
Como miembro de la Policía de Seguridad lituana, Algimantas Dailide detuvo judíos que estaban tratando de escapar del gueto de Vilna y los entregó a los alemanes.
Él mintió acerca de sus actividades durante la guerra en su solicitud de inmigración a los EEUU después de la guerra, fue despojado de su ciudadanía americana en el decenio de 1990, y fue deportado en 2003 tras una investigación y un procedimiento judicial que duró más de una década. Dailide huyó y se estableció en Kirchberg, Sajonia, donde ha estado viviendo desde entonces.
El criminal se encuentra en el noveno lugar en la última lista de los 10 más buscados nazis del Centro Simon Wiesenthal. Un tribunal lo condenó por crímenes de guerra en un juicio en Vilna en 2005, pero él se mantiene libre. El mes pasado un alto tribunal se pronunció en Lituania para no encarcelarlo, en parte debido a su frágil salud. Sin embargo, se le vio caminar por la ciudad la semana pasada y desempeñarse normalmente. Dailide, de 87 años de edad, vive con su esposa en un modesto apartamento en Torstrasse 13.
La condena por crímenes de guerra se basó en documentos y testimonios sobre una determinada noche en octubre de 1941, cuando detuvo diez judíos que estaban tratando de escapar del gueto, y otra ocasión en que detuvo a dos judíos polacos.
Lo sucedido con los detenidos no se conoce, pero es seguro asumir que fueron asesinados junto con el 94 por ciento de los judíos lituanos, cuya población era de 220.000 personas antes de la guerra.
Efraim Zuroff, que encabeza la oficina israelí del Centro Wiesenthal definió la decisión del tribunal como "escandalosa" y afirmó que "da testimonio de la manera en que el Gobierno lituano se niega a tratar con el pasado."
Zuroff declaró que el caso es "un ejemplo clásico de cómo una falta de voluntad política para lidiar con los crímenes del pasado, junto con las circunstancias derivadas de edad avanzada, liberan a los criminales nazis de cumplir sus condenas."
Fuente: Aurora