Gualtier Malde escribió:En esa completisima lista que expones me faltan, sin embargo, tanto por el impacto como por la superioridad en el aire algunos de los aviones embarcados que fueron determinantes en la otra guerra, la del Pacífico. De este tipo de aeróplano creo que no podemos dejarnos en el tintero ni al magnifíco Zero japonés -sin parangón en los primeros años de la guerra- ni al imponente Corsair que terminó por dominar los aires del Pacífico.
Con el
Zero tengo sensaciones encontradas. Es uno de mis aviones favoritos, sin embargo creo que está altamente mitificado por los norteamericanos, como explicación asequible y cómoda para sus primeros desastres aeronavales en el Pacífico. Su impacto real en la Guerra me parece muy menor en comparación con muchos otros aparatos, así como en cuanto al valor como inspirador de otros modelos.
Además, su fuselaje era extremadamente frágil. Se conocen casos de Zero partidos con un solo blanco. Se volatilizaba por completo en el aire, incluso aunque le dieses con un tirachinas. En cuanto los americanos comprendieron que su extrema agilidad se debía a una extrema fragilidad, era un chollo cazarlo.
Eso sí, era toda una belleza. Para mí, el avión más bello de la 2GM.
Audie Leon Murphy escribió:Me pregunto que hubiese sido del caza-cohete Messerschmitt Me 163 Komet si hubiese sido desarrollado con solvencia sobretodo en lo referente a sus limitaciones de tiempo de vuelo entre otros.
Muy poquita cosa. Su concepto era erróneo de base. Además de ser un mata-pilotos, porque según nos han llegado los relatos de los expertos de la Luftwaffe había que ser un genio del pilotaje para poder aterrizarlo sin matarse, y eso teniendo muchísima suerte. Recordemos que sólo sirvió para derribar a un puñado de aviones: menos de diez en total. Otro cacharro inútil a los que tanto se aficionó Alemania al final de la guerra.
Cito directamente de Wikipedia:
"El primer combate [del Komet]
tuvo lugar el 28 de julio de 1944, en que seis Komet despegaron contra una formación de 596 cuatrimotores B-17 que se dirigían a las refinerías de Leuna-Merseburg. Los Me 163 no consiguieron un solo derribo, debido principalmente a sus excesivas velocidades de aproximación, pero algunos de ellos se perdieron durante el fatídico aterrizaje".
Por favor, quedémonos con ese grave problema: la excesiva velocidad de aproximación de los reactores a la hora de cazar bombarderos a pistón. No sirve de nada ser un galgo si tienes que cazar tortugas. Aquí está la base del erróneo mito del
Messerschmitt Me 262 Schwalbe: no servía para gran cosa porque era demasiado rápido. No sirve de nada tener un caza a reacción si lo tienes que usar para disparar a móviles mucho más lentos, lo que te obliga a hacer muchísimas pasadas para hacer un blanco.
JVB escribió:Se preguntaba originalmente por el detalle que podía hacer que un avión fuera bueno o malo, la cualidad más importante. Y se me ocurre que podría ser: traer al piloto (s) de vuelta a casa.
Suscribo cada palabra. No puedo estar más de acuerdo. Mientras los alemanes enviaban a bisoños y novatos a bordo de supuestas "maravillas técnicas" (de las cuales nunca se supo que diesen un buen resultado), los americanos e ingleses crearon aparatos fiables como los Mustang y Corsair, que traían de vuelta a la mayoría de los pilotos, ahorrando en formación y permitiéndoles ser cada vez mejores pilotos.
La culpa de esto la tiene la competitividad de la Luftwaffe, esa idea medieval caballería, esa sobrevaloración del número de derribos, que hacía a los Ases alemanes competir entre sí, cuando sabemos que realmente muchos de sus derribos no fueron reales: cualquiera negaba a Galland o Marseille sus hojas de roble declarando contra uno de sus derribos (!).
Los pilotos aliados se cuidaban entre sí, como equipo. Los Ases alemanes no dudaban en sacrificar a los pilotos más novatos, que volaban siempre en las posiciones más peligrosas de la formación, para poder engordar sus estadísticas. Esto hacía perder vidas (de muchos que podrían haber sido muy buenos pilotos de haber vivido) y un gasto material salvaje. Véase la Batalla de Inglaterra, donde la Luftwaffe despachó aviones como si fueran barquillos. Y perdió.
JVB escribió:En consecuencia, creo que hay dos tipos de características importantes (y antagónicas, me temo) que yo primaría en un avión de combate: por un lado su capacidad para soportar el castigo de las armas del contraria, su blindaje, entre otras cosas; y por otro su capacidad para evitar el combate cuando las cosas venían más dadas: velocidad, capacidad ascensional, techo... Elementos, como ya he dicho, incompatibles. Valga como ejemplo el "zero", muy maniobrable, pero sin blindaje alguno.
Compro tu apunte.
En cuanto a fortaleza, sabemos que los aviones soviéticos eran muy duros. Durísimos. Podían volar casi partidos en dos, con alas agujereadas, el fuseaje hecho un colador, motores ardiendo... Se enorgullecían de que sus aparatos no eran tan sofisticados, pero los veteranos soviéticos siempre decían sentirse bastante seguros dentro de esos aparatos. El famoso
Ilyushin Il-2 Shturmovik tenía prestigio de ser una especie de roca voladora. Lento, sí, pero muy fiable y duro.
Por idénticas razones, el
Hawker Hurricane era muy querido por los pilotos de la RAF. Con su fuselaje textil, "colaba" las balas, así que podía volar después de haber sufrido muchos blancos. Además, era mucho más dócil que el
Spitfire, aparato que pese a su fama mató a muchos pilotos por su excesivo "nervio".
En cuanto a lo segundo que apuntas (la "capacidad para evitar el combate"), esa fue la base del amor de los pilotos de la RAF por el
Spitfire. Si eras lo suficientemente bueno como para saber manejarlo, era una montura exquisita que te sacaba de problemas, llevándote a donde los alemanes no podían seguirte. Así lo describen los veteranos que lo usaron, enfatizando que se sentían muy seguros en él no porque fuese más letal, sino porque sabían que después de hacer sus pasadas de rigor, pisaban a fondo y se largaban a velocidades y altitudes a las que sólo los Me 109 podrían haberles seguido, pero con dificultad. Además, si maniobrabilidad les convertía en blancos muy difíciles de acertar si estaban pilotados con calidad.
Lt. Van der Voort escribió:Vaya, veo que mis comentarios sobre el C-47 tienen más partidarios de lo que yo mismo imaginaba.
Es que hablamos de uno de los mejores ingenios mecánicos del siglo XX. Que no es poca cosa.
Saludos