Notas sobre la Marina de Vichy

Descripción: El texto del armisticio se estructuraba en veinticuatro artículos; uno de ellos, el VIII, determinaba el destino de la Flota francesa.

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Notas sobre la Marina de Vichy

Mensaje por 2GM » 17 04 2012 14:32

NOTAS SOBRE LA MARINA DE VICHY (I)

LA OPERACIÓN CATAPULTA


AUTOR: Joaquín RUIZ DÍEZ DEL CORRAL Teniente Coronel Auditor

REVISTA GENERAL DE LA MARINA (ENERO–FEBRERO 2009)



  1. ANTECEDENTES
  2. CONFLICTO FRANCO-BRITÁNICO
  3. MERS-EL-KEBIR
  4. ALEJANDRÍA
  5. DAKAR
  6. LA OPERACIÓN AMENAZA
    F1. Primer día de Combate
    F2. Segundo día de Combate
    F3. Tercer día de Combate
  7. EXTREMO ORIENTE
    G1. La Guerra y el Armisticio
    G2. Una Guerra no Declarada
    G3. Batalla de Koh Chang



A. ANTECEDENTES
Transcurrido el primer año de guerra sin que el frente franco-alemán se hubiera movido un solo metro, la ofensiva alemana de mayo de 1940 pone fin a la Drôle de Guerre barriendo al Ejército francés y al cuerpo expedicionario británico que lo apoya. La derrota es absoluta, una auténtica catástrofe que provoca la desbandada de los ejércitos, el hundimiento de la Administración y la huida despavorida de la población: el sálvese quien pueda.

La derrota no se justifica tanto por una aplastante superioridad militar germana, que no era tal, como por la incompetencia del alto mando militar francés, la inanidad de la clase política y la profunda desmoralización social. El 16 de junio, el presidente de la República, Albert Lebrun, acepta la dimisión del primer ministro Paul Reynaud y nombra en su lugar al viejo Mariscal Petain, hasta ese momento embajador en Madrid.

El derrumbe de Francia es inminente. El día 18, Charles De Gaulle, subsecretario de Defensa, ascendido en abril a General de Brigada, desde su refugio de Londres hace un llamamiento por la BBC para continuar la lucha. Sus palabras se las lleva el viento. Dos días después Pétain se dirige por radio a los franceses: «Estuve con vosotros en los días de gloria y estaré ahora en los de sombra».

Mariscal PetainMariscal Petain
El Gobierno francés autoriza al embajador de España, José Félix de Lequerica, a realizar gestiones ante los alemanes para conseguir un armisticio. Éste se firma el día 22 en Rethondes, en el mismo coche restaurante de la Compañía Internacional de Coches Cama en el que se había acordado el que en noviembre de 1918 puso fin a la Primera Guerra Mundial.

El armisticio suponía la ocupación por Alemania de la mitad norte de Francia, así como de la totalidad de su costa atlántica. En la zona no ocupada el Gobierno francés seguía ejerciendo sus funciones y Francia conservaba íntegramente su imperio colonial, su Marina de guerra, que había quedado prácticamente incólume y era una de las más poderosas y modernas del mundo, así como un pequeño ejército de 100.000 hombres.

Las condiciones del armisticio, siendo gravosas, no lo fueron especialmente si se tiene en cuenta la magnitud de la derrota y que, de entre los países ocupados por Alemania (Bélgica, Holanda, Dinamarca, Noruega, y después Grecia y Yugoslavia), fue Francia el único que conservó su soberanía y sus propias instituciones.

Coche cama donde se firmó el armisticioCoche cama donde se firmó el armisticio
El texto del armisticio se estructuraba en veinticuatro artículos; uno de ellos, el VIII, determinaba el destino de la Flota francesa: «La Flota de guerra francesa será concentrada en los puertos designados al efecto, bajo control italiano o alemán, para ser desmovilizada, a excepción de aquellas unidades entregadas al gobierno francés para la protección de sus intereses en su Imperio colonial….»

El gobierno alemán declara solemnemente al gobierno francés que no tiene la intención de emplear en misiones de guerra a la Flota de guerra francesa que esté bajo su control, con excepción de unidades guardacostas y dragaminas.»

También, solemnemente manifiesta que no pretende hacer reclamaciones sobre la Flota de guerra francesa al establecerse la paz. »Todos los barcos de guerra que estén fuera de Francia deberán recalar en puerto francés con excepción de las unidades que se designen para representar los intereses franceses en el Imperio colonial.»


Ayuntamiento de VichyAyuntamiento de Vichy
El 10 de julio, las Cámaras, constituidas en Asamblea Nacional, se reunieron conjuntamente en la ciudad balnearia de Vichy y confirieron al mariscal Pétain, por 569 votos a favor y 80 en contra, «todos los poderes del gobierno de la República, con el propósito de promulgar, mediante uno o varios decretos, una nueva constitución que garantice los derechos de la familia, el trabajo y la Patria».

Se otorgan plenos poderes al héroe de Verdún para que, aupado sobre su indiscutido prestigio, trate de salvar los restos del naufragio. La III República ha muerto. Acaba de nacer la Francia de Vichy.



B. CONFLICTO FRANCO-BRITÁNICO
El Gobierno francés, cuando empezó a ver que la guerra iba a perderse, había sostenido ante el británico que bajo ningún concepto y en ninguna circunstancia los buques de guerra franceses caerían en manos del enemigo. El Gobierno surgido del armisticio mantuvo esa decisión.

El día 24 de junio, el Almirante Jean François Darlan, nombrado ministro de Marina la víspera, dirigió un mensaje a los comandantes de las diversas fuerzas navales en el que ordenaba que los buques de guerra que debían ser desmilitarizados como consecuencia de la aplicación del armisticio seguirían siendo franceses, arbolarían bandera francesa, tendrían dotación francesa y permanecerían en puerto francés, metropolitano o colonial, y que antes de caer en manos de alemanes o italianos serían inutilizados.

Ese mismo día, un destructor británico condujo a Orán al Almirante Sir Dudley North, que se entrevistó con el Almirante Marcel-Bruno Gensoul, jefe de la Escuadra francesa del Atlántico, exhortándole a desobedecer a sus superiores para continuar la guerra contra Alemania.
Almirante Marcel-Bruno GensoulAlmirante Marcel-Bruno Gensoul
Gensoul le garantiza que la Flota jamás caerá en manos de alemanes o italianos, pero que nunca desobedecería las órdenes de su Gobierno. A pesar de las garantías francesas y ante la posibilidad de que la poderosa Flota francesa pudiera caer en manos del Eje, el primer ministro británico, Winston Churchill decidió neutralizarla, a pesar de la reticencia del Almirantazgo que, a regañadientes, hubo de ejecutar los planes del premier.

El día 25 Churchill, en una intervención ante los Comunes, afirmó que «La seguridad de la Gran Bretaña y del Imperio está ligada de forma considerable, por no decir decisiva, a la suerte de la Flota francesa». Desde la firma del armisticio comenzaron a hacer planes al respecto, que si no directamente inspirados, tuvieron siempre presente la destrucción por Nelson de la neutral escuadra danesa en Copenhague el 2 de abril de 1801, por temor a una posible alianza con Napoleón.

El Almirante de la Flota, Sir Dudley Pound, cumpliendo órdenes del primer ministro, reúne en Gibraltar una poderosa escuadra, la llamada «Fuerza H», para vigilar los movimientos de la Flota francesa. El Vicealmirante Sir James Sommerville asume el mando el 27 de junio. Se pergeña así la llamada Operación Catapulta con la finalidad de apoderarse de la Flota francesa para continuar la guerra contra Alemania.

Vicealmirante Sir James SommervilleVicealmirante Sir James Sommerville
Antes y después del armisticio un considerable número de barcos de guerra franceses (ocho destructores, cuatro submarinos, entre ellos el llamado por el gran calibre de su artillería «crucero submarino» FNS Sourcouf, diez avisos, numerosas unidades menores y dos viejos acorazados, el FNS Courbet y el FNS Paris) se había refugiado en puerto británico.

