- La situación de la guerra con Alemania en el primer semestre de 1944
- ¿Qué fue la Operación Fortitude
- Composición de las fuerzas aliadas en Gran Bretaña según el OKW alemán
- Las operaciones de inteligencia
4.1 - Fortitude Norte
4.2 - Fortitude Sur - El Día D
El comienzo de 1944 no podía pintar peor para la Alemania nazi y sus aliados. Tras el fiasco de 1943, donde se produjeron dos de los hechos más significativos de la II Guerra Mundial, la derrota en el norte de África y la derrota en Stalingrado, los aliados ya sabían que iban a ganar la guerra. Alemania se encontraba en retirada en el frente oriental y los aliados occidentales habían invadido Italia. Las cosas en el Océano Atlántico no pintaban mucho mejor para Alemania, pasando su antaño poderosa flota de submarinos de ser el depredador, a ser la presa. Para colmo de males, Alemania veía impotente como por el día y por la noche sus ciudades y sus fábricas eran arrasadas por la aviación aliada, que por aquel entonces ya tenía el control absoluto de los cielos de Europa. La cuenta atrás para la invasión había comenzado.
La Operación Fortitude, Fortaleza en castellano, fue el nombre en clave que recibió la operación y el conjunto de operaciones que la integraron, llevadas a cabo en 1944, para engañar a los alemanes respecto a la apertura y fecha del nuevo frente occidental. Tan importante en su fin como las Operaciones Overlord y Neptuno, Fortitude consiguió ser un rotundo éxito.
Fortitude forma parte a su vez de un conjunto de operaciones de distracción y se enmarca dentro de la Operación Bodyguard, que estaba compuesta por las operaciones:
- Fortitude: operación de confusión y desinformación para la zona del Canal de la Mancha y Atlántico norte.
- Graffahm: se centró la actividad de diversión en la zona de Suecia. El objetivo era mantener a las divisiones alemanas paralizadas en Noruega.
- Ironside: el objetivo era la zona de la Bahía de Vizcaya y zona de Burdeos.
- Zeppelin: operación de confusión y desinformación para la zona del Mediterráneo oriental y Mar Negro: costa rumana del Mar Negro, Creta, Albania y Grecia. Aquí fue fundamental la colaboración soviética, que se encargó de filtrar falsos planes de ataque Rumanía y sus reservas petrolíferas. Un importante número de divisiones germanas quedaron estacionadas en previsión de dichos ataques.
Especial atención merece este apartado, pues la colaboración soviética supuso el desvío de veinte divisiones que bien podrían haber ido a parar a Normandía. En enero de 1944 se requirió la ayuda soviética para tales planes, a lo que Stalin accedió. Para ello, Churchill envió al Coronel John Bevan a Moscú, junto con su homólogo estadounidense, el Coronel John Baumer. Ambos eran expertos en engaño estratégico, el arte de convencer al enemigo de que se va a producir un determinado ataque, pero no en el lugar auténtico, sino en otra parte. Debían convencer a Stalin de que los aliados requerían varias maniobras soviéticas de engaño militar para que la Operación Overlord fuera un éxito.
Entre los engaños que Bevan y Baumer propusieron a Stalin y sus principales consejeros militares, se contemplaban dos desembarcos anfibios falsos, de los cuales había que aportar pruebas convincentes al alto mando alemán y al propio Hitler. Uno era un asalto anfibio soviético en la costa rumana del Mar Negro. El otro era una ofensiva soviética contra la zona septentrional de Noruega. Persuadido por Bevan y Baumer, Stalin acordó intervenir en ambas operaciones ficticias. De ese modo, como se ha mencionado antes, se requirieron veinte divisiones alemanas en previsión de dichos ataques que jamás se producirían.
El desciframiento y lectura de mensajes de los equipos británicos de Ultra, término usado para referirse a la máquina de cifrado Enigma, reveló que Stalin había cumplido su promesa y que los alemanes habían caído en el engaño de los soviéticos, pues Hitler ordenó el envío de hombres y recursos a las zonas que aparentemente estaban amenazadas.
