historia”. Howard le dio novedades sobre la situación, informándole de que, pese a la presencia aislada de algunos francotiradores alemanes, los puentes estaban seguros y el terreno despejado.
Encuentro entre tropas aerotransportadas (con casco) y miembros del Comando Nº 6 (con boina), que habían desembarcado unas horas antes en la playa Sword
De los 181 hombres que habían salido el día anterior de Inglaterra, sólo 76 se habían librado de recibir heridas pero su sacrificio se había visto recompensado. El puente Pegasus se convirtió en uno de los lugares emblemáticos de la batalla de Normandía y un referente para cualquier operación aerotransportada que se que se planeara en lo sucesivo.
Foto del puente semanas después del Día-D. A la derecha de la foto se aprecian los planeadores que utilizaron los hombres de Howard para su captura
El Café Gondrée hoy en día. Fue el primer edificio liberado el Día-D
El Capitán Wood, el Mayor John Howard (centro) y Georges Gondrée (izquierda) brindan en una mesa al lado del puente en 1946
Esta foto fue tomada pocos años después de la guerra. El puente sobre el canal de Caen fue rebautizado como "Puente Pegasus" en honor a la unidad que lo liberó el 6 de junio de 1944
El puente Pegasus hoy
Tras la guerra, el puente Pegasus y sus alrededores se convirtieron en un lugar de peregrinación para los aficionados a la historia y los turistas que visitaban esta zona de Normandía. El Café Gondrée se hizo particularmente conocido, y sus dueños mantuvieron la promesa de no cobrar las consumiciones a los veteranos de la 6ª División Aerotransportada, que se reunían en las inmediaciones del puente todos los años para conmemorar la efeméride.
El puente, rebautizado como "Puente Pegasus" tras la hazaña, sufrió en los años sesenta una modificación en su estructura, teniendo que alargarse cuando el canal de Caen se ensanchó para permitir el tráfico de barcos más grandes. Finalmente, el puente fue sustituido por otro más moderno en 1994, quedando el original arrinconado en un desguace. La suerte quiso que no terminase convertido en chatarra, y fue recomprado para formar parte de un gran proyecto de museo que se estaba gestando en la zona del canal de Caen.
Finalmente, el 4 de junio de 2000 se inauguró el "Memorial Pegasus", una gran área temática relacionada con los hechos del 6 de Junio de 1944. En una explanada junto al edificio principal, museo de las tropas aerotransportadas británicas, se colocó el auténtico puente Pegasus, una reproducción de un planeador Horsa y un puente Bailey estadounidense, así como varios cañones y otros vehículos. La visita a este memorial es imprescindible para cualquier persona que se acerque a la zona británica del desembarco.
Memorial Pegasus
El auténtico puente Pegasus
Reproducción de un planeador Horsa
Fuentes / Para saber más:
• The Pegasus Diaries: The Private Papers of Major John Howard, por John Howard y Penny Bates, Pen & Sword Military, 2006
• El Puente Pegasus. El primer combate del Día D, por Stephen E. Ambrose
• The Pegasus Archives
Fotos:
• Imperial War Museum
• Memorial Pegasus
• Les guide des plages du Jour J
Información relacionada en el foro:
• Biografía de John Howard
• Bill Millin, el gaitero del Día D
• Fotos del museo del Memorial
FIN