Éste fue el objeto del primer ataque «preventivo» británico. El día 3 de julio, entre las 04:00 y las 04:30 horas, los buques franceses, en un contundente golpe de mano, fueron abordados por dotaciones de presa británicas que sorprendieron a los confiados franceses, que en su mayoría dormían, capturándolos y apoderándose de sus barcos.

En Portsmouth, Falmouth y Sheernes no hubo bajas, pero sí en Plymouth,donde murieron un francés y tres británicos. Las dotaciones francesas fueron detenidas y conducidas a campos de internamiento en las inmediaciones de Liverpool —los oficiales fueron trasladados a la isla de Man—, en los que permanecieron varios meses en lamentables condiciones hasta que pudieron ser repatriados o incorporarse, pocos, a las exiguas Fuerzas Navales que seguían a De Gaulle.



C. MERS-EL-KEBIR
Después del armisticio, buena parte de la escuadra francesa del Atlántico se había concentrado en Mers-el-Kebir, «El Gran Puerto» en árabe, el Mazalquivir de las crónicas españolas, situado a unos pocos kilómetros al oeste de Orán. Era un magnífico puerto al abrigo del Monte Santon y el Pico de Aïdour, que había sido acondicionado como base naval.

La escuadra francesa allí surta estaba formada por los navíos de línea FNS Dunkerque y FNS Strasbourg, buques que constituían una clase intermedia entre los acorazados y los cruceros de batalla, de más de 26.000 toneladas de desplazamiento estándar, poderosamente artillados con ocho cañones de 330 mm; los viejos acorazados FNS Bretagne y FNS Provence; los destructores FNS Volta, FNS Mogador, FNS Le Terrible, FNS Linx y FNS Kersaint; el transporte de hidroaviones FNS Commandant Teste; algunos torpederos, buques auxiliares y dos submarinos.

El 3 de julio, la «Fuerza H» (Portaaviones HMS Ark Royal, Crucero de Batalla HMS Hood, Acorazados HMS Valiant y HMS Resolution, Cruceros Ligeros HMS Arethusa y HMS Enterprise, Destructores HMS Faulknor, HMS Fearless, HMS Foxhound, HMS Vidette, HMS Foresight, HMS Escort, HMS Kepple, HMS Active, HMS Wrestler y HMS Vortigern) fondea frente a Mers-el-Kebir.

Capitán de Navío Lancelot Ernest HollandCapitán de Navío Lancelot Ernest Holland
A las 07:00 horas, el HMS Foxhound entra en el puerto. Lleva a bordo al Capitán de Navío Holland, Comandante del HMS Ark Royal y antiguo agregado naval en París, que tiene numerosos amigos entre los oficiales franceses. Holland quiere entrevistarse con Gensoul, pero éste, ante la amenazadora actitud de la «Fuerza H», se niega a recibirle, aunque envía a negociar con él a su ayudante, el Teniente de Navío Dufay, al que Holland entrega un ultimátum en el que se recogen varias propuestas alternativas:
  • La Flota francesa se une a la británica para proseguir la guerra contra Alemania.
  • La Flota francesa se hace a la mar con dotaciones reducidas para dirigirse a puerto británico.
  • La Flota francesa se hace a la mar rumbo a un puerto de las Antillas francesas en el que los buques serían desarmados y confiados a la custodia de los Estados Unidos.
  • De no aceptarse ninguna de las anteriores opciones, se concedía un plazo de seis horas para que los buques fueran inutilizados. Si no se optaba por ninguna de las alternativas expuestas, sólo quedaba el combate.
A las 09:00 horas Dufay entregó a Holland una respuesta de su almirante, reiterando las garantías que el 24 de junio había dado al almirante North: nunca los buques franceses caerían en manos de alemanes o italianos; pero si no se daba más salida que el cumplimiento del ultimátum, la Flota francesa se defendería.

Comienza así una serie de negociaciones y discusiones entre franceses y británicos que se prolongará casi ocho horas. Los franceses quieren ganar tiempo para aparejar sus barcos y recibir instrucciones de su Gobierno, con el que resulta difícil contactar, pues se está trasladando desde Burdeos a Vichy.

Aceptar las exigencias británicas no sólo sería desobedecer las órdenes recibidas, sino que además supondría una flagrante violación de lo acordado en el armisticio, lo que acarrearía terribles consecuencias para Francia por la segura, indignada y contundente reacción alemana. Los británicos quieren dar una salida a los franceses, les repugna atacar a quienes hasta hace pocos días han sido —¿todavía lo son?— sus aliados.

Todos tratan de alcanzar un Gentleman's Agreement, pero éste no será posible. A las 12:30 hidroaviones británicos fondean cuatro o cinco minas en los accesos al puerto.

Acorazado FNS DunkerqueAcorazado FNS Dunkerque
A las 15:15 Holland se traslada al FNS Dunkerque, buque insignia francés, y se entrevista con Gensoul, quien le muestra la orden de Darlan de 24 de junio de hundir los barcos antes de que éstos caigan en manos del Eje, orden que no conocía y que le sorprende y desconcierta. Un mensaje de Sommerville interrumpe la discusión.

Ya no hay tiempo para negociar. A las 16:35 Holland abandona el FNS Dunkerque y poco después, a las 16:56, los británicos abren fuego. Los buques franceses habían tenido tiempo de activar los fuegos de las calderas, pero no habían podido hacerse a la mar, ya que cualquier intento en ese sentido hubiera supuesto el cese de las negociaciones; se encontraban encajonados en puerto, y tal como estaban atracados, con su artillería principal apuntando a tierra, podían utilizar ésta con dificultad y poca eficacia.

La primera salva británica provoca la inmediata respuesta francesa, siendo el Acorazado FNS Provence (Capitán de Navío Barois) el primero en responder. Gensoul ordena que sus barcos salgan de puerto.

No pueden hacerlo todos a la vez, así que dispone que el primero sea el FNS Strasbourg (Capitán de Navío Collinet) que, apoyado por las baterías de costa, maniobra con habilidad bajo fuego enemigo, consiguiendo salir de puntas a las 17:10, y tras disparar una salva contra un destructor británico que se escabulle entre la humareda se dirige a Toulon escoltado por los destructores, dos de los cuales, FNS Volta y FNS Terrible, llegan a lanzar sus torpedos, aunque infructuosamente.

Acorazado FNS ProvenceAcorazado FNS Provence
No tuvieron la misma suerte los otros acorazados. A los pocos minutos de combate, el FNS Bretagne (Capitán de Navío Le Pivain) es alcanzado por dos proyectiles de 380 mm, y a las 17:09 da la vuelta y se va a pique, muriendo más de 1.000 hombres.

El FNS Dunkerque (Capitán de Navío Seguin), en cuanto larga amarras es alcanzado en las máquinas y pañol de municiones, quedando gravemente averiado, aunque logra hacer cuarenta disparos al HMS Hood y puede salvarse del desastre refugiándose en el saco de la bahía, donde fondea al abrigo del Monte Santon.

A las 17:03 es alcanzado el FNS Provence, produciéndose una gran vía de agua que le obliga a varar en aguas poco profundas. Los destructores pudieron salir sin daños de su ratonera, excepto el FNS Mogador, que ya fuera de puerto fue alcanzado en la popa por un proyectil de 380 mm que le causa un terrible incendio que sólo pudo ser sofocado bien entrada la tarde. El FNS Commandant Teste resultó milagrosamente ileso, dedicándose a recoger a los supervivientes del FNS Bretagne. A las 17:12 cesó el fuego británico, que fue denso, breve, preciso y de letal eficacia.

