Mientras las fuerzas del Ejército Rojo se adentran en territorio polaco, van desarmando y desarticulando a las fuerzas polacas, desconocen la autoridad de los dirigentes de la Resistencia Polaca y les niegan la posibilidad de organizarse como Unidades Militares Regulares.
Alzamiento de Varsovia (Operación Burza)
FUERZAS CONTINGENTES
Fuerzas Polacas
Sin embargo, grupos partisanos independientes acudieron al llamado de Varsovia. Entre estos se encontraban grupos de judíos que habían escapado del Gueto de Varsovia antes de su destrucción.
El General Antoni Chrusciel, alias "Monter", comandó las fuerzas polacas, dividiéndolas en ocho áreas:
- Sródmiescie, Centro y Ciudad Antigua. (Al este del Gueto judío)
- Zoliborz, Marymont, Bielany (Norte de la ciudad)
- Wola (Oeste de la ciudad)
- Ochota (Suroeste de la ciudad)
- Mokotów (Sur de la ciudad)
- Praga (En el Norte de la Orilla Oriental del río Vístula)
- Powiat Warszawski (Suburbios de la ciudad)
- Grupo de sabotaje Kedyw (Azonal)
- 1.000 rifles
- 1.700 pistolas
- 300 pistolas automáticas
- 60 subfusiles
- 7 ametralladoras, incluyendo MG´s 42
- 35 armas anti-tanque, incluyendo PIAT´s
- 25.000 granadas de mano
En las fábricas se pudieron producir 300 pistolas automáticas, 150 lanzallamas, 40.000 granadas de mano, muchos morteros y hasta un vehículo acorazado.
Fuerzas Alemanas
Para el 1 de agosto, día del Alzamiento, la guarnición alemana de Varsovia consistía en 10.000 soldados bajo el mando del General Rainer Stahel.
Sumando a las tropas ubicadas en la orilla oriental del río Vístula y los miembros de la policía y las SS presentes en Varsovia, la fuerza alemana total oscilaba entre 15.000 y 16.000 hombres.
Estas tropas se habían estado preparando durante meses para resistir en la ciudad, y se habían construido cientos de búnkers de hormigón y muros de alambre de púas, para proteger los edificios resguardados por los alemanes. Además, unos 90.000 soldados adicionales se encontraban en regiones aledañas a la capital.
Para el 23 de agosto, se encontraron las siguientes unidades alemanas, combatiendo:
- Grupo de Batalla Rohr (comandado por el Mayor General Rohr)
- Grupo de Batalla Reinefarth (comandado por el SS-Gruppenführer Reinefarth)
- Grupo de Ataque Brigada Dirlewanger
- Grupo de Ataque Reck (comandado por el Mayor Reck)
- Grupo de Ataque Schmidt (comandado por el Coronel Schmidt)
- Guarnición de Varsovia (comandada por el Teniente General Stahel)
- Varias unidades de apoyo que incluían a rusos, cosacos y azerís
El descubrimiento, en 1943, de la Masacre Polaca de Katyn, donde miles de oficiales polacos fueron asesinados por las fuerzas soviéticas, dañó de forma irreparable las relaciones entre la Unión Soviética y el gobierno polaco constitucional, exiliado en Londres desde 1939.
Al ir liberando el Ejército Rojo los países ocupados por Alemania, quedó claro para los polacos que Stalin no permitiría que se restableciera el gobierno democrático en su país.
Preocupado por esto, el Gobierno Polaco en el Exilio ordenó a los generales del Armia Krajowa, el Ejército de Resistencia Polaco, que intentaran liberar Polonia antes de que los soviéticos.
Si bien era obvio que este ejército no contaba con suficientes recursos para mantener el país, pensaban expulsar a los alemanes por un tiempo, nada más.
El gobierno polaco en el exilio, comprendió entonces que las intenciones de los soviéticos iban más allá de la sola liberación y de empujar a los alemanes hacia el oeste.
Estaba muy claro que tenían la intención de ocupar el país, y quien sabe si tratarían de desarticular nuevamente a Polonia al estado que tenía antes de la Primera Guerra Mundial, exceptuando a los alemanes por supuesto, que debían perder los derechos sobre Danzig y la eliminación de toda Prusia, por no mencionar la desaparición total de Alemania y toda su cultura.
