Invasión italiana de Grecia

Descripción: Grecia es al Mediterráneo lo que Noruega era el Mar del Norte, esta es la tesis de Mussolini para justificar la agresión a Grecia como una necesidad estratégica

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Invasión italiana de Grecia

Mensaje por cocinilla » 10 02 2015 21:38

Invasión Italiana de Grecia


Invasión Italiana de Grecia

  1. DESRIÑONAREMOS A GRECIA
  2. DENTRO DE 24 HORAS LLEGAREMOS A SALÓNICA
  3. UNA SUPERIORIDAD DE DOS A UNO
  4. PARA HITLER ES UN ERROR DEPLORABLE
  5. "TENIENTE... LOS GRIEGOS DISPARAN"
  6. TODOS BUSCAN LA COARTADA
  7. BADOGLIO, DESPEDIDO
  8. GALERÍA FOTOGRÁFICA
  9. FUENTES



A. DESRIÑONAREMOS A GRECIA
"Grecia es al Mediterráneo lo que Noruega era el Mar del Norte", esta es la tesis de Mussolini para justificar la agresión a Grecia como una absoluta necesidad estratégica. La tesis no tiene fundamento, porque Grecia no es (Noruega), no garantiza suministros de mineral a nadie, porque no los tienes, no realiza mas que una influencia muy limitada en el Mediterráneo, no es nada peligroso porque la anglofilia de los ambientes de la corte está equilibrada por los sentimientos germanófilos del dictador Metaxas y de sus generales, y en todo caso no tiene intenciones de moverse, aunque las tropas alemanas que entraron en Rumanía se asomen a sus fronteras.

¿Cual es, pues, la razón que empuja a Mussolini a abrir un nuevo frente involucrando en la guerra a una nación que haría todo lo posible por quedar fuera?. La verdadera razón no es estratégica, si no política. En otoño de 1940, el gobierno fascista está en plena depresión. Todo a salido mal, desde la Batalla de los Alpes, a la modesta Ofensiva de Libia y Etiopía, pronto rechazada por los ingleses.

La aviación a estado decepcionante, siendo el arma privilegiada del régimen, y también a sido modesta la actuación de la Regia Marina. La guerra buscaba aprisa por un Mussolini temeroso de "perder el tren de la victoria" está durando mucho mas de lo previsto, e Italia se ve obligada a reconocer su "bluff" (Alarde o Baladronada) cuando a querido poner sobre el tapete sus cartas militares, que han resultado mucho mas flojas que las previsiones mas pesimistas.

De aquí la espera general de cualquier afirmación militar, sin importar ni como ni contra quien. Grecia y Yugoslavia son, en un primer momento, los objetivos a los que apuntan los mandos italianos para salir de la frustración que les oprime desde que se han dado cuenta de que no lograrán equilibrar ni con un solo modesto éxito las fulgurantes victorias del aliado alemán. Por fin, Mussolini se decide: le toca a Grecia.

En la cartera del Estado mayor estaba preparado desde Agosto de 1939, de un plan de guerra contra Grecia, elaborado por por el entonces Comandante de las tropas en Albania, General Alfredo Gruzzoni. Había previsto el uso de 18 divisiones reforzadas: un ataque principal con doce divisiones hacia Salónica y Atenas, y una dirección secundaria hacia Yánina. El generalísimo griego, Alessandro Pápagos, alarmado en el verano de 1940 por los síntomas de agresividad italiana, había montado contramedidas silenciosas y eficaces, movilizando parcialmente y desplazamiento de tropas.

Grecia, que el régimen fascistoide, empujaba a la simpatía por el Eje, seguía siendo tradicionalmente amiga de Inglaterra y Francia. Por ejemplo, tres oficiales de marina ingleses eran instructores de la escuela naval, de submarinos y de la aviación naval. "A posteriori" se reprocharon a Grecia transgresiones de la neutralidad. Hubo, ciertamente, contacto con oficiales franceses. Pero el embajador italiano en Atenas, Grazzi, no había podido coger el gobierno Griego en ningún fallo sobre detalles concretos de cierta importancia.

A mitad de agosto de 1940, Grecia, que durante algunos meses se había "marchitado" en los designios de Mussolini, recobraba actualidad. El Duce decidía de improviso arreglar "la cuenta pendiente" que tenía con Grecia desde 1923, por el asesinato de la misión mandada por General Tellini durante los trabajos de delimitación de las fronteras meridionales albanesas. Ciano, también agitaba, mediante sus hombres de confianza, el lugarteniente general de Albania, el embajador Francesco Jacomoni.

El 15 de agosto, fiesta de la Virgen, un submarino italiano había torpedeado y hundido en el puerto de la Isla de Tino, a un antiguo acorazado, el RHS Helli, enviado allí como signo de solemnidad durante las fiestas del santuario. Las consecuencias no había sido graves: un muerto y 29 heridos. Pero la repercusión psicológica fue enorme.

La acción había sido promovida por Cesare Maria de Vecchi di Val Cismo, que era gobernador de las islas del Egeo. Un personaje bigotudo y pintoresco al que, sin embargo, le estaban confiando misiones de gran responsabilidad. Mientras tanto llameaba, a la voz de mando, la indignación de la prensa albanesa e italiana por la suerte de los chamuriotas y la muerte del "gran patriota albanés Daut Hoggia".