Aviso Colonial FNS Rigault de GenouillyAviso Colonial FNS Rigault de Genouilly
El día 4 los buques de guerra franceses surtos en el puerto de Orán se replegaron al de Argel. A la entrada en puerto, el aviso colonial FNS Rigault de Genouilly fue torpedeado y hundido por el submarino británico HMS Pandora. En la tarde del 4 el FNS Strasbourg y sus destructores de escolta consiguen llegar a Toulon sin daños, después de zafarse de una inicial persecución británica.

En la noche del 4 al 5 aparatos de la Aeronáutica Naval francesa lanzaron algunas bombas sobre la «Fuerza H», pero no hicieron blanco. El día 6 aviones torpederos del HMS Ark Royal regresaron para tratar de rematar al FNS Dunkerque, causando nuevas bajas.

El combate provocó 1.300 muertos franceses. Los británicos sólo perdieron cuatro aviones, y dos destructores sufrieron algunos daños. Hundieron un viejo acorazado y averiaron a otros dos, aunque no fue suficiente para que, días después, pudieran alcanzar Toulon y fueran allí reparados.

También dejaron fuera de combate un destructor y hundieron al patrullero FNS Terre Neuve, a un aviso y a dos remolcadores. Pero el ataque consiguió que la Marina de guerra francesa, que hasta esa luctuosa jornada había sido masivamente pro-británica, experimentara un giro en sus sentimientos, de tal modo que cualquier futuro acuerdo o alianza con los británicos se convirtió en algo imposible.

Las dos torres cuádruple del acorazado francés DunkerqueLas dos torres cuádruple del acorazado francés Dunkerque
El mismo día 3, a las 20:30, Darlan, indignado por el ataque y ofendido porque su palabra no había sido tomada en consideración por los británicos, dio la orden de atacar a cualquier buque británico, se encontrara donde se encontrara, aunque el día 5 la orden se suavizó, en el sentido de que sólo serían atacados los buques británicos que se aproximaran a menos de veinte millas de la costa francesa.

El día 4 el Gobierno francés rompió sus relaciones diplomáticas con el Reino Unido (aunque mantuvo el consulado general y la oficina económica, sin que los contactos diplomáticos llegaran a desaparecer por completo) y obtuvo de la comisión alemana de vigilancia del armisticio la revocación de todas las prescripciones sobre el desarme la Flota, que se refugió en Toulon, cayendo, como veremos, en una trampa mortal que pudiera haberse evitado sin el ataque de la «Fuerza H».

En Francia se instaura un estado de indignada anglofobia, y la desorientada opinión pública se agrupa en torno a la figura de Petain. Este estado de ánimo anti-británico repercutirá decisivamente en sucesivos acontecimientos militares y políticos.



D. ALEJANDRÍA
Cuando se firma el armisticio se encuentra fondeada en Alejandría una escuadra francesa, la «Fuerza X»: el viejo Acorazado FNS Lorraine, los Cruceros FNS Souffren, FNS Tourville y FNS Duquesne, el Crucero Ligero FNS Duguay-Trouin, los Destructores FNS Fortuné, FNS Forbin y FNS Basque y el Submarino FNS Protee, que había llegado poco después.

Surta en aquel puerto estaba una mucho más poderosa fuerza británica: Acorazados HMS Warspite, HMS Malaya, HMS Ramillies y HMS Royal Oak, Portaaviones HMS Tagle y numerosos cruceros y destructores.

El día 24 de junio el jefe de la «Fuerza X», Vicealmirante René-Emile Godfroy, recibe la orden de salir de Alejandría y dirigirse a la metrópoli.

El Almirante británico, Sir John Cunningham, buen amigo del francés, le pide que no lo haga y Godfroy retrasa su salida. A las 08:00 horas del 3 de julio Cunningham presenta a los franceses un ultimátum similar al recibido por Gensoul en Mers- el- Kebir.

Vicealmirante René-Emile GodfroyVicealmirante René-Emile Godfroy
Los dos almirantes inician conversaciones y, pese a las presiones de sus gobiernos se esfuerzan por alcanzar un acuerdo honroso. Por la noche los franceses conocieron el drama de Mersel-Kebir, generándose un estado de indignación tal que Godfroy llegó a plantearse el combate contra los británicos. Éste hubiese constituido un auténtico suicidio, además de sangriento, inútil, por lo que el almirante francés, tras consultar con sus comandantes y pese a haber recibido órdenes en contra de Darlan, aceptó desarmar sus barcos en puerto. No tenía otra alternativa.

El 7 de julio los dos almirantes firmaron un acuerdo, refrendado por el ministro de Francia en El Cairo, por el que el que los barcos no serían hundidos, sino desarmados, conservándose las llaves de fuego y percutores de torpedos en el consulado francés.

Se acordaba la repatriación de la mayor parte de las dotaciones a Francia y los británicos se comprometían a no apoderarse de los barcos franceses. Tanto Cunningham como su sucesor Harwood respetaron el acuerdo, aun en los momentos en que el avance de Rommel parecía imparable.

La escuadra de Alejandría, que gracias al sentido común de Godfroy, a la generosidad de Cunningham y a la inteligencia de los dos se había conservada intacta, después de la ocupación alemana de la totalidad del territorio francés, el 31 de mayo de 1943, se unió voluntariamente a las fuerzas navales francesas que combatían a Alemania.



E. DAKAR
En Dakar, capital del África occidental francesa, el 23 de junio había recalado procedente de Brest el fabuloso Acorazado FNS Richelieu, que junto a su gemelo FNS Jean Bart era el más poderoso de los buques de guerra franceses. Con sus más de 43.000 toneladas de desplazamiento estándar y sus ocho cañones de 380 mm se convierte en codiciado objetivo de la Operación Catapulta.

En la noche del 8 de julio el Portaaviones HMS Hermes y los Cruceros Pesados HMS Dorsetshire y HMS Australia fondean frente al puerto africano, arriándose una motora del portaaviones, que franquea la vigilancia portuaria y deja caer cuatro cargas de profundidad bajo la popa del acorazado galo, aunque no llegan a explotar.

Visto el fracaso de la incursión, despegan varios aviones torpederos británicos que bombardean al FNS Richelieu, abriéndole una vía de agua y dañándole gravemente las hélices. A diferencia de lo sucedido en Mers-el-Kebir o en Alejandría, no se produjo advertencia o intento de negociación previo al ataque. Los franceses fueron sorprendidos por la incursión británica.



F. LA OPERACIÓN AMENAZA
A la estratégica situación de Dakar, convertida en primordial objetivo británico, se unía la imperiosa necesidad del General De Gaulle, que subsistía precariamente en Londres, de dar un golpe de efecto para aumentar su influencia y prestigio. Si a eso añadimos el deseo de unos y otros de apoderarse del oro de parte del tesoro del Banco de Francia que había sido puesto a buen recaudo en la colonia tras la derrota, resulta más que comprensible que los anglo gaullistas planearan la llamada Operación Amenaza para hacerse con la ciudad tras un desembarco.

La operación, según De Gaulle, no debería revestir ninguna dificultad, pues vaticinaba que sólo se opondría a ella una resistencia simbólica y que una fácil victoria serviría para establecer una cabeza de puente en el África Occidental francesa (Congo, Chad, Gabón, Camerún, etc.), que habría de caer fácilmente en sus manos.

Con este propósito, el 31 de agosto de 1940 zarpó de puertos británicos, rumbo a Freetown, una fuerza de desembarco, la «Fuerza M», compuesta por unos 2.400 franceses libres y más de 4.000 infantes británicos, que embarcaron en seis mercantes (el trasatlántico holandés Westerland llevaba a De Gaulle a bordo) escoltados por numerosos efectivos británicos: dos viejos —pero todavía poderosos— acorazados de 30.000 toneladas, el HMS Resolution y el HMS Barham, que montaban cada uno ocho cañones de 381 mm; el portaaviones HMS Ark Royal, con treinta aviones Swordfish y Skua; tres cruceros pesados, el HMD Devonshire, HMS Cumberland y el australiano HMAS Australia, y los destructores HMS Echo, HMS Eclipse, HMS Faulknor, HMS Fortune, HMS Escapade, HMS Foresigh, HMS Fury, HMS Inglefield y HMS Greyhound, al mando del Vicealmirante sir John Cunningham.