- Copperhead: esta operación cubría la zona del Mediterráneo Occidental.
- Operación Royal Flush: la desinformación se centraría en tres países neutrales: España, Suecia y Turquía.
- Operación Vendetta: operación de confusión y desinformación para la zona de Marsella. Importante fue esta operación debido a que unos meses más tarde, en agosto de 1944, tendría lugar la verdadera invasión por esa zona, que fue la Operación Dragón o lo que es lo mismo, el desembarco en la Provenza francesa.
- Operación Ferdinand: se centró en la zona de Roma, obligando a los alemanes a destinar recursos para su defensa.
Durante el Día D y su víspera, se produjeron otra serie de operaciones, tanto navales, como aéreas, destinadas a confundir al alto mando alemán y apoyar a la Operación Neptuno. Estas fueron:
- Operación Titanic (Aérea)
- Operación Taxable
- Operación Glimmer
- Operación Big Drum
3. Composición de las fuerzas aliadas en Gran Bretaña según el OKW alemán
A lo largo de 4.000 Km de frente del Atlántico, estaban desplegadas unas sesenta divisiones de infantería “de sector”, compuestas mayoritariamente por soldados de edad avanzada y con estados mayores muy castigados por años de guerra, muy débiles por lo general. Los oficiales, a menudo demasiado veteranos, les impartían una instrucción que no parecía ser la más apropiada. El material era también muy deficiente, al igual que la movilidad y los suministros. Estas deficiencias fueron señaladas reiteradamente por el Mariscal Rommel al OKW e incluso ante el mismísimo Adolf Hitler. Sus demandas nunca fueron escuchadas, concentrándose las mejores unidades siempre en las proximidades del Paso de Calais, zona por la que el OKW y el mismo Hitler pensaban que se produciría la invasión.
Como podemos apreciar en el relato del General Speidel, la desinformación por parte alemana era más que evidente.
4. Las operaciones de inteligencia
4.1. Fortitude Norte. La constituyeron falsas formaciones militares en la zona de Escocia, creadas a partir de un 4º Ejército Británico, que fingían estar preparando un ataque contra Noruega para mantener en este país a las divisiones destacadas en él.
4.2. Fortitude Sur. De mayor envergadura que la norte, tenía por objetivo hacer creer al enemigo que cualquier desembarco en Normandía era una medida de diversión a gran escala para atraer a las reservas alemanas y alejarlas del paso de Calais. La verdadera invasión se suponía que iba a tener lugar durante la segunda quincena de julio entre Boulogne y el estuario del Somme. Un hipotético I Grupo de Ejército de los EE.UU (FUSAG), a las órdenes del General George S.Patton, el general más temido por los alemanes, se jactaba de contar con once divisiones en el sureste de Inglaterra. Una serie de aviones de cartón piedra y tanques hinchables, además de doscientas cincuenta lanchas de desembarco falsas, contribuían a crear ese espejismo. Se habían creado formaciones inventadas, como la 2ª División Aerotransportada Británica, junto con otras reales. Para aumentar el efecto de este engaño, dos cuarteles generales militares ficticios emitían constantemente mensajes por radio.
El trabajo de desinformación de Garbo convencería a Adolf Hitler y a muchos de sus colaboradores de que la invasión aliada ocurriría en el Paso de Calais, a 250 km de Normandía, y que el desembarco de Normandía era sólo una maniobra para atraer a las tropas alemanas y alejarlas del objetivo real: el Paso de Calais. Existe información sobre este espía en el Imperial War Museum de Londres, que incluye material desclasificado altamente confidencial.
