Mensaje
por Erwin Rommel » 03 03 2015 01:55
¿Existió alguna motivación común en estos conflictos anteriores a la 2GM y que se desarrollaron a lo largo y ancho del orbe?
Es imposible encontrar una única motivación de fondo para la 2GM. Pero sí que se puede rastrear una serie de elementos que formaron un caldo de cultivo óptimo para que la guerra global estallase por primera vez en la historia.
1. Un cambio de época irreversible
En la primera parte del siglo XX una serie de países (Japón, Alemania, Italia) cayeron en manos de grupos políticos conservadores de profundas creencias nacionalistas que buscaban forjar un imperio al estilo del siglo XIX. Esos conceptos estaban ya pasados de moda totalmente y, de hecho, los imperios vigentes (Francia, Inglaterra) estaban a punto de desaparecer, como resultado de las dos guerras mundiales. Pero estos tres países querían sentarse a la mesa de las potencias globales a toda costa, sin importarles que el modelo político al que ellos aspiraban estuviese ya caduco. Esto provocó un choque inevitable: los países con aspiraciones de nuevos imperios trataron de apoderarse de los restos de los viejos imperios, que estaban en descomposición potencial tras la 1GM.
En última instancia, eso es lo que fue la 2GM: el intento de unos por hacerse con los imperios (materiales o en la sombra) de otros: Italia trató de quedarse con los territorios de influencia francesa y, sobre todo, británica en el Mediterráneo y África; Japón intentó sustituir al imperio chino en extinción y, además, quedarse con la influencia de las potencias europeas como foco principal de poder en el Extremo Oriente antes de que lo hiciesen los emergentes Estados Unidos; Alemania, por su parte, trataba de tragarse la mayor parte de las naciones no imperiales de la Europa continental, en las cuales la influencia de Inglaterra y Francia era muy alta.
En segundo término, otros estados (la URSS sobre todo, pero también Turquía, España...) esperaban aprovechar el choque global para llevarse su parte, pescando en río revuelto. Pero todos estos países se equivocaban, porque sus modelos imperiales iban a desaparecer, en beneficio de un nuevo concepto de imperio blando. Los dos principales ganadores de la 2GM serían precisamente imperios "blandos": Estados Unidos y la URSS.
2. Crisis de modelos económicos
El siglo XX implicó la llegada de la modernidad en el ámbito económico, con la implantación paulatina del concepto de libre mercado y la llegada del modelo capitalista. Esto provocó múltiples reacciones por parte de aquellas naciones que defendían permanecer en presupuestos económicos clásicos, con un estado central de corte aristocrático que se encargaba prácticamente de toda la máquina económica, a través de decisiones políticas directas. Todas las potencias de raíz fascista (Italia, España, Alemania) defendían ese modelo anticuado, en el cual era el gobierno el que marcaba las líneas económicas del país de forma directa. Exactamente el mismo modelo económico que habían usado la mayoría de monarquías e imperios hasta entonces.
Como herencia de ese modelo también nació la economía marxista, pero en ella en lugar de ser una élite aristocrática la que gestionaba la economía [se suponía que] era el estado, en nombre de todos los ciudadanos, el que lo hacía. En todo caso, el comunismo era exactamente igual que los fascismos en su modelo económico dirigido y, por tanto, contrario al capitalismo, aunque eventualmente durante la 2GM capitalismo y comunismo se aliarían contra los fascismos. La única diferencia -en teoría- entre el comunismo y el fascismo estaba en quién ocuparía ese gobierno económicamente todopoderoso.
Muchos de los conflictos previos a la 2GM fueron una toma de posiciones de estos modelos económicos. Esto se ve muy claramente en la GCE, donde todos los modelos se pusieron sobre la mesa, aunque la mayor debilidad era la de los defensores del capitalismo, ya que las principales potencias capitalistas declinaron actuar directamente en España. En mayor profundidad, la lucha en Europa estaba entre aquellos que defendían un modelo de estado paternal que cobijase a los ciudadanos bajo su manto y aquellos que defendían que los trabajadores (el famoso "proletariado") eran quienes debían ocupar directamente el gobierno de sus estados.
El miedo al comunismo dotaría de una extrema complejidad todos los conflictos previos a la 2GM y la propia Segunda Guerra Mundial, puesto que la principal potencia comunista (la antigua Rusia) era teóricamente aliada histórica de algunos países democráticos como Francia, a pesar de que su nuevo modelo político y económico se acercaba más al de los fascismos que al capitalista.
3. Crisis de modelos políticos
Tradicionalmente se ha definido, de forma muy básica, la 2GM como una guerra entre democracias y dictaduras. Esto es un absoluto error. En ambos bandos hubo dictaduras, como sabemos. Y ambos bandos apoyaron dictaduras por intereses estratégicos.
En realidad, los modelos políticos que combatieron en la 2GM entre sí eran el modelo de imperio directo y el modelo de imperio indirecto. Los primeros, como defendían una economía planificada y controlada por el estado, necesitaban de control directo (conquista) del territorio para poder extender su poder económico. Ese era el modelo de Japón, Alemania, Italia o España, pero también en buena medida el de la Rusia zarista, del cual la URSS tuvo que irse desprendiendo. Enfrente estaban aquellos viejos imperios que ya estaban asumiendo lo inevitable de su desaparición, como Francia e Inglaterra, y que aspiraban a cambiar su dominio político directo por un imperio blando basado en la importancia económica. Precisamente el modelo de imperio "nuevo" eran los Estados Unidos, que aspiraban a controlar a los demás países a través de su economía.
Al final de la guerra, los imperios en la sombra serían el nuevo modelo político de los dos bloques dominantes durante la Guerra Fría, pero con ciertas modificaciones: tanto Estados Unidos como la URSS llegaron a un término medio, adoptando no sólo su fuerza económica como control principal de otros países, sino también definiendo países satélite, con un mayor o menor grado de control directo a través de dirigentes títere o de la influencia sobre los partidos políticos de las democracias resultantes.
Los conflictos previos mostraron la lucha de los modelos políticos caducos por sobrevivir. Esto se ve muy claramente con el Imperio de Japón, que trató de crecer para no desaparecer.
4. Cambio en los modelos ideológicos
El siglo XX ha sido el primer siglo de la Historia en que la humanidad se ha hecho plenamente consciente de la existencia del resto del mundo, un proceso que ya se había desarrollado desde el XIX. En épocas anteriores, los ciudadanos de cualquier lugar del mundo apenas sabían nada de los ciudadanos de otros lugares. Esto fue cambiando durante el siglo XIX, a través de los medios de comunicación pero también de la existencia de imperios comerciales transoceánicos como los de Francia y el Reino Unido. El resultado fue el fuerte asentamiento de nuevas formas de pensamiento social y político que buscaban subrayar las diferencias con los otros países del mundo: los nacionalismos.
En el siglo XVII, por ejemplo, las guerras no eran entre Francia y España, sino entre los intereses de los monarcas de los diferentes países, reyes que muchas veces pertenecían a familias originarias de lugares muy lejanos a los que gobernaban. Los soldados de esas épocas luchaban por el rey o el noble que les pagaba y no les importaba en absoluto cambiarse de bando cuantas veces hiciese falta. A partir de la época de Napoléon los diferentes lugares de Europa empezaron a sentir una sensación de pertenencia: no querían ser invadidos por Francia.
Así -grosso modo- nacieron los nacionalismos. A partir de entonces ya no se les pediría a los hombres que luchasen por su rey, sino que fuesen a la guerra por su "país", un concepto nuevo. Ese fue el nuevo concepto que provocó la 1GM y que se convertiría en el epicentro ideológico de la 2GM. En la 2GM todavía había excepciones. Por ejemplo, Japón, el más anticuado de los países de la 2GM desde el punto de vista social, sí pedía todavía a sus tropas que luchasen por el Emperador, pero eso no impide que el nacionalismo fuese también el motor ideológico del régimen nipón. En la Alemania nazi, Hitler creó un híbrido en el cual él mismo representaba la idea de Alemania, de manera que los soldados de la Wehrmacht luchaban por el Reich y por el Führer al mismo tiempo.
Este choque de nacionalismos se vio en todos los conflictos previos: URSS contra Finlandia, Guerra Civil Española, China contra Japón... En cada caso, el ambiguo concepto de nación aunaba gran cantidad de características y valores abstractos. Por ejemplo, la nación británica sumaba ciertos ideales de libertad y capitalismo mientras que la nación italiana estaba cargada de referentes históricos. La "España" que reclamaban los sublevados en la GCE era una amalgama de tradición, catolicismo y antibolchievismo. Pero en todos los casos, incluido Estados Unidos, el motor ideológico principal de la 2GM y de sus conflictos previos fue el nacionalismo, que sirvió de pretexto moral para disfrazar los intereses económicos en juego.
Saludos