Se integraban en la fuerza los cañoneros franceses FNS Savorgnan de Brazza, FNS President Houduce, FNS Commandant Dominé y FNS Commandant Duboc.

Gobernador General Pierre BoissonGobernador General Pierre Boisson
La situación en el África Ecuatorial francesa era cada vez más inestable, ya que la lealtad de buena parte de las autoridades civiles y militares de aquellas colonias para con el mariscal empezaba a debilitarse. La decidida acción del Capitán D’Hautecloque, más conocido por su nombre de guerra, Leclerc, había unido el Chad a su causa y pretendía hacer lo mismo con la totalidad del África negra francesa.

Ante esta peligrosa situación, el Gobierno de Vichy decidió mandar refuerzos para hacer que la balanza se inclinara a su favor. El 9 de septiembre zarpaba de Toulon, en demanda de Dakar, una fuerza de seis modernos barcos, los cruceros ligeros FNS Georges Leygues, FNS Montcalm y FNS Gloire, de 7.600 toneladas de desplazamiento y un armamento principal compuesto por nueve cañones de 152 mm y los velocísimos destructores FNS Le Fantasque, FNS L’Audacieux y FNS Le Malin, que al mando del Contralmirante Bourragué arribaron a Casablanca el día 11, haciéndose a la mar al día siguiente y entrando en Dakar el día 14, gracias a una tardía reacción británica que imposibilitó su intercepción.
Contralmirante BourraguéContralmirante Bourragué
La llegada de los cruceros y destructores de Toulon, que además traían hélices nuevas para el FNS Richelieu, supuso un refuerzo más que considerable para las posiciones de Vichy, que así reunía en la colonia una considerable fuerza naval: los buques procedentes de la metrópoli y los que estaban allí destacados dependientes del comandante de Marina: el crucero ligero FNS Primauguet, el destructor FNS Le Hardi, los submarinos FNS Persee, FNS Beveziers y FNS Ajax, seis pequeños cañoneras y tres patrulleros.

La ciudad de Dakar está situada en el extremo de la península de Cap Vert, defendida por numerosas baterías de costa; las más poderosas eran las emplazadas en la Isla de Goreé, frente a Dakar; las de cabo Manuel, al sur de la ciudad; las de Rufisque, en el istmo, diez millas al este de la capital, y dentro de la rada las de la punta de Bel-Air.

A estas fuerzas había que añadir una escuadrilla de aviones de caza en Ouakam y otra de bombardeo en Thies, localidades próximas a la capital de la colonia, así como cinco regimientos de Infantería que la guarnecían.

Batería Costera en la Isla de Gorée, utilizada durante la batalla de Dakar contra la Royal Navy y sus aliados de la Francia Libre por parte de las fuerzas de la Francia de VichyBatería Costera en la Isla de Gorée, utilizada durante la batalla de Dakar contra la Royal Navy y sus aliados de la Francia Libre por parte de las fuerzas de la Francia de Vichy

En Dakar residía el gobernador general, Pierre Boisson, hombre enérgico y decidido partidario de defender la legalidad vigente: la representada por Petain. En esa misma línea se situaba el General Barrau, jefe de las fuerzas militares del África Occidental francesa, y el comandante de Marina, Contralmirante Landriau.

El panorama que se dibujaba resultaba bastante menos halagüeño para los anglo-gaullistas que el idílico que había planteado De Gaulle.

El Congo francés había tomado partido por De Gaulle, por lo que el día 18 la división de cruceros de Bourragué zarpó rumbo a Gabón, donde la esperaba el petrolero Tarn, escoltado por el crucero ligero FNS Primauguet (Capitán de Navío Goybet), que ya estaba en Dakar.

En la mañana del día 19, el FNS Primauguet y el Tarn fueron interceptados por los cruceros británicos HMS Cornwall y HMS Delhi, que les apremiaron a dirigirse a Casablanca. Goybet quiso batirse, pero Bourragué consideró que sería mejor evitar un enfrentamiento abierto con los británicos, por lo que los dos barcos franceses marcharon rumbo al protectorado.

Vicealmirante Emile LacroixVicealmirante Emile Lacroix
Por la noche, privados del combustible del Tarn, los otros tres cruceros se dirigieron a Dakar, y en eso estaban cuando el FNS Gloire sufrió una avería en las máquinas que le hizo perder velocidad y separarse de sus compañeros, siendo al día siguiente sorprendido por los británicos, que también le obligaron a dirigirse a Casablanca.

La actitud de Bourragué, considerada como poco decidida, provocó su inmediata destitución y su sustitución por el Vicealmirante Emile Lacroix, que llegó en avión procedente de Toulon el día 22, reuniéndose inmediatamente con el contralmirante Landriau para analizar los últimos sucesos, que tenían todas las apariencias de constituir los preparativos de un ataque británico a la colonia francesa.



NOTAS SOBRE LA MARINA DE VICHY (II)


LA OPERACIÓN AMENAZA

REVISTA GENERAL DE LA MARINA (MAYO 2009)


F1. Primer día de Combate
En el brumoso amanecer del día 23, la «Fuerza M» se plantó frente a Dakar. Dos avionetas Luciole tripuladas por franceses despegaron del HMS Ark Royal y a eso de las seis de la mañana, aterrizaron en el aeródromo militar de Ouakam, logrando capturar a su despistado jefe, aunque poco después, tras la reacción de las tropas del aeródromo, eran ellos los que caían prisioneros.

Simultáneamente despegaron del portaaviones varios aviones torpederos Swordfish que dejaron caer octavillas sobre la ciudad anunciando la llegada del general De Gaulle y de sus tropas, pero fueron repelidos por la artillería antiaérea del FNS Richelieu (Capitán de Navío Marzin), que derribó a uno.

Ni las octavillas ni las tres amenazadoras proclamas lanzadas por TSH a las 07:00, 08:00 y 10:20 horas (la última de ellas un verdadero ultimátum) consiguieron, en absoluto, que la población y las tropas francesas de Dakar les prestaran apoyo alguno. El drama de Mers-el-Kebir estaba muy cerca y De Gaulle en ese momento no era más que uno de tantos generales de brigada; realmente, no representaba a casi nadie.
Capitán de Fragata DArgenlieu junto al General De Gaulle y el General SpearsCapitán de Fragata D'Argenlieu junto al General De Gaulle y el General Spears
Mientras tanto, una motora arriada desde el cañonero Savorgnan de Brazza intentó llevar a puerto al Capitán de Fragata D’Argenlieu para parlamentar.

D'Argenlieu, que alcanzaría puestos de relevancia en el gaullismo, desembarcó y a punto estuvo de ser hecho prisionero, aunque consiguió escapar herido por el fuego de ametralladora de un remolcador que salió en persecución de su rápida embarcación. Poco después, los cañoneros FNS Commandant Duboc y FNS Commandant Dominé penetraron en la rada transportando unos destacamentos de fusileros de Marina con la intención de apoderarse del Richelieu, pero desde el acorazado se les recibió a cañonazos y los dos barquitos tuvieron que salir de puerto a toda la velocidad de sus máquinas.

A eso de las siete de la mañana, el cañonero FNS Calais, que patrullaba en las proximidades de cabo Manuel, pudo distinguir (ya que durante unos minutos se había levantado la densa niebla que cubría el mar) al grueso de la «Fuerza M», por lo que regresó a toda máquina a Dakar para alertar de tan amenazadora presencia.

