
"Presentamos excusas a los espectadores, a lo invitados llegados de Italia y a los jugadores de los dos equipos", aseguró la HNS en un comunicado.
En ese partido apareció una cruz gamada en uno de los costados, en un dibujo que solo pudo aparecer con el corte de la hierba o pintado. En el descanso, los cuidadores del césped la borraron.
El partido del grupo H de clasificación para la Eurocopa-2016, que acabó con empate a un gol, se celebró a puerta cerrada por una sanción de la UEFA contra la HNS.
"Se trata sin duda de un acto criminal, de un sabotaje que condenamos y pedimos a la policía y a los órganos de justicia que esclarezca este hecho que comporta prejuicios sobre el fútbol croata", declaró la federación en el comunicado.
Su presidente, el exjugador Davor Suker, se mostró "triste y preocupado" en conferencia de prensa este sábado.
"Siento pena por los jugadores y el entrenador (...) estamos conmocionados y molestos. Es un acto vergonzoso que nos humilla a todos. Estoy convencido que las autoridades descubrirán a los responsables, pero la vergüenza se queda", declaró.
El historial de accidentes protagonizados por la hinchada croata es muy largo: en San Siro, sin ir más lejos, en el partido de ida el árbitro suspendió el partido durante cinco minutos por el lanzamiento de bengalas. A finales de marzo, contra Noruega, se registraron cánticos racistas y lanzamientos de objetos. En agosto de 2006, de hecho, apareció otra esvástica. Era el primer amistoso de Italia después de la victoria en el Mundial, se jugó en el campo del Livorno. Los hinchas croatas se colocaron de tal manera en las gradas como para que apareciera el dibujo de una esvástica.
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