El hombre, de apellido Zhang, descubrió el proyectil el martes cuando estaba desenterrando tuberías de agua en el patio trasero de su casa e informó a la policía local.
El proyectil oxidado mide 58 centímetros de largo y 15 de diámetro. Está bien preservado y todavía representa un alto riesgo. La policía lo trasladó a un lugar seguro para realizar una investigación.
La policía también emprendió una revisión minuciosa del sitio para garantizar la seguridad de los residentes locales.
Las tropas japonesas invadieron el noreste de China en septiembre de 1931 y ocuparon la región hasta que se rindieron en agosto de 1945. Después del retiro japonés, una gran cantidad de bombas, proyectiles y minas quedaron abandonadas. Los explosivos no descubiertos siguen representando una amenaza para los residentes locales.
Nota : La bomba de la foto no es la del incidente. La nota carecia de imagen
Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2018-11/23/c_137625178.htm