Crucero FNS MontcalmCrucero FNS Montcalm
Ya no cabía duda de que iba a intentarse una invasión de la colonia. El almirante Lacroix, para evitar otro Mers-el Kebir, ordenó encender a todos sus barcos e hizo salir de la rada a los Cruceros FNS Georges Leygues y FNS Montcalm y a los destructores FNS L‘Audacieux y FNS Le Malin; lo mismo hizo el Contralmirante Landriau con los submarinos FNS Persee y FNS Ajax.

La «Fuerza M» siguió aproximándose a su objetivo, y poco antes de las once estaba a tiro de las baterías de cabo Manuel y Gorée, que abrieron fuego, siendo contestadas por el Australia.

Durante el cañoneo, los submarinos FNS Persee y FNS Ajax trataron de salir del puerto, en superficie, debido al poco calado, pero fueron interceptados por destructores británicos: El FNS Ajax pudo refugiarse en puerto, pero el FNS Persee, que aunque sin éxito había conseguido lanzar sus torpedos contra los británicos, fue alcanzado por tres proyectiles, que le causaron tales averías que obligaron a su abandono antes de irse a pique, muriendo su comandante, el Capitán de Corbeta Lapierre; los náufragos pudieron ser recogidos por el pequeño cañonero FNS La Surprise.
Puerto de DakarPuerto de Dakar
El combate se desencadenó con enorme violencia: los cruceros británicos disparaban contra los buques franceses que permanecían en puerto, y eran contestados por las baterías de costa y por el FNS Richelieu.

El FNS Montcalm, al intentar salir, fue alcanzado por una salva británica, y el crucero británico HMS Cumberland lo fue por una granada disparada desde cabo Manuel, que lo averió tan gravemente que hubo de retirarse del combate y dirigirse a Freetown.

También fueron alcanzados los destructores HMS Inglefield y HMS Foresight, éste por dos veces, y el Crucero Ligero HMS Delhi (Capitán de Navío Steward), al que una granada de 240 mm produjo una gran vía de agua. Varios proyectiles británicos cayeron en Dakar causando 27 muertos y numerosos heridos entre la población civil. La intensidad del fuego de los dos bandos fue decreciendo a partir de las 11:15 horas, hasta que cesó por completo a eso de las 12:00 horas.

Poco después del mediodía Lacroix envió a los destructores FNS Audacieux y FNS Le Malin a la Isla de Gorée para que le informaran sobre los movimientos de la flota enemiga, pues debido a la espesa niebla nada podía verse desde el puerto.

Los aviones británicos, cuando sobrevolaban un claro, descubrieron al FNS Audacieux en la ensenada de Rufisque. Con esta información el Almirante Cunningham ordenó al crucero pesado HMAS Australia y a los destructores HMS Fury y HMS Greyhound que lo echaran a pique.
Isla de GoréeIsla de Gorée
Sobre las 16:30 el destructor francés fue sorprendido por el crucero británico, que comenzó a dispararle con sus cañones de 203 mm. La primera salva quedó corta, mas la segunda le impactó de lleno causándole grandes estragos; pero peor aún fueron la tercera y la cuarta, que le alcanzaron en el puente y en los pañoles de munición, convirtiendo al desventurado barco en una inmensa pira, causando ochenta y un muertos y más de cien heridos.

El FNS Audacieux, en llamas, fue socorrido por los cañoneras franceses que recogieron a sus supervivientes, embarrancando al día siguiente en la ensenada de Rufisque. Queda por reseñar una última acción bélica en aquel brumoso día.

El intento de desembarco gaullista en la bahía de Rufisque, concebido como alternativa a la toma de Dakar. Hacia las 17:00 horas se presentaron en la ensenada los cañoneras FNS Savorgnan de Brazza, FNS Commandant Dominé y FNS Commandant Duboc, entablándose un duelo artillero con las dos viejas piezas de la batería situada en el faro, que aunque alcanzaron al FNS Commandant Duboc acabaron siendo silenciadas.

Se intentó entonces el desembarco en la playa, pero fue repelido por una sección de ametralladoras de tiradores senegaleses. A los pocos minutos, ante el temor de que irrumpieran los cruceros de Lacroix y la posibilidad de que la batería de costa fuera reparada y pudiera entrar de nuevo en acción, los tres cañoneras se retiraron. Anocheció bruscamente, con la vertiginosa rapidez con que lo hace en los trópicos. Enmudecieron los cañones, pero sólo de momento. Las espadas seguían en alto.


F2. Segundo día de Combate

A la una de la madrugada del día 24, el Almirante Cunningham envió un ultimátum al Gobernador Boisson conminándole a entregar la plaza a De Gaulle en un plazo máximo de seis horas.

El texto era realmente torpe, ya que acusaba a los defensores de querer entregar Dakar a Alemania, lo que provocó la indignación de éstos y reforzó su propósito de repeler la agresión a toda costa. Boisson, por medio de la radio del FNS Richelieu, respondió lacónicamente: «Francia me ha confiado Dakar y lo defenderé hasta el final».

Amaneció más despejado que la víspera y durante la jornada se produjo un feroz combate aeronaval que duró casi todo el día. La primera acción resultó desfavorable para los franceses, ya que entre la 07:00 y las 08:00 el FNS Ajax (Capitán de Corbeta Guimont) avistó a los dos acorazados británicos y se dispuso a atacarlos, pero, descubierto por el destructor HMS Fortune, éste lanzó cargas de profundidad que alcanzaron y hundieron al submarino.

A eso de las 08:15 aviones británicos bombardearon las baterías de cabo Manuel, y pasadas las 0900 lo intentaron, infructuosamente, con el FNS Richelieu, que respondió con su artillería antiaérea derribando tres aviones enemigos; un cuarto aparato británico fue derribado por la caza francesa.

Terminada la incursión aérea, el combate naval se desencadenó con furor. A las 09:30, a 14.000 metros de la costa, abrieron fuego el HMS Barham y el HMS Resolution.

Para ocultar a las unidades francesas, el destructor FNS Le Hardi y el cañonero FNS Commandant Riviére tendieron densas cortinas de humo, tras las que el FNS Richelieu, ayudado por un remolcador que tiraba de su popa para abrirla del muelle y colocarlo en posición de tiro, respondía con toda su artillería.

El Acorazado FNS Richelieu en el momento del disparo de una de sus torres en el puerto de DakarEl Acorazado FNS Richelieu en el momento del disparo de una de sus torres en el puerto de Dakar
También lo hacían los cruceros FNS Georges Leygues y FNS Montcalm y los destructores FNS Le Fantasque y FNS Le Malin, disparando con gran precisión contra los buques británicos, con los que se entabló un furioso duelo artillero.

Los buques franceses maniobraron con pericia en el reducido espacio comprendido entre la rada del puerto y los numerosos bajos y barreras antisubmarinas que lo protegían, sorteando las salvas enemigas, que sí pudieron hundir al mercante Tamara.

En el otro bando, el acorazado HMS Resolution (Capitán de Navío Bevin) fue alcanzado por cuatro granadas francesas, aunque los daños que le causaron no fueron especialmente graves.

El combate se interrumpió cuando Cunningham comprobó que los franceses resultaban un hueso duro de roer, y ordenó a sus buques que se retiraran hacia el sur, mientras eran perseguidos por aviones franceses que los bombardearon, aunque sin consecuencias.

Pasadas las 12:45 se reanudó el combate cuando los dos acorazados británicos abrieron fuego contra el FNS Hardi, que había salido unas cuatro millas fuera de las defensas antisubmarinas que protegían el puerto para recoger a un aviador británico derribado. El fuego fue respondido contundentemente por el FNS Richelieu, los cruceros y las baterías de Gorée y cabo Manuel.

La escuadra francesa y las baterías de costa, enmascaradas entre las cortinas de humo, no fueron alcanzadas por el fuego británico, que sí castigó duramente al pueblo de Gorée y a la propia ciudad de Dakar, provocando 84 muertos y 197 heridos entre la población civil, graves destrozos en edificios e infraestructuras y alcanzando a los mercantes Porthos y Tacoma.