Los periodistas insistían sobre la especialización, las matanzas y las deportaciones con las que Grecia, había oprimido la Chamuria, "tierra comprendida entre la actual frontera, el litoral jónico hasta la cercanías de Prévedsa, y la provincia de Yánina". Según la propaganda fascista , allí vivían en 1913, cuando el territorio fue anexionado por Grecia, ochenta mil albaneses y diez mil griegos. Se trataba de una realidad de una de las zonas griegas fronterizas donde las vertientes entre la población étnica son inciertas.

Grazzi, enterado con retraso del extraordinario interés fascista por la Chamuria y por ese Hoggia que según los griegos era un bandido muerto en una vulgar reyerta y cuyos responsables estaban encarcelados, protesto ante e gobierno griego, y se oyó responder por un estúpido secretario permanente del Exterior en Atenas, que el asunto no resultaba cosa importante, ya que los albaneses son "gente no hacen mas que andar matándose".

Jacomi trabajaba de firme y Ciano exultaba, porque especialmente su actividad anti alemana le llevaba a solicitar la acción contra Grecia. Los alemanes. que no querían complicaciones en los Balcanes, sugerían calma y moderación. Ciano fingía consentir, solo para preparar una sorpresa al aliado. A mitad de agosto la operación contra Grecia aun limitada a un golpe de mano en el Epiro, parecía inminente. Se sucedieron reflexiones, renuncias, avivarse las llamas, y nuevas dudas, en un increíble titubeo.

Distribución aproximada de fuerzas al comienzo del conflicto y plan de ataque italianoDistribución aproximada de fuerzas al comienzo del conflicto y plan de ataque italiano

Finalmente, el 11 de octubre los mismos alemanes dieron el empujón definitivo al todavía perplejo Mussolini, Le comunicaron, por una petición de Rumanía, una misión militar alemana había marchado a Bucarest, y que los aviones alemanes defenderían los pozos petrolíferos de Ploesti.

Ciano apuntó en si diario "Sobre todo (Mussolini) está indignado por la ocupación alemana de Rumanía. Dice que para ello ha impresionado profunda y negativamente a la opinión pública italiana, porque el arbitraje de Viena (por la cuestión de Transilvania entre Rumanía y Hungría), no se esperaba nadie este resultado. Hitler me coloca siempre ante el hecho consumado. Esta vez le pagó con la misma moneda; sabrá por los periódicos que se ha ocupado Grecia. Así será establecido e equilibrio".

Dos días después, es decir, el 13 de octubre, Bodoglio, finalmente puesto al corriente, cursa una orden según el cual "a las cero horas del día 26, todo tiene que estar preparado para poder iniciar en Albania la acción prevista (/Emergencia G)". Con esta indicación, Badoglio se ligaba a un plan (bastante diferente al de Grozzoni) que el estado mayor había preparado, mientras tanto, y que se refería a "un golpe de mano en grande".

El 15 de octubre, en el Palacio Venecia, fueron convocados Ciano, Badoglio, el Subsecretario de Guerra, el General Ubaldo Soddu, Jacomoni, el Jefe de las tropas en Albania, Sebastiano Visconti Prasca y el General Mario Roatta.

Se trataba de poner la operación a punto. Presidia, naturalmente, Mussolini. El acta de la reunión, es uno de los documentos más penosamente elocuentes del dilettantismo jactancioso con que fue planeada la campaña. Mussolini, cargado de de ansia de desquite antialeman, y Ciano, deseoso de dar brillo a Albania, de la que se consideraba un procónsul, había hallado a los hombres adecuados en Jacomoni, dúctil y obsequioso, aunque con alguna perplejidad de última hora, y en Sebastiano Visconti Praca

Concedida la palabra a Visconti Prasca, aseguró que la operación contra el Epiro estaba "preparada hasta el mínimo detalle", que la moral de la tropa era altísimo, que se había logrado "un cambio arrollador en pocos días". Y que, por tanto, con algunas otras divisiones, se continuaría la marcha hacia Atenas. Ciano prometió para el 24 de octubre el casus belli,un incidente fronterizo. Bodoglio y Roatta, bastante indiferentes, presentaron objeciones.



B. DENTRO DE 24 HORAS LLEGAREMOS A SALÓNICA
Al final fue aprobado el plan que gustaba a Mussolini. Se haría la guerra a Grecia con la convicción de que las tropas italianas tardarían pocas semanas en apoderarse del país. Tal convicción estaba muy extendida en Roma. Ciano, que acaso suegro Mussolini de esta desastrosa iniciativa, hace tiempo que está en contacto con políticos griegos corrompidos por él, para hacerlos dóciles agentes de su política agresiva.

Por estar seguro de que la campaña terminará con un gran éxito militar. Su seguridad es tal que, en la víspera del ataque, su mayor preocupación era comprobar si los camiones tenían suficiente gasolina para llegar a Salónica en veinticuatro horas.

En realidad os griegos, no estaban muy dispuestos a rendirse,y los políticos corrompidos por Ciano tienen escaso peso en un gobierno decidido a mantenerse firmes. Y esto debería saberse en Roma, que tenía en Atenas un excelente agregado militar, el General Mondini, y un apto embajador, Grazzi, quien desmienten las denuncias del gobierno griego y conceden poquísimas chance a un eventual complot.

