Mensaje
por Gualtier Malde » 12 04 2013 20:44
Intentaré responder a ambas preguntas de forma conjunta.
Sobre los servicios secretos franceses creo que ya los he tratado en profundidad. En resumen, fueron capaces de acceder a la información relevante sobre su futuro enemigo, incluso fueron capaces de interpretar correctamente esa información. Su gran error estuvo en la interpretación de sus propias fuerzas y de como utilizarlas; error que es achacable a los servicios de inteligencia, pero que sobretodo hay que marcarlo en el debe de sus mandos. También adolecían en la consecución de la información, basada casi por exclusiva en sus agregados militares, en especial, en el de la Embajada de Berlín. No disponían de una red de informadores de las características de otras naciones. La valoración que de ellos tenían su propio gobierno y fuