El alcalde, el independiente Jean-Pol Oury, reunió a principios de diciembre a un consejo municipal extraordinario para tratar el tema de urgencia, a raíz de una polémica nacida por la revelación por parte de un diario local de la existencia de esta calle. La delegación del Gobierno de las Ardenas se había sumado a las críticas de las asociaciones de defensa de la memoria de los deportados y había enviado unos días antes un correo a la municipalidad, recomendándole que pusiera fin a la situación. Finalmente, la decisión fue tomada por unanimidad por los nueve consejeros municipales que optaron por el apelativo neutro de calle Belle-Croix, en referencia a la capilla que se encuentra al final de la vía.
Un pueblo de tres calles
"A nosotros nos daba igual que se llamara Pétain o de otra forma", explica el alcalde de la localidad desde 1995. "Votamos la decisión por unanimidad para estar tranquilos", añade Oury, quien asegura que a consecuencia de la mediatización de este caso llegó a recibir cartas anónimas amenazantes. "Hasta entonces no le molestaba a nadie, somos simplemente un centenar de habitantes en un pueblo con tres calles con nombre de tres héroes de la Primera Guerra Mundial", concluye.
La calle de la discordia fue bautizada en 1920, antes de que Philippe Pétain se convirtiera en el jefe de la Francia colaboracionista. El militar completaba el trío formado por los mariscales Ferdinand Foch y Joseph Joffre, los tres reconocidos como héroes durante la Primera Guerra Mundial, nombres que se atribuyeron a las tres calles del pueblo. Entonces se honraba al Pétain que se distinguió al dirigir la batalla de Verdun, una de las más sangrientas y simbólicas del conflicto de 1914-1918, una localidad que se encuentra a apenas 50 kilómetros de Tremblois-lès-Carignan.