Grazzi va a Roma para aclarar en persona cualquier posible equívoco, que ni su ministro ni el dictador ni los otros grandes del régimen le prestan atención, "no se puede comprender (escribirá Drazzi) como el Conde Ciano, que había de haber leído mis informes, mis cartas y mis telegramas, había podido hablar de la clara escisión entre la población y la clase dirigente política plutocrática griega, y afirmar que aparte de esta limitada clase, el resto del pueblo griego era indiferente a todos los acontecimientos, comprendida nuestra invasión".

Seguro, pues, de su éxito, Mussolini fija el programa de la guerra: "Señalando el 26 para el inicio de las operaciones. Prevista la liquidación del Epiro hacia el 10 de noviembre y después marcha victoriosa hacia Atenas. Esta es una acción que ha madurado largamente, de mes en mes, antes de nuestra participación en la guerra y aun antes del comienzo del conflicto".

El 10 de octubre, el Estado Mayor desmoviliza 20 de las 40 divisiones situadas en el Valle del Po con vistas a un ataque a Yugoslavia: 3000.000 soldados vuelven a casa porque el régimen quiere aplastar el mal humor popular. Se antepone así el frente interior a la prudencia militar, sin hablar de las consecuencias negativas, a la pérdida de la unión y del adiestramiento del material y del bagaje, y los mulos dados "al fiado" a los campesinos.

Se inicia, pues la campaña renunciando a la reservas. El proyecto Guzzoni para un ataque a Salónica preveía 13 divisiones, mas tres para las operaciones del Epiro, mas tres para la ocupación de las islas, mas tres para cobertura de la frontera yugoslava: un total de 22 divisiones.



C. UNA SUPERIORIDAD DE DOS A UNO
Visconti Prasca se mueve con siete divisiones y varias unidades: por el litoral, la agrupación del General Rivolta, algo mas de 5.000 hombres; luego. pasando hacia en interior, las Divisiones Siena, Ferrara y Julia alpina, con la División Acorazada Centauro de refuerzo, en la zona de Coriza, la Parma,la Piemonte y la Venezia, con un total de 87.000 hombres, que suben a 100.000 con los del servicio en la frontera yugoslava. las divisiones lo son únicamente de nombre, por ejemplo, la División Acorazada Centauro, tiene 4.037 hombres, 24 piezas de artillería, 24 cañones anticarro, y un centenar de carros ligeros.

En otros ejércitos no merecería ni el nombre de brigada, y ni al multiplicar por diez llegaría a la potencia de choque de una división acorazada alemana. Las otras divisiones están incompletas de hombres y armas, aunque se trata de las mejores unidades.

Unos centenares de camiones han de bastar para el abastecimiento: de los 1.500 pedidos solo han llegado 107. Un convoy de camiones Fiat 666, llegado al puerto de Bari, han sido reexpedidos a Turín por un despiste burocrático. Pero en el cielo, la superioridad es absoluta; 400 aparatos italianos contra un centenar de aparatos griegos.

Contadas las fuerzas en campaña, Prasca declara: "Respecto a las tropas que teníamos en frente, nuestra superioridad era de dos a uno. La operación ha sido preparada a fin de dar la impresión de un cambio arrollador en pocos días", caso quizás único en un general que minimiza las fuerzas adversarias aun conociendo la situación real, aun sabiendo que es un autoengaño oponer a las incompletas divisiones binaria italianas las pesadas divisiones binarias griegas.

Una cuenta mas exacta, la de los batallones, dice que: "frente a los italianos hay, desde los primeros días, un igual número de griegos", y lo confirma la "Historia Militar de Grecia", editado por el Estado Mayor heleno, cuando dice que sus divisiones de primera línea son cuatro reforzadas por unidades selectas, solo levemente inferiores a las italianas en el Epiro. En muchos aspectos, el Ejército Griego era igual o peor que el italiano. Sus oficiales provenían de provincias agrícolas, cuyos valores y tradiciones conservaban.

El armamento era un muestrario de piezas austriacas, suizas y francesas, con el pobre apoyo de pocas fábricas de armamento, la aviación era débil y las fuerzas acorazadas no existían. Solo que este ejército campesino estaba dispuesto a luchar, y luchar bien, en defensa de su suelo amenazado por el extranjero, sobre un terreno que conocía a la perfección, con abastecimientos regulares y sostenidos por un entusiasmo patriótico que llegó a todos los niveles.



D. PARA HITLER ES UN ERROR DEPLORABLE
Mussolini, que no ignora la oposición de Hitler, a la apertura de un nuevo frente en los Balcanes, esta decidido a hacer su voluntad y a poner a su aliado ante el hecho consumado.

Para guardar las apariencias, Mussolini recurre a un truco bastante pueril. Ha escrito a Hitler una carta, con fecha del 19 de octubre donde expone su decisión de "terminar en seguida la dilación", y declarar la guerra preventiva a Grecia.

Pero la carta va dirigida a Berlín cuando todos saben que Hitler esta de viaje para encontrarse con Franco y Pétain. Por consiguiente el mensaje del Duce no llegará al destinatario hasta seis días después, el 25, en la estación de ferrocarril de Yvoire. Incrédulo y preocupado por el capricho de su aliado italiano, Hitler, invita al Duce a preparar en seguida un encuentro en algún lugar del norte de Italia, y este acepta, señalando Florencia como sitio y el 28 de octubre como fecha.

En esta elección, Mussolini también es astuto, porque a primeras horas del 28 comenzaran las operaciones en el frente griego, y nada podrá tenerse ya. Así, la mañana del 28, cuando Hitler llegó a Florencia, Mussolini le recibió triunfalmente y le anuncia a quemarropa: "Führer, estamos avanzando. ¿Al alba de esta mañana las victoriosas tropas italianas han atravesado la frontera greco-albanesa!.

Hitler domina a duras penas un ataque de ira. Naturalmente, aún no tiene información sobre las operaciones, mas por instinto, no comparte el optimismo de Mussolini. Pero ya es demasiado tarde para los reproches. Horas después, el tren especial reanuda el viaje hacia Berlín, llevándose a bordo a un Hitler muy amargado por el deplorable error de los italianos.

La Campaña de Grecia comenzó a las 02,30 del 28 de Octubre, lunes, cuando el embajador Grazzi deja en automóvil la sede de la legación italiana en Atenas para ir al chalet del dictador Metaxas, en Kifisiá. Grazzi lleva consigo el ultimátum que Ciano y Mussolini han redactado con prisa, buscando imitar el estilo arrogante usado por Hitler en casos análogos.

La delegación italiana se encuentra con Metaxa a las tres. El dictador griego, sacado a prisa de la cama, se reúne con Grazzi, y este le anuncia que su gobierno le ha encargado entregarle una nota urgente. Acabada la lectura, Metaxa dice: "Entonces es la Guerra".

Grazzi, mintiendo a sabiendas, responde que las peticiones italianas, todavía pueden ser aceptadas. "Usted sabe que no podría aunque quisiese (dice Metaxas), son las tres. Antes de las seis tendría que reunir a los jefes militares, oír al Rey y hacer llegar la orden de no resistencia a las unidades mas alejadas. ¿Quien puede saber que puntos estratégicos quiere ocupar Italia?". Grazzi, que lo ignora, hace un gesto extendiendo los brazos y calla. "Ya ves que es la Guerra", concluye el general heleno.

Un grupo de artilleros italianos emplaza una pieza de artillería de campaña en una posición protegida en el sector del Val DevolUn grupo de artilleros italianos emplaza una pieza de artillería de campaña en una posición protegida en el sector del Val Devol
El gobierno griego se reúne a la cuatro. Camino de Atenas, Metaxa ha despertado al embajador inglés Michael Palayret para que avise a Churchill y Cunningham.

La flota inglesa podría impedir aun la invasión e las islas, dada por descontada, pues no se puede suponer razonablemente que la agresión se limita al frente albanés. Metaxa y los ministros aceptan una guerra que de salida saben perdida. Poco después, todas las unidades griegas están en estado de alerta. Además de en las montañas de la frontera albanesa, los griegos se preparan a resistir en el Peloponeso y las islas del Egeo.

El Comandante Italiano Visconti Prasca disponía en vísperas del conflicto de esta distribución: en la extrema ala sub-occidental del despliegue, la agrupación del litoral con el tercer regimiento de granaderos y un regimiento de caballería formada por unidades de las divisiones Aosta y Milano, el flanco de la agrupación, la división acorazada Centauro con 163 carros de combate ligeros. Estas tropas formaban el Cuerpo de Ejército Chamuria, confiado al General Carlo Rossi. Cerrojo del despliegue era la Julia, en la zona de Pindo; dependiente directamente de Visconti Prasca.

En Macedonia occidental, el XXVI Cuerpo de Ejército (General Gabriele Masci) incluía las divisiones Parma, Piemonte y Venecia (las dos últimas en segundo escalón, pero pronto llevadas adelante). La Arezzo estaba orientada hacia Yugoslavia.

En total, 87.000 hombres contra Grecia, 12.000 en la frontera yugoslava, 84 batallones y 686 piezas de artillería, comprendidas las de disposición del Alto Mando. En esta cifra se incluyen unidades especiales. A espaldas de estas fuerzas estaban el mar y puertos incapaces de acoger la gran corriente de suministros.

Los griegos, aunque inferiores numéricamente en el Epiro (pero sus divisiones eran de tres regimientos de infantería, y no de dos como las italianas), admitieron en sus tratados haber tenido en linea, o prontas a intervenir, siete divisiones. Pero poco importa, pues apenas fue evidente que Bulgaria sería mera espectadora, los griegos podían hacer llegar rápidamente, por carretera y no de ultramar, grandes refuerzos. En la Macedonia occidental contaban, desde luego, con claras superioridad desde el primer momento.

En este punto, Visconti Prasca, apagado el entusiasmo del Palacio Venecia, pedía refuerzos, y el Estado Mayor se los prometió. Pero ya era tarde para una máquina militar tan lenta e ineficaz como la italiana.



E. "TENIENTE... LOS GRIEGOS DISPARAN"
Las seis del 28 de octubre. La guerra comienza y las columnas italianas se ponen en marcha bajo una lluvia pertinaz, hundiéndose las botas claveteadas en un palmo de barro. A lo largo de la costa marchan jinetes ligeros y granaderos, además de dos columnas paralelas de la división Siena.

Más al norte, la división Ferrara destaca algunas unidades mientras por el cauce del Voyussa se mueven los carros y los Bersaglieri de la Centauro. Finalmente, por el Pindo entra en acción la Julia, la división mas eficiente de todo el despliegue. A esta división alpina se había asignado como objetivo Metzovo, una villa o burgo de montaña que debía ser alcanzada entre dos regimientos (al nordeste, el octavo de alpinos, y al sudoeste, el noveno) por el áspero macizo montañoso.