Ante este estado de cosas, el 26 de julio de 1944, urgentemente convocaron al General Komorowski, a la sazón líder de la resistencia en Polonia y su delegado J. S. Jankowski, para que hiciera todo lo posible por adelantarse a los rusos, mediante un alzamiento popular y total en toda Polonia, en especial en Varsovia, para tomar el control de la capital, antes de la llegada de los soviéticos. El plan recibió el nombre clave de Operación Burza (tormenta). Suficiente para que los Aliados liberaran Polonia definitivamente.
Para el 13 de julio de 1944, los soviéticos llegaron a la antigua frontera polaca-soviética, y los generales del Armia Krajowa tuvieron que tomar una decisión: luchar contra Alemania, a pesar de que no contaban con apoyo extranjero concreto y recursos suficientes; o esperar a la llegada del Ejército Rojo, conociendo que la propaganda soviética había acusado al Armia Krajowa de colaborar con los nazis y de ser unos cobardes.
Además, los polacos tenían conocimiento de que los miembros del Armia Krajowa que habían participado en el Levantamiento de Wilno (actual Vilna), habían sido ejecutados o enviados a los gulags rusos de Siberia.
El 27 de julio, el gobernador nazi de Polonia, Hans Frank, ordenó a 100.000 polacos que se presentaran en distintos puntos de la ciudad, para ayudar en la construcción de fortificaciones.
El Armia Krajowa vio esta orden como un intento de desmembrar la resistencia polaca y ordenó a su vez que la orden alemana no debía ser acatada.
Mientras tanto, la propaganda soviética intensificó sus ataques contra la resistencia polaca, asegurando que esta estaba esperando con los brazos cruzados que la Unión Soviética liberara Varsovia.
Al mismo tiempo, radió mensajes a Polonia, urgiendo la necesidad de alzar el país y de cortar las líneas de comunicación alemanas.
El 29 de julio, las primeras tropas soviéticas llegaron a los suburbios de Varsovia, en la orilla oriental de río Vístula, pero varias divisiones de panzer alemanes aniquilaron al 90% de esta fuerza. Este episodio es conocido como la "Batalla de Radzymin".
Preocupados de que el ignorar la orden del 27 de julio se generaran represalias contra la población civil, los generales polacos decidieron adelantar el levantamiento y el 1 de agosto, el general Tadeusz Bór-Komorowski llamó a sus tropas a movilizarse.
INICIO
31 de julio de 1944
El último día del mes de julio de 1944, a las 5 de la tarde, Komorowski dio la orden al coronel Antoni Chrusciel para iniciar el alzamiento popular y las acciones armadas.
Las fuerzas polacas contaban en Varsovia con aproximadamente unos 50 mil efectivos, 30 mil de ellos desarmados, a los que se sumaron unos 1700 guerrilleros pertenecientes a varios grupos de la resistencia, que ya operaban contra los alemanes y que se manifestaron dispuestos a unirse al alzamiento armado.
Las necesidades de armas y municiones eran extremas, porque el inventario apenas sumaba 1000 fusiles, 300 pistolas automáticas, 1.700 revólveres, 60 sub-ametralladoras, 35 armas antitanque, y 25 mil granadas.
Las fuerzas alemanas de ocupación, al mando del general SS General Erich von dem Bach-Zelewski contaban con 11.000 hombres, más efectivos de la Wehrmacht en número un tanto superior a los 15.000 hombres bajo el mando del General Stahel.
Al comenzar las operaciones, los polacos lograron tomar posiciones en el banco izquierdo del Vístula, pero fue imposible que lograran vencer la resistencia de los alemanes en los puentes. Una vez que llegaron los refuerzos alemanes, el empuje de los polacos comenzó a ceder.
Entre los días 3 y 4 llegaron nuevas unidades SS y de la policía a quienes Himmler ordenó arrasar la ciudad si fuera necesario para acabar con el alzamiento. La Resistencia Polaca fue denodada, pero estéril y le costó la vida a unos 25.000 ó 30.000 civiles.
El día 8 salió al aire la radio insurgente Blyskawica que mantuvo informados a los habitantes de Varsovia sobre el curso de los acontecimientos. Los alemanes siguieron reforzando a sus fuerzas, sobre todo porque los soviéticos detuvieron su ofensiva contra la ciudad.
Las fuerzas del General von dem Bach-Zelewski fueron aumentadas en 25.000 hombres más, incluyendo unidades de la División Panzer "Hermann Göring" y de la 19º y 25º divisiones Panzer.
Además del apoyo de la Luftwaffe, emplearon unidades de zapadores para volar los edificios donde se atrincheraban los guerrilleros, utilizaron minas autopropulsadas Goliath, lanzacohetes y morteros Karl, de 600 milímetros.
11 de agosto de 1944
El último bastión de la resistencia en el distrito Ochota, fue quebrado el 11 de agosto al mismo tiempo que las fuerzas de Komorowski en el distrito Wola eran expulsadas y obligadas a abandonarlo.
El 19 de agosto, los alemanes lanzaron el asalto definitivo en la parte vieja de la ciudad. Las fuerzas polacas hicieron dos intentos, los días 20 y 22, tratando de perforar las líneas alemanas, separando la parte vieja de la ciudad del distrito Zoliborz, con el alto precio de 400 bajas.
De nada valieron los pedidos de ayuda del General Bor, para que los rusos atacaran. Británicos y estadounidenses no lograron persuadir a Stalin para que reanudara la ofensiva. A finales de mes, los polacos tuvieron que escapar usando los canales de alcantarillado para poder pasar por debajo de las zonas controladas por los alemanes.
Unos 4.500 hombres lograron salir del centro de la ciudad y unos 800 de Zoliborz. Las fuerzas polacas fueron apoyadas por lanzamientos de aprovisionamientos y armas que empezaron las noches del 4 al 5 de agosto.
La RAF hizo 116 salidas, las unidades polacas hicieron 96, todos con pérdidas considerables, perdiendo 19 avione los primeros y 15 aparatos los segundos.
Fortalezas B-17 de EEUU, que debían continuar el vuelo después de dejar la zona de Varsovia para reabastecerse en bases soviéticas, fueron atacadas por la artillería antiaérea rusa y una vez en tierra no recibieron la debida asistencia rusa.
Hasta el 10 de septiembre, las fuerzas soviéticas observaban impasibles los combates aéreos desde unos pocos kilómetros a las afueras de Varsovia, donde esperaban acantonadas a la espera del desenlace.
3 de setiembre de 1944
Entre los días 3 y 6 de septiembre, los alemanes arremetieron contra Powisle e iniciaron las acciones finales contra Czerniakóv, iniciando en algunos sectores conversaciones para la capitulación.
Ya cuando la suerte de los polacos estaba echada, las fuerzas soviéticas reanudaron el avance contra la capital polaca. Lanzaron algunos aprovisionamientos en paracaídas y la aviación de caza soviética inició acciones contra los bombarderos alemanes.
Los polacos, decidieron reanudar la lucha, suspendiendo las negociaciones de capitulación, lo que reavivó los combates. La ayuda soviética sirvió al propósito de aumentar el desgaste de ambas fuerzas en su propio beneficio.
Entre el 13 y el 15 de septiembre, unidades del Primer Ejército Polaco lanzadas en paracaídas, se subordinaron a los soviéticos, empujando a los alemanes que abandonaron el banco derecho del Vístula.
Después de un largo período de espera para obtener la aprobación soviética, el 18 de septiembre, 107 Fortalezas Volantes B-17 de EEUU, que aterrizaron en Ucrania, se aprestaron para iniciar operaciones contra los alemanes.
Los alemanes reiniciaron las acciones recuperando la zona mientras las fuerzas polacas huían en desbandada por el alcantarillado de la ciudad.
Luego de asegurar los distritos de Sadyba y Sielce, el 24 de septiembre, las fuerzas del general von de Bach-Zelewski, iniciaron la ofensiva en el sur de la ciudad.
La 19º división Panzer atacó en Zoliborz el 29 de septiembre, terminando con la resistencia polaca que al día siguiente capituló en esa parte de la ciudad.
Los dos meses de lucha fueron una dura prueba de supervivencia del pueblo polaco, defendiéndose de los alemanes, ante la amenaza soviética, que estaba agazapada esperando el momento para lanzarse al ataque y ocupar la ciudad.
Cientos de miles de civiles permanecieron escondidos en los sótanos de sus casas semidestruidas.
Decenas de miles murieron por enfermedades y heridas, por falta de agua, alimentos y medicinas.
Ante ese estado de cosas, el general Tadeusz Komorowski ordenó cesar el fuego y capitular.
Como Comandante en Jefe de las fuerzas soviéticas, delegó el mando en el General Leopold Okulicki y lo nombró su sucesor en el mando de la resistencia polaca.