Ante la práctica inutilidad del ataque, la escuadra británica se retira nuevamente a las 14:00 horas. Media hora después, ocho aviones torpederos procedentes del HMS Ark Royal se dirigieron a la rada y atacaron a los franceses, que maniobrando hábilmente lograron esquivar los torpedos británicos. Así terminó la jornada, con una nueva retirada de los buques británicos, que nada habían conseguido en su ataque.

A bordo del HMS Barham conferenciaron De Gaulle y Cunningham, quienes, ante la imposibilidad de alcanzar los objetivos que se habían propuesto, acordaron dar por finalizada la operación. Desde Londres, el premier Churchill se opuso y ordenó que al día siguiente prosiguiera el combate hasta derrotar a la escuadra francesa y conseguir la toma de Dakar.


F3. Tercer día de Combate

El día 25 amaneció radiante y con una magnífica visibilidad. Pasadas las 09:00 horas la escuadra británica abrió de nuevo el fuego, centrándolo sobre el FNS Richelieu, que fue alcanzado por un proyectil de 381 mm, aunque sólo le causó leves desperfectos que no le impidieron responder junto con el resto de los buques franceses, que alcanzaron con dos granadas de 152 mm al HMAS Australia.

Hemos de resaltar un suceso de enorme importancia que, prácticamente, decidirá el resultado de la batalla. A poco de comenzar el combate, el único submarino francés que permanecía operativo, el HMS Beveziers, al mando del Capitán de Corbeta Lancelot, avistó a unas nueve millas al sur de Gorée al acorazado HMS Resolution, lanzándole cuatro torpedos, uno de los cuales le impactó en la banda de babor en la que se abrió una enorme vía de agua que anegó cámaras y compartimentos, produciéndole una escora de 12 grados y dejando inútil toda la artillería secundaria de babor.

El maltrecho coloso británico hubo de retirarse, siendo remolcado hasta los Estados Unidos, donde fue sometido a reparaciones que duraron más de cinco meses.

HMS ResolutionHMS Resolution
Fue esta la gota que colmó el vaso. Los británicos habían sufrido numerosos daños: el HMS Resolution y el HMS Cumberland fuera de combate, averiados varios barcos y una decena de aviones derribados, frente al grueso de la escuadra francesa y de las baterías de costa que permanecían prácticamente intactas. Cunningham no tuvo más remedio que pedir a Londres autorización para retirarse, y esta vez sí le fue concedida.

La Operación Amenaza concluyó con un rotundo fracaso. De Gaulle se equivocó, y también lo hicieron los británicos, que cosecharon una derrota significativa.

Para explicar los motivos del fracaso hay que señalar varias razones: en primer lugar, el error de la Marina británica al no impedir la llegada de los cruceros de Bourragé a Dakar; en segundo, que las autoridades civiles y militares del África Occidental francesa actuaron con energía y decisión; en tercer lugar, el pésimo planteamiento de la operación: De Gaulle actuó con precipitación al pensar que su mera presencia haría que buena parte del Imperio colonial francés se pasara, sin más, al bando aliado.

El General de Gaulle y el General Sir Edward Spears, representante personal de Churchill ante la Francia Libre, en ruta hacia Dakar a bordo del barco neerlandés SS WesternlandEl General de Gaulle y el General Sir Edward Spears, representante personal de Churchill ante la Francia Libre, en ruta hacia Dakar a bordo del barco neerlandés SS Westernland

Ya lo hemos dicho, pero conviene repetirlo: en ese momento De Gaulle era un patriota apasionado, pero nada más. Uno de tantos generales de brigada del Ejército francés que, visionario, pero sin apoyos significativos, logró involucrar a los británicos en una desafortunada acción bélica.

Y por último, la pericia y valor demostrada por los marinos franceses; no podemos dejar de tener presente que la Marina francesa era una de las más modernas y poderosas del mundo y que su cuerpo de oficiales tenía un gran prestigio, que demostró bien ganado.

Además, el ataque británico a Mers-el-Kebir, que tantos muertos y sufrimientos había causado a esta Marina, se había convertido en una espina que los franceses deseaban sacarse: la indignación producida no había mermado la moral de los combatientes, sino que, por el contrario, la había acrecentado enormemente.

Estas circunstancias fueron olvidadas por los británicos, que cometieron un grave error de cálculo, minusvaloraron a sus oponentes y se vieron derrotados. La Operación Amenaza resultó un auténtico fiasco; la prensa británica arremetió contra ella, llegando a publicar el Daily Mirror que «En Dakar hemos tocado, sin duda, el fondo de la imbecilidad».

Churchill hubo de enfrentarse a una Cámara de los Comunes enfurecida, la posición de De Gaulle quedó muy debilitada ante la opinión pública y la brecha entre franceses y británicos no hizo sino agrandarse.



NOTAS SOBRE LA MARINA DE VICHY (III)

LAS FUERZAS NAVALES DE EXTREMO ORIENTE Y EL COMBATE DE KOH CHANG

REVISTA GENERAL DE LA MARINA (ENERO-FEBRERO 2010)


Cuando Francia firmó el armisticio, su imperio colonial se extendía por todo el globo, ocupando vastos territorios, pequeños enclaves, grandes islas o dispersos archipiélagos que conformaban el segundo imperio colonial del mundo en extensión, riqueza y población, más de sesenta millones de habitantes, sólo superado por el británico.

Desde mediados del siglo XIX Francia había desarrollado una política de expansión colonial en Extremo Oriente. Primero obtuvo privilegios comerciales y concesiones de soberanía en la costa china, incluso antes de que en junio de 1858 finalizara la guerra que Francia y Gran Bretaña sostenían contra China.

La guerra supuso la apabullante derrota del Imperio del Centro, que se vio obligado a suscribir tratados muy ventajosos para las dos naciones europeas, los llamados «tratados desiguales»; posteriormente, obtuvo en la península de Indochina el reconocimiento de varios protectorados, de modo que ésta quedó totalmente bajo su dominio: los reinos de Laos y Camboya y los territorios que conforman el actual Vietnam: Tonkín al norte, Annam en el centro del país y Cochinchina al sur.

El Crucero FNS Lamotte-Picquet ante Shanghai, principios de 1939El Crucero FNS Lamotte-Picquet ante Shanghai (principios de 1939)
La Marina de Guerra Francesa en Indochina, con base principal en Cam Rhan, en las proximidades de Saigón, estaba constituida por dos fuerzas navales diferenciadas: una, dependiente del contralmirante comandante de Marina de Indochina, compuesta por pequeños cajoneros fluviales, remolcadores, buques hidrográficos y auxiliares, y otra, denominada Fuerzas Navales de Extremo Oriente (FNEO), al mando de un vicealmirante, formada por dos cruceros ligeros y varios avisos coloniales.

Las FNEO tenían por objeto mostrar el pabellón en el mar de la China, desempeñar misiones diplomáticas, garantizar a los buques mercantes franceses la navegación por los grandes ríos chinos, defender los privilegios comerciales obtenidos en los tratados decimonónicos, proteger a los misioneros católicos y, sobre todo, a los nacionales franceses y a sus bienes e intereses económicos, muy importantes, fundamentalmente en sus concesiones en la cosmopolita Shanghai, la ciudad industrial, comercial y financiera más importante de China, y en las localidades costeras de Han Keou, Tien Tsin y Shan Hai Kwan.

Desde finales de los años veinte las FNEO desplegaron una ingente actividad debido a la caótica situación que atravesaba China por las dos guerras que la ensangrentaban: la que enfrentaba a los nacionalistas del Kuomintang del mariscal Chiang Kai-shek con los comunistas de Mao Tsé-tung y la provocada por el implacable expansionismo japonés, que con sus constantes intervenciones militares fue afianzando su presencia en inmensos territorios, incluyendo Pekín, y desde los primeros días de noviembre de 1937 la zona de Shanghai no otorgada en concesión a potencias extranjeras.