Durante tres días, el verdadero enemigo fue el tiempo. Solo algunas patrullas griegas de retaguardia entablaron breves tiroteos. Visconti puede telegrafiar exultante, mientras los dos dictadores están en Florencia, que "nuestras tropas continúan con mucho entusiasmo mas allá de la frontera, con la artillería en cabeza". Sigue lloviendo. Los riachuelos de carácter torrencial, Voyussa, Sarandaporos, Kalamas, van henchidos de agua.

Pero los carros de combate del tipo mas ligero se atascan en el barro, la artillería se esfuerza por mantener el paso de la infantería, y la aviación, con mucha la mas fuerte, no puede volar. Y pronto (sobre todo para la Julia, entre el frío y el terreno abrupto del Pindo) se hace evidente la desproporción entre la extensión del frente y la escasez de fuerzas atacantes. Sin embargo, las vanguardias de la Siena tocan el Kalamas, y la Julia se apodera de Konitza, un pueblo grande izado al flanco de la montaña.

Visconti Prasca ha establecido el mando primero en Libohova y después en Dervisciani, para estar próximo a la primera linea, con el efecto de que se hacían dificilísimos los enlaces no solo con Roma, sino también con el jefe de la aviación, Ranza, que quedo en Tirana.

Hasta el 31 de octubre se comunican como bajas cinco oficiales y 30 hombres de tropa. Entre tanto, en Roma se espera de un momento a otro la noticia de la caída de Grecia. Apenas vuelto de Florencia, y feliz de haber "humillado" a Hitler, el Duce ha trasladado su Mando Supremo a Grottglie, en la Puglia, "lejos de la malicia y los chismes de Roma" y mucho más cercano a la zona de operaciones. Naturalmente, los jefes militares y políticos lo han seguido con entusiasmo, decididos todos a no perderse su parte en el triunfo.

La elección de Grottaglie como Cuartel General es una boba imitación de los alemanes, que descentralizan su Mando Supremo para que las numerosas personas que lo forman puedan trabajar a la vez sin molestarse. Pero el Mando Supremo italiano no existe como estructura, y es la temporal del Duce con los subsecretarios militares, mientras que el Cuartel General queda en Roma con los Estados Mayores de las tres armas. También en Roma hay mucha euforia en los primeros días de la guerra. Todos buscan laureles.

El Ministro de Exteriores, Galeazzo Ciano, en el momento de su mas delicada función política, que es mantener el contacto con el aliado, abandona el ministerio y va con su escuadrilla a "un bombardeo de categoría" sobre Salónica (donde sus bombas, por poco destruyen el edificio en que se han refugiado los diplomáticos italianos.

Los funcionarios que quedan en el palacio Chigi tascan el freno; algunos se presentan a trabajar de uniforme sin haber sido movilizados, y a la secretaria del Partido llegan las peticiones de los jerarcas que quieren ir a Albania, no se sabe si para pelear o para observar.

El Mando supremo de Grottaglie dura cuatro días. El 1 de noviembre todos están de vuelta en Roma, que además es el lugar mas seguro, ya que la RAF realiza sus raras incursiones en la periferia, y siempre avisando al Vaticano. En la línea móvil del frente albanés después del paseo de los primeros cuatro días tiene lugar la primera reacción eficaz de los soldados de Alejandro Pápagos, comandante supremo heleno

Las tropas griegas lanzan el contraataque en Macedonia occidental, es decir, donde el enemigo es mas débil y ellos más fuertes. Primer objetivo, el Devol, y a distancia, el macizo del Morova; tras estos dos obstáculos se encuentra la llanura de Coriza. Pero Mussolini no se preocupa todavía, y escribe al General Visconti Prasca: "Querido Visconti, estoy contento del desarrollo de las operaciones en esta primera fase. El general Ranza me ha dado en persona otras satisfactorias impresiones. A fin de reforzar su dispositivo, la Bari, que debería ocupar Corfu, desembarcara en Valona, mañana 1 de noviembre. Según la actitud de Belgrado, podre colocar al sur o en el sector de Coriza a la Venezia.

Entre tanto, he mandado inmediatamente a Roma al General Soddu para acelerar el envió de las divisiones que se habían pedido el 16 de octubre y todos los camiones. Estoy convencido de que continuará imprimiendo al conjunto de las operaciones el veloz ritmo que los acontecimientos, mas que las teoría, imponen perentoriamente".


Un Regimiento de Caballería Italiano marcha hacia el frenteUn Regimiento de Caballería Italiano marcha hacia el frente
La reacción griega se va desarrollando en los días siguientes. Pápagos, que dispone ya de una visión suficientemente clara de la situación, manda atacar a sus hombres en el punto débil del despliegue italiano, es decir, donde los batallones de la división Venezia, llegados a marchas forzadas de la frontera yugoslava, están integrados en el frente.

Cansados, desorientados, sorprendidos por un enemigo que avanza en cerrados batallones con sus curiosos cascos y entre continuo clamor de trompeta, los italianos se desconciertan, retroceden y contraatacan sin resultado, y se resignan a ver al enemigo apostarse en el Devol.