Capitulación: 3-10-1944
La capitulación fue firmada la noche del 2 al 3 de octubre de 1944 en Ozarów, cerca de Varsovia, por el el general Tadeusz Bór-Komorowski.
De acuerdo con el documento firmado, la Wehrmacht se comprometía en tratar a los polacos sublevados de acuerdo con los términos establecidos en las Convenciones de Ginebra, además de respetar la vida de los civiles de Varsovia.
Más de 15.000 combatientes polacos marcharon al cautiverio en campos de prisioneros con el general Komorowski, a partir de la inmediata desmantelación del Ejército Polaco. Las bajas fueron de unos 18.000 hombres. Las tropas polacas registraron 6.000 heridos graves que permanecieron en la capital. Aproximadamente 150.000 civiles murieron como consecuencia de los combates.
Unos 6.000 combatientes polacos lograron huir y se mezclaron con la población civil, con la esperanza de poder volver a sublevar al pueblo de Varsovia más adelante si fuera necesario. Los alemanes perdieron a unos 10.000 hombres, entre muertos y heridos.
La población entera de Varsovia fue enviada al campo de concentración Durchgangslager 121 en Pruszków, de manera temporal. Se calcula que entre 350.000 y 550.000 civiles fueron enviados a ese campo, de los cuales 90.000 fueron enviados luego a campos de trabajo en Alemania, 60.000 enviados campos de la muerte en Ravensbruck, Auschwitz, Mauthausen, etc. El resto de la población fue dispersada por el Gobierno General de Polonia. Una vez Varsovia estuvo vacía, los alemanes continuaron con la demolición de la misma.
Grupos de ingenieros alemanes llegaron a la zona para iniciar la demolición controlada de los edificios que habían sobrevivido. Siguiendo las órdenes de Hitler, se empezaron a trazar planes para convertir Varsovia en un lago. Con la ayuda de explosivos y lanzallamas, casa por casa, todas fueron arrasadas. La destrucción fue organizada, prestando especial atención en los monumentos históricos, en los archivos nacionales y en los distintos puntos de interés.
Para enero de 1945, el 85% de los edificios fueron destruidos: el 25% durante el Alzamiento, mientras que el 35% fueron destruidos posteriormente, por los escuadrones de ingenieros.
Se calcula que en total fueron destruidos 10.455 edificios, así como 923 edificios históricos (el 94% del total), 25 iglesias, 14 bibliotecas, incluyendo la Biblioteca Nacional, 81 escuelas de primaria, 64 escuelas secundarias, la Universidad de Varsovia y la Universidad Politécnica de Varsovia.
Cerca de 1.000.000 de personas perdieron todas sus propiedades. El número de pérdidas se calcula en cerca de 40.000.000.000.000 de dólares estadounidenses de 1939. En 2004, el gobierno de Varsovia calculó que las pérdidas en propiedad municipal se acercaban a los 45.000.000.000.000 de dólares estadounidenses de 2004. Por supuesto, esto no incluye a las propiedades de los habitantes de la ciudad. El concejo municipal de Varsovia continúa solicitando hasta el día de hoy, una indemnización a Alemania.
La reconstrucción de Varsovia, se realizó con la ayuda de paisajes realizados por las escuelas de arte de los pintores italianos Bacciarelli y Canaletto siglos atrás. Finalmente el 17 de enero de 1945, meses después del Alzamiento, el Ejército Rojo reanudó la ofensiva contra Varsovia y entró en las ruinas de la capital, cruzando el río con relativa facilidad.
En cuestión de horas, el mando soviético capturó toda la ciudad, encontrando la mayor resistencia en el área de lo que había sido la Universidad de Varsovia, donde sin embargo lograron barrer a los defensores alemanes en una hora.
Esta rápida victoria se logró, en parte, porque unas semanas antes, el IV Cuerpo SS Panzer había sido retirado para participar en la batalla de Budapest.
Durante las semanas que duraron los combates, antes de la rendición de Varsovia, Stalin demostró sus verdaderas intenciones, preludio de lo que sucedió en todo el este de Europa.
Por eso, ante lo sucedido, las relaciones entre los Aliados, cubiertas desde mucho antes con el manto de la desconfianza, comenzarían a deteriorarse, desembocando en la Guerra Fría y la caída del Telón de Hierro a partir de 1946.
Era ya innegable que Stalin luchaba la guerra a su modo, sin respetar los acuerdos, pero sí exigiendo la ayuda que sus aliados nunca le negaron.
RECUERDO