Los aliados no tenían acceso a los resúmenes de inteligencia internos del alto mando alemán, pero era precisamente a través de ellos como los politólogos de guerra alemanes y el propio Hitler, tenían acceso a los mensajes que los aliados querían colarles como verdaderos. El primer indicio (que los aliados no conocieron hasta después de la guerra) de que el plan de engaño de Fortitude funcionaba adecuadamente se documenta el 7 de febrero de 1944, cuando un resumen de inteligencia alemán se refiere a una fuente de inteligencia militar "creíble", que "ha comunicado que la 49 División de Infantería Británica está en la zona de Norwich-Lowestoft". La fuente, que en realidad era otro agente bajo control británico, el polaco Roman Garby-Czerniawski alias Brutus, había situado a la división probablemente en Beccles, a 28 Km de Norwich. No existía tal división, ni el cuartel general salvo en el plan de engaño. Se prujeron varias filtraciones con falsos emplazamientos, entre ellos muchos de Garbo y su red ficticia, entre ellos de otro agente conocido como Pandora.
Otros agentes destacados del MI5 fueron el yugoslavo Dušan Popov (Triciclo), y el ya mencionado Roman Garby-Czerniawski (Brutus).De origen polaco, Brutus era en realidad un agente alemán, que tras su detención decidió convertirse en agente doble para evitar su ejecución.
Pandora no fue una persona real, sino un invento de la inteligencia británica, que enviaba cartas "anónimas" y esporádicas al jefe de la diplomacia alemana destacado en Dublín. Sus creadores lo retrataron como un irlandés fanático y foribundo que odiaba a los británicos.
5. El Día D
Simultáneamente al lanzamiento de las primeras fuerzas aerotransportadas, justo antes de la medianoche del 5 de junio, la RAF puso en marcha la Operación Titanic. Cuarenta aviones lanzaron tiras de aluminio para despistar a los radares. Mientras, equipos de unidades especiales del SAS fueron lanzados y unos trescientos falsos paracaidistas, que no eran más que muñecos con una carga explosiva. Cuando los informes sobre estos muñecos llegaron a los mandos alemanes, muchos de ellos, como el jefe de Estado Mayor de Rommel, Hans Speidel, lo interpretaron como una confirmación de que estaban ante una operación de diversión.
Así mismo, durante, antes y después del Día D, fueron numerosísimas las incursiones aéreas en la zona del Paso de Calais, con el fin de hacer creer a los alemanes que el objetivo real de la invasión sería aquella zona.
El traslado de Patton no significaba el final de Fortitude, sino que se designó como su sucesor al frente del «I Grupo de Ejércitos» al general Lesley J. McNair, aunque McNair murió el 25 de julio, a causa del fuego amigo de un bombardeo norteamericano sobre la carretera Périers-Saint-Lô, durante una visita secreta al frente en el transcurso de la Operación Cobra.
Solo el 16 de agosto se levantaron las restricciones informativas sobre las operaciones de Patton en Francia y se le confirmó públicamente el ascenso a general de división. Se puede decir que la Operación Fortitude terminó ese día, suponiendo un notable éxito para los servicios de inteligencia aliados.
Todos estos acontecimientos, la mayoría concebidos bajo un ambicioso plan de engaño y algunos, los menos, fruto de la casualidad, contribuyeron de manera determinante al retraso del envío de las mejores divisiones alemanas que podrían haber frenado el desembarco aliado, pero que por orden de Hitler, que cayó plenamente en el engaño, no se enviarían hasta varias semanas después, siendo ya demasiado tarde.
“En toda la historia de la guerra nunca se ha producido un hecho comparable ni por su amplitud de concepción, grandeza en su envergadura y maestría en su ejecución”.
Josef Stalin refiriéndose al Día D
Fuentes, referencias y bibliografía:
“El Día D”, de Stephen. Ambrose
“Orden de Batalla Fuerzas Aliadas Occidentales en la II Guerra Mundial”, de Michael E.haskew
“El Desembarco de Normandía. El Día D”, de Sir Martin Gilbert
“El Día D”, de Antony Beevor
“Invasión 1944”, del General Hans Speidel
“Cruzada en Europa”, del General Dwight D.Eisenhower
Enlaces relacionados: Juan Pujol García (Garbo)
Imágenes y mapas:
“El Desembarco de Normandía. El Día D”, de Sir Martin Gilbert
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