La situación se controla cediendo pocos kilómetros, pero el efecto psicológico es desastroso, y caen las mentiras de la propaganda, repetidas en muchos meses. El soldado reconoce la guerra como es; no el fácil paseo, sino la portadora de muerte, y dice a su manera infantil: "Teniente... pero los griegos disparan". Por la tarde del día 3 penetran en territorio albanés.
A la división que ha atacado a la Venecia se unen otra división ternaria y un regimiento de evzones, la guardia real, para una batalla de desgaste que día a día agota a la Parma, la Venezia y la Piamonte. Las unidades albanesas, como el batallón "Tomor", considerado uno de los mejores. se esfuman como nieve al sol. De los mil hombres del "Tomor" solo quedan en línea 120; los otros se escapan.

La situación se hace muy delicada. Papagos ha dirigido al Epiro tres divisiones, y se está delineando así una rotación del frente por el empuje italiano en el Spiro y el empuje griego en Macedonia. Esto amenaza provocar un envolvimiento por parse de los griegos, mientras la Julia, que es un poco el eje de los dos elementos rotantes, está prácticamente aislada y empeñada en una labor superior a sus fuerzas.

Sobre el Pindo la división está viviendo su tragedia. "No es posible el enlace con la División Julia", anota el general Nasci el 5 de noviembre. La división alpina está irremediablemente aislada; columnas de suministros que debían auxiliarla han sido sorprendidas y destruidas por los griegos, que disponían aun de unidades bien adiestradas de infantería y caballería de montaña, con caballos de poca alzada adaptados a los terrenos mas impracticables. Los griegos están a espaldas de los alpinos, y sus fuerzas se hacen abrumadoras.

Diez días después del comienzo de la campaña, los vénetos y abruzos de la Julia están inmovilizados por el enemigo, atormentados por el barro y una lluvia que en las alturas se hace nevisca, y hambrientos. Se repliegan y atraviesan Konitza con los uniformes enlodados y a jirones.

Casi todos los mulos se han perdido. Ya no hay víveres. La quinta parte de los hombres ha muerto o ha caído en manos de los griegos. Cuando la división vuelve a la antigua frontera, en el puente de Perati, es una unidad terriblemente agotada por una ofensiva irreflexiva. Roma no es informada exactamente de la gravedad de la situación, pero empieza a tener barruntos.

El 6 de noviembre, Roma, que por fin se ha dado cuenta de la exigüidad de sus fuerzas, decide constituir el Grupo de Ejércitos de Albania, con cuatro cuerpos de ejército

Para el 5 de diciembre debe estar listo el nuevo despliegue. El IX Ejército, entre la Macedonia occidental y el Pindo (divisiones Piemonte, Arezzo, Parma, Venecia, Julia, Bari, y la Tridentina de reserva), y el XI Ejército, en el Spiro (divisiones Ferrara, Centauro y Siena mas otras cuatro).

En Macedonia occidental se mantendrá durante el invierno un plan defensivo, y en el Epiro será reanudada lo antes posible la ofensiva. A las 22:00 del 9 de noviembre Ubaldo Soddu asume el mando de las tropas de Albania, y Visconti Prasca es reducido prácticamente al mando del XI Ejército. Dos días después, la radio da la noticia de que también su puesto en el XI Ejército ha sido ocupado por el general Carlo Geloso. El 30 de noviembre, Visconti Prasca es colocado en retiro absoluto.



F. TODOS BUSCAN LA COARTADA
El 10 de noviembre tiene lugar en Roma una reunión de los jefes del Estado Mayor presidida por Mussolini. Badoglio, que teme ser acusado de culpabilidad en el desastre por el que solo ha pagado Visconti Prasca, prepara como los otros los necesarios documentos de apoyo para organizarse la coartada.

Después de la reunión, escribe directamente en el diario del Estado Mayor "'Mussolini toma la palabra, hace historia de las acciones en Grecia, indicando como las previsiones de Jacomoni y de Visconti Prasca sobre la sublevación de la Chamuria han fallado totalmente. Al ocurrir lo contrario, hoy las fuerzas enviadas parecen insuficientes para la acción.

Cree necesario enviar otras siete divisiones. Pido la palabra para decirle: El 14 de octubre me convocó a mí y al general Roatta y nos pregunto cuántas divisiones necesitábamos para ocupar Grecia. Respondimos que veinte, lo que quería decir mandar otras diez a Albania y una estructura logística adecuada.

El día siguiente nos reunimos de nuevo, en presencia de Ciano, Jacomoni y Visconti Prasca, y sin preguntarnos nada dio la orden de atacar el 26, pasada luego al 28. Los hechos son los que ha expuesto, pero de estos hechos no puede ser responsable ni el Estado Mayor General ni el Estado Mayor del Ejército Real.

En cuanto a atacar el 5 de diciembre, a menos que se quiera repetir cuanto ha sucedido, no lo creo posible. Hay que hacer cuenta exacta del tiempo necesario para hacer llegar refuerzos y lograr la preparación, y sólo sobre la base de los resultados tornar las decisiones que parezcan necesarias. El Duce ha accedido, encargándose de hacer estudiar el plan de transportes por los Estados Mayores del Ejército Real y de la Marina Real"
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Formación de bombarderos Italianos S-79 vuelan sobre GreciaFormación de bombarderos Italianos S-79 vuelan sobre Grecia
En la línea del frente la situación empeora dia a dia. Llegan los refuerzos pero a duras penas, por las angosturas de dos puertos, Valona y Durazzo, mal acondicionados, o por avión. Al optimismo inicial ha sustituido una angustiosa confusión.