Durante esos meses, el Crucero FNS Lamotte-Picquet, que arbola ba la insignia del Vicealmirante Le Bigot, jefe de las FNEO, y el aviso FNS Dumont d’Urville permanecieron en la concesión francesa dispuestos para su defensa.


G1. La Guerra y el Armisticio

Cuando Francia entró en guerra el 2 de septiembre de 1939, las FNEO, bajo el mando del Vicealmirante Jean Decaux, un jefe enérgico y experimentado, siguieron desempeñando sus específicas misiones, que se vieron incrementadas con otras nuevas propiamente bélicas: la vigilancia de la ruta de la India y la del mar de la China meridional contra poco probables, pero posibles, incursiones alemanas, y la interdicción del tráfico mercante favorable al enemigo, misiones que realizaban con sus aliados británicos.

Integraban las FNEO los Cruceros FNS Lamotte-Picquet y FNS Sufren, los avisos coloniales FNS Savorgnan de Brazza, FNS Rigault de Genouilly, FNS Dumont d’Urville y FNS Amiral Charner, los cañoneros (clasificados como avisos de primera) FNS Tahure y FNS Marne, el submarino FNS Espoir y el petrolero Loing.

Con el paso del tiempo fue mermando el número de unidades, al serles asignadas a alguna de ellas nuevas misiones en otros teatros de operaciones; así, en la fecha del armisticio sólo quedaban en Indochina el FNS Lamotte-Picquet, el FNS Dumont d’Urville, el FNS Amiral Charner y los dos cañoneros.

Aviso colonial FNS Rigault de GenouillyAviso colonial FNS Rigault de Genouilly
El armisticio de 22 de junio de 1940 permitió a la metrópoli conservar su Imperio y continuar con su gobierno y administración, pero en la situación de postración en la que Francia se encontraba numerosos peligros se cernían sobre tal labor.

Si bien es cierto que la amenaza de un movimiento independentista fue conjurada desde el principio, pues la población, y no sólo la de origen europeo, mostró en todo momento lealtad a la metrópoli, también lo es que numerosos territorios del Imperio constituían apetecibles objetos de deseo para otras potencias.

El armisticio fue recibido en Indochina con la lógica consternación, que no hizo sino aumentar ante las exigencias de los japoneses, que ante la derrota francesa presionaron brutalmente para obtener todo tipo de concesiones en aquellas remotas tierras.

Los acontecimientos se sucedieron con rapidez. El 19 de junio, Japón presentó un ultimátum al gobierno colonial en el que exigía la prohibición de aprovisionamientos para el ejército chino a través de las regiones de Tonkín y Yunnan y la autorización de paso de sus tropas por aquel territorio.

Al día siguiente, el gobernador general, General Georges Catroux, aceptó las exigencias japonesas, pero fue desautorizado el día 25 por el Gobierno francés, que le llamó a su presencia.

General Georges CatrouxGeneral Georges Catroux
La posición francesa, de extrema debilidad, empeoró aún más cuando el día 28 el jefe de las Fuerzas Navales Británicas de Extremo Oriente, Almirante Sir Percy Noble, se entrevistó en Saigón con Catroux y Decoux y les expuso que, en caso de agresión japonesa, no podrían contar con ninguna ayuda británica.

El 30, el gobierno cesó al General Catroux (que marchó a Londres para unirse al general De Gaulle) y nombró gobernador general al Almirante Decoux. El 8 de julio se procedió a la disolución de las FNEO pasando sus barcos a depender del comandante de Marina, Contralmirante Jules Terraux. Las concesiones realizadas por Catroux no colmaron las ambiciones de los japoneses, que reclamaron cinco aeródromos en el norte de Tonkín y el estacionamiento de treinta mil hombres en aquel territorio. Vichy trató de obtener alguna ayuda de los todavía neutrales Estados Unidos, pero el secretario de Estado, Summer Wells, siguiendo instrucciones del presidente Roosevelt, enemigo declarado de cualquier clase de colonización, dejó claro a los franceses que quedaban abandonados a su suerte.

Es más, manifestó al embajador francés en Washington la total comprensión de su Gobierno a una posición francesa favorable a las demandas japonesas. El Gobierno francés no tuvo más remedio que plegarse ante Japón, con el que firmó un tratado el 22 de septiembre de 1940, por el que cedía tres aeródromos y permitía el acantonamiento de seis mil soldados. Con todo, aún se produjo un grave incidente fronterizo en Lang Son entre los días 22 y 25 de septiembre, aunque después del alto el fuego Francia obtuvo la promesa del Emperador Hirohito de respetar su soberanía en Indochina.


G2. Una Guerra no Declarada

La derrota francesa debilitó las relaciones, hasta ese momento buenas, con el Reino de Siam (Tailandia desde 1939). El gobierno presidido por el pro-japonés Mariscal Plaek Phibunsongkhram reivindicó los territorios camboyanos situados al este del Mekong, antiguas provincias siamesas, iniciándose negociaciones con Francia, que se interrumpieron bruscamente ante la negativa francesa a modificar las fronteras.

En octubre de 1940 las tropas tailandesas comenzaron a infiltrarse en territorio francés, dando lugar a numerosas escaramuzas bélicas, cada vez de mayor intensidad. Las tropas francesas no consiguieron contener al enemigo, por lo que, en enero de 1941, el gobernador general y el Contralmirante Terraux planearon una contraofensiva contundente, de la que era elemento fundamental una decidida acción naval. Antes de analizar las operaciones que se llevaron a cabo es necesario examinar las fuerzas en conflicto.


G3. Batalla de Koh Chang

Planificada la ofensiva, el 13 de enero de 1941 el Vicealmirante Decoux ordenó al Contralmirante Terraux que las fuerzas navales a su mando localizaran y destruyeran a la Marina tailandesa. La agrupación naval francesa, al mando del comandante del Lamotte-Picquet, Capitán de Navío Bérenger, salió de Cam Ranh encabezada por los avisos, dirigiéndose a la Isla de Poulo-Condore, al sudeste de las bocas del Mekong, donde arribó al atardecer del día 15.

El día 16 Bérenger, navegando rumbo al archipiélago de Koh Chang, recibió un mensaje de Saigón en el que se le informaba de que un hidroavión Loire 160 en vuelo de reconocimiento había detectado a un guardacostas acorazado y dos torpederos fondeados, el primero al este y los segundos al sur de la isla de Koh Chang.

La agrupación naval francesa se dirigió a un teatro de operaciones caracterizado por su peligrosa configuración hidrográfica, pues el archipiélago, un dédalo de islas e islotes en aguas poco profundas cuajadas de bajos, constituye un escenario de enorme dificultad para la navegación.

Gráfica de las rutas durante la Batalla de Koh ChangGráfica de las rutas durante la Batalla de Koh Chang
La gran isla de Koh Chang está separada del continente por un estrecho canal; al sur de Koh Chang, está la isla de Koh Kra, y un poco más al este, la isla de Koh Klum; más al este, numerosos islotes. Al amanecer del día 17 arribó por el oeste la agrupación francesa a su objetivo. A las 05:43 se llevó a cabo la dislocación de la fuerza.

El FNS Lamotte-Picquet se dirigió al este para cerrar el canal entre Koh Chang y el continente, pues era allí donde estaba fondeado el FNS Dhonburi. El FNS Dumont d’Urville y el FNS Amiral Charner se situaron entre Koh Kra y Koh Klum, y los cañoneros FNS Tahure y FNS Marne lo hicieron entre Koh Chang y Koh Kra.

