GUIÓN: James Clavell y W.R. Burnett (Libro original: Paul Brickhill)
MÚSICA: Elmer Bernstein
FOTOGRAFÍA: Daniel L. Fapp
REPARTO: Steve McQueen, James Garner, Charles Bronson, Richard Attenborough, James Coburn, James Donald, Donald Pleasence, David McCallum, Gordon Jackson
PRODUCTORA: Coproducción EEUU. / Alemania; MGM / UA
SINOPSIS
Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Un grupo de oficiales ingleses y norteamericanos que están prisioneros en un campo de concentración nazi, se proponen organizar una fuga en la que se verán implicados doscientos cincuenta presos. Para llevar a cabo su plan comienzan a excavar tres túneles.
"Aunque el engaño sea detestable en otras actividades, su empleo en la guerra es laudable y glorioso, y el que vence a un enemigo por medio del engaño merece tantas alabanzas como el que lo logra por la fuerza."
Nicolás Maquiavelo.
De pequeño me encantaban las escenas en las que huye con la moto. Cuando salio el videojuego Prisioner of war no me quedo mas remedio que comprármelo porque me recordo un monton a esta peli jejej.
"La Gran Evasión" (1962), junto con "Doce del patíbulo" (1967), me parece la mejor película clásica de la 2GM. No son cine realista en el sentido estricto, sino más bien cine bélico de corte heroico, muy cercano al género del western en su narrativa, su puesta en escena y su épica. Pero yo me aficioné al cine de la 2GM de niño viendo reposiciones de estas películas en la televisión y siempre era una fiesta cuando reponían alguna de las dos.
En concreto, "La Gran Evasión" tiene todos los ingredientes de una buena película de suspense: reparto amplio y solvente, excelente banda sonora, un guión simple pero bien armado con frases legendarias y escenas míticas... En trabajo de John Sturges es imponente, creando una película con muchísima personalidad, como es de esperar del director de "Duelo de titanes" y "Los siete magníficos". El aire de western de esta última película, hecha sólo dos años antes (1960), se aprecia también en "La Gran Evasión", compartiendo además a dos grandes como McQueen y Coburn.
Nunca defrauda. Un ejemplo de cómo el cine clásico lograba atrapar al espectador sin utilizar sangre a ríos, millones de explosiones, efectos visuales deslumbrantes o movimientos de cámara epilépticos. Una maravilla.