Los batallones son encaminados al frente en fragmentos, incompletos de impedimenta, de armas de infantería y material de ingenieros, con oficiales incorporados en el último momento y que no conocen a sus hombres ni son conocidos. El desorden rota el caos.

Soddu da normativas que recomiendan mantener "la actitud batalladora", conserva la cabeza de puente sobre el Kalamas, y asegurar "la inviolabilidad del flanco izquierdo".

El 14 de noviembre, mientras Badoglio se reúne con su colega alemán Keltel, que le organiza una buena bronca porque Grecia "se va a transformar en una importante base aeronaval para los aliados". Alejandro Papagos lanza una nueva ofensiva más potente, que tiene como objetivo Coriza.

En Macedonia occidental el frente sigue en buena parte el curso del Devol. A sus espaldas tienen los italianos el Macizo del Morova. Es fácil intuir que los griegos tratarían de rodear el Morova ya at norte o ya al sur, donde en la zona de Erseke estaba el punto de unión, delicadisimo, entre el XI Ejército de Geloso y el IX, a cuyo mando estaba Mario Vercellino.

La temperatura es de pleno invierno, y los griegos disponen de tres nuevas divisiones (la 10ª, la 11ª y la 7ª) que se han unido a la 9ª Division y a la IV Brigada, ya desplegadas.

La batalla es dura, y en la parte italiana hay hombres y unidades que pelean muy bien. Pero la situación es bastante crítica, cuando Mussolini pronuncia el 18 de noviembre un discurso en la sala real del Palacio Venecia, ante los jerarcas provinciales del partido fascista.

La exposición del Duce respecto a Grecia no tiene en cuenta la ya apremiante ofensiva griega. El 19 de noviembre, Ubaldo Soddu comprende que no se puede sostener ya Coriza. Pide consejo a Badolio, quien le advierte que "en condiciones difíciles hay que tener el valor de tomar decisiones rápidas, aunque sean dolorosas, para no llegar tarde". Quiere una autorización explícita de Mussolini, y recibe como respuesta la indicación de esperar.

Finalmente, debe tomar la amarga resolución. Durante la noche antes del 21 de noviembre, los almacenes militares son evacuados, y a las 7 del 22 de noviembre, los últimos soldados italianos abandonan Coriza. El repliegue alcanza en algunos puntos los cincuenta kilómetros. Grecia exulta. Y además, que el repliegue del ala izquierda pone la zona del Spiro en situación difícil, también las tropas griegas se asoman a la frontera albanesa.

El 28 de noviembre también la nueva línea defensiva de Soddu presenta una inquietante debilidad con la perdida de Pogradec.

El fracaso se vuelve contra Badoglio, que no había ocultado su desconfianza hacia la aventura. El extremista Roberto Farinacci, jerarca de Cremona y enemigo personal del mariscal, en un articulo del 23 de noviembre en su periódico Régimen Fascista, alude a la a "improvisación e inoportunidad del mando del Alto Estado Mayor".

En una conversación con Mussolini, Badoglio pretende una retractación, pero no la consigue. Redacta una réplica, pero no se la publican. Víctor Manuel III no mueve un dedo en favor del viejo mariscal.



G. BADOGLIO, DESPEDIDO
Badoglio presenta la dimisión y sale luego para su casa de campo, en Monferrato. Regresa el 27 de noviembre y ve un poco receloso al ver al Duce. Mussolini parece dispuesto a mantener a Badoglio en su cargo. Al dia siguiente surge una solución de compromiso según la cual Badoglio continuará de Jefe del Alto Estado Mayor, pero se nombraría un subjefe capacitado para tratar directamente con el Duce. El 29 de noviembre, Mussolini informa al rey de la dimisión. El 4 de diciembre es la ruptura.

El Duce ve a Badoglio, le informa que Cavallero había marchado a Albania para comprobar si Soddu dominaba los nervios, y que si Soddu podía quedarse, Cavallero reemplazaría a Badoglio; en caso contrario, Cavallero pasaría a Albania y Badoglio seguiría como jefe del Alto Estado Mayor. Y así, Cavallero sucede a Badoglio.

El mismo 4 de diciembre, Soddu tiene una dramática conversación telefónica con Roma para avisar que los griegos han roto de nuevo la línea en Permeti desde donde se tenía acceso a la garganta de Klisura. Esto podría significar un armisticio o la petición de ayuda alemana.

Mussolini está consternado, "Antes que pedir un armisticio a Grecia es preferible partir todos hacia Albania y hacernos matar en el sitio". La misma tarde del 4 de diciembre, Cavallero llega en avión a Albania, se encuentra con Soddu y en la práctica empieza una especie de mando de dos. Los griegos siguen peleando con entusiasmo a pesar de su escasez de medios.

Inglaterra les echa de buen grado una mano, contenta de tener un socio de desventuras en una guerra hasta entonces tan solitaria como desesperada. Pero Metaxas no acoge estas ayudas (aun indispensables) con mucho entusiasmo. Espera poder salvar aun la independencia de su país, pero esto se logrará solo si se evita la intervención militar alemana.