A las 06:15 un Loire 130 evolucionó sobre los buques tailandeses, que lo recibieron con un nutrido fuego antiaéreo. Fue en este momento cuando los tailandeses se apercibieron de la presencia francesa. Los torpederos Songkla y Chomburi abrieron fuego contra los dos avisos coloniales franceses, que a una distancia de unos 12.000 m respondieron inmediatamente al fuego enemigo. Acto seguido entró en acción el FNS Lamotte-Picquet.

Éste dirigió primero su artillería pesada contra los edificios de tierra, provocando graves destrozos, y la de 47 mm contra los torpederos, a los que además lanzó tres torpedos a las 06:20, concentrando la totalidad de su artillería contra ellos a partir de las 06:25.

Aviso colonial FNS Dumont dUrvilleAviso colonial FNS Dumont d'Urville
Los torpederos hubieran podido ponerse a salvo de sus atacantes utilizado para ello su gran velocidad, pero una absoluta imprevisión hizo que, aunque estuvieran encendidos los fuegos de las calderas cuando se inició el ataque, no pudieran alcanzaran sus máquinas la potencia suficiente para ponerlos en movimiento, por lo que, además, quedaron imposibilitados para lanzar torpedos. Así, inmovilizados y con una débil artillería, constituyeron un blanco fácil para el crucero y los dos avisos, que los acribillaron, antes de ser rematados por el Marne y el Tahure.

Envueltos en llamas y después de evacuar a sus dotaciones, se hundieron en su propio fondeadero a las 06:57 horas. El estrépito del combate y las columnas de humo que se elevaban al cielo hicieron que el HTMS Dhonburi pusiera proa al sudeste. A las 06:39, el FNS Lamotte-Picquet avistó al guardacostas acorazado tailandés, pero éste volvió a desaparecer de su vista al ocultarse tras un islote, de cuya protección salió cuatro minutos después.

Los dos buques de guerra se encontraron frente a frente a las 06:45, entablándose entre ellos un furioso duelo artillero a unos 12.000 metros de distancia. Los tailandeses hicieron fuego sin descanso con sus cuatro piezas de 203 mm, pero el tiro francés, ayudado por una magnífica telemetría, fue mucho más preciso, y a las 07:00 horas el HTMS Dhonburi había encajado una lluvia de proyectiles que le ocasionó varios incendios a bordo; una salva le alcanzó en el puente, matando a su comandante, el Capitán de Navío Luang Prom Veerapan, e inmediatamente después impactó otra en su torre popel, haciéndola volar por los aires y privándole así de la mitad de su artillería.

HTMS DhonburiHTMS Dhonburi
Tanto el crucero como el guardacostas acorazado evolucionaron sin descanso, apareciendo y desapareciendo entre las islas, evitando así ser centrados por el tiro enemigo, que de una y otra parte no cesó en ningún momento.

A las 07:14 el FNS Dumont d’Urville, el FNS Amiral Charner, el FNS Marne y el FNS Tahure se incorporaron al combate y abrieron fuego contra el Dhonburi.

A las 05:51 el FNS Lamotte-Picquet lanzó tres torpedos que no alcanzaron su objetivo. El combate se prolongó hasta las 08:00, cuando el renqueante HTMS Dhonburi, enmascarado por el humo de sus incendios, se retiró prudentemente hacia el norte para entrar en aguas poco profundas que impidieron que los buques franceses, de mayor calado, pudieran perseguirle.

El Dhonburi consiguió ser remolcado por un mercante tailandés, aunque sobre las 10:00 acabó embarrancando en la costa continental. Los barcos franceses abandonaron el golfo de Siam a toda máquina para evitar un más que posible contraataque de la aviación tailandesa, que durante el combate había permanecido inactiva.

Dos Corsairs aparecieron de improviso a las 08:43, realizando uno de ellos un picado sobre el FNS Lamotte-Picquet al que lanzó una bomba que por poco le acierta, pues cayó sólo a cinco metros a babor del crucero. A las 09:12 otros dos aviones tailandeses intentaron un nuevo ataque, pero fueron rechazados por el fuego antiaéreo.

El ataque se repitió pasadas las 09:30, también sin éxito. La agrupación naval francesa se replegó sin haber sufrido daños y en la mañana del 19 de enero atracó en los muelles de Saigón.

Puerto de SaigónPuerto de Saigón
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La operación fue bien concebida y ejecutada. Los franceses, en vez de dividir sus escasas unidades para atacar a los dispersos tailandeses surtos en Koh Chang y en Satahib, concentraron todas sus fuerzas sobre los primeros y, aprovechando la sorpresa, dañaron grandemente al enemigo al hundirle uno de sus capital ships, el HTMS Dhonburi, y dos de sus torpederos, además de causar graves daños en tierra.

La victoria francesa fue meritoria e indudable, sin que la ausencia de bajas y de daños en sus barcos deban inducirnos a error: la operación entrañaba importantes riesgos.

En primer lugar, hay que destacar el peligro que conllevaba la navegación en aguas poco profundas y mal cartografiadas, en las que no resultaba difícil encallar.

Después, la amenaza que suponía la aviación tailandesa, con base a menos de media hora de vuelo de Koh Chang. Y por último, la clara superioridad artillera del guardacostas acorazado tailandés respecto a la del crucero francés: cuatro cañones de 203 mm frente a ocho de 155.

En mares remotos, en una guerra olvidada, la Marina francesa mostró una pericia, disciplina y combatividad digna de las mejores tradiciones navales.

La derrota tailandesa forzó que sus aliados japoneses «mediaran» entre los contendientes, auspiciando el armisticio de 28 de enero, que culminó con la firma de un tratado de paz el 9 de mayo de 1941.

Las agresiones siamesas cesaron, pero Tailandia hubo de ser compensada por ello con la cesión de las provincias camboyanas de Battabang, Sisophon y Siem Reap. pueden parecer bien pobres los frutos obtenidos por Francia tras una victoria incuestionable, pero realmente no fue así.

Sin el éxito de Koh Chang se hubiera desencadenado una escalada bélica en la que Francia tenía todas las de perder. El poderoso Imperio del Sol Naciente hubiera acabado implicándose directamente en el conflicto y eso hubiera supuesto el fin de la presencia francesa en Indochina; por el contrario, la victoria desligó a Japón de Tailandia y posibilitó el directo entendimiento con Francia, cuya soberanía pudo mantenerse en Extremo Oriente hasta la intervención japonesa en marzo de 1945, con la guerra casi acabada.



AUTOR DEL TEXTO: Joaquín RUIZ DÍEZ DEL CORRAL. Teniente Coronel Auditor

PUBLICADO EN LA REVISTA GENERAL DE LA MARINA (ENERO–FEBRERO 2009 / MAYO 2009 / ENERO-FEBRERO 2010)

NOTA DE 2GM: Nuestro más sincero agradecimiento a D. Joaquín Ruiz Díez del Corral, Teniente Coronel de la Armada, por su amabilidad y gentileza al permitirnos publicar tan excelente y profundo estudio sobre la Marina de la Francia de Vichy. Gracias D. Joaquín.


FUENTES DE LAS IMÁGENES

Añadidas y maquetadas por nuestro moderador Cocinilla.

http://gagomilitaria.blogspot.com
http://es.wikipedia.org
http://commons.wikimedia.org
http://www.forosegundaguerra.com
http://militaryhistory.about.com
http://ecole.nav.traditions.free.fr
http://www.hersheyarchives.org
http://www.britannica.com
http://alamer.fr
http://www.hmshood.com
http://www.forogaia.com.ar
http://www.marietjj.com
http://dakar.1940.free.fr
http://www.netmarine.net
http://marine.alabordache.fr
http://www.btinternet.com/~david.manley ... hchang.htm
http://www.forum-bateau.com


BIBLIOGRAFÍA DE CONSULTA:

El Hombre y la Mar. Año 2004; Autor: Camil Busquets i Vilanova; Editorial: Agualarga - Aldaba
Enciclopedia Del Mar. Año 1974; Editorial Salvat
La Guerra en el Mar. Editorial San Martin; Año: 1986



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