Y las ayudas británicas podrían ser tomadas por los alemanes como una provocación personal. Una escuadrilla de caza-bombarderos Blenheim llega a Tatoi y Eleusina, aeródromos en las cercanías de Atenas, ya el 3 de noviembre. Otras escuadrillas de Blenheims, Gladiators y Wellingtons, bajo el mando del Comodoro J.H.D´Albiac, acuden en días sucesivos.

El 16 de noviembre desembarcan en El Pire, 2.200 hombres de la aviación inglesa con 310 vehículos, y después, dos mil hombres de antiaéreos con 400 vehículos. Pero Metaxas, tras un encuentro con el embajador alemán Príncipe Erbach, quiere impedir que los aviones alemanes despeguen de aeródromos del norte, tratando así de demostrar que los pozos petrolíferos de Ploesti no están amenazados.

Los ingleses esta situados también en la Bahía de Suda, en Creta. "Los Italianos deben apoderarse de ella. Debemos llegar antes y pronto", había ordenado Churchill. A Italia había prestado Hitler unos cincuenta Junkers de transporte para llevar a las unidades.

El 18 de diciembre, Cavallero preside en Roma una reunión en la que resume la situación en estos términos: "Se trata de un frente de 250 kilómetros guarnecidos por 160.000 hombres, de los que 100.000 están en primera línea, y que han sido retrasado pero no han cedido, aunque se han estado nutriendo sólo de complementos, y debía resistir diariamente el choque de las fuerzas griegas.

Era solo un velo de hombres, pero contra el se han estrellado todos los esfuerzos del adversario. El grave peligro estaba representado por a separación de los dos ejércitos, cosa que no sucedió por la tenacidad con que nuestros soldados han sabido resistir"
.

Pero ya se combate para resistir, no para vencer. Hacía Navidad, mientras el número de congelaciones entre los italianos sube a cifras alarmantes, Mussolini se entusiasmaba con la llegada de la nieve, porque "así mueren las flores y se mejora esta mediocre raza italiana". Pero no son flojos los hombres que sufren en el sector montañoso del IX Ejército y cuentan antes del fin del año miles de congelados. Mas a fin de año, el frente esta sustancialmente estabilizado. El 1940 se cierra con otro cese; el de Soddu.

Llamado a Roma "para hablar", Soddu se queda allí. Cavallero, manteniendo el cargo de jefe del Alto Estado Mayor, asume también el mando de las tropas de Albania. Puede adjudicarse el mérito de haber levantado un muro suficientemente sólido contra los griegos.



H. GALERÍA FOTOGRÁFICA

Hitler y Mussolini saludan a la multitud desde el balcón del Palazzo Vecchio en Florencia, el 27 de octubre de 1940Hitler y Mussolini saludan a la multitud desde el balcón del Palazzo Vecchio en Florencia, el 27 de octubre de 1940

Un desfile de Evzones tropas selectas griegas con su vistazo uniformeUn desfile de "Evzones" tropas selectas griegas con su vistazo uniforme

Alfredo GruzzoniAlfredo Gruzzoni

Alessandro PápagosAlessandro Pápagos

Un Capellán militar imparte la bendición a una unidad italiana en el frenteUn Capellán militar imparte la bendición a una unidad italiana en el frente

Una unidad alpina de la División Julia desembarca en el Puerto de Valona para ser enviada al frenteUna unidad alpina de la División Julia desembarca en el Puerto de Valona para ser enviada al frente

Tropas griegas en Korçë en noviembre de 1940Tropas griegas en Korçë en noviembre de 1940

Posición italiana en la zona de KlisuraPosición italiana en la zona de Klisura

Prisioneros italianos esperan el rancho en un centro de reunión del ejército griegoPrisioneros italianos esperan el rancho en un centro de reunión del ejército griego

Ubaldo SodduUbaldo Soddu

Ugo CavalleroUgo Cavallero

Ioannis MetaxásIoannis Metaxás

Pietro BadoglioPietro Badoglio

Carlo GelosoCarlo Geloso


Unidad de ingenieros italianos reparan un puente destruidoUnidad de ingenieros italianos reparan un puente destruido

Visconti PrascaVisconti Prasca



I. FUENTES

Crónica Militar y Política de La Segunda Guerra Mundial; Editorial Sarpe; Volumen Segundo; Depósito Legal: M.41.059-1982

http://es.wikipedia.org/wiki/Alfredo_Guzzoni
http://en.wikipedia.org/wiki/Alexander_Papagos
http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_gre ... 101940.svg
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/c ... Prasca.png
http://www.panzertruppen.org/ww2/1941/grecia2.html
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/i ... Ubaldo.jpg
http://it.wikipedia.org/wiki/Carlo_Gelo ... Geloso.jpg
http://www.eurasia1945.com/batallas/con ... de-grecia/
http://es.wikipedia.org/wiki/Ioannis_Me ... s_1937.jpg
http://it.wikipedia.org/wiki/Pietro_Bad ... entale.jpg
http://www.comandosupremo.com/cavallero.html

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Re: Invasión italiana de Grecia

Mensaje por abhang » 11 02 2015 19:21

Interesante artículo, de la "aventura " italiana en Grecia, producto de la ambición de Mussolini, para compensar y "equilibrarse" con su aliado alemán.
Tropas italianas mal preparadas, la climatología y los suministros, hicieron el resto.

Saludos y gracias por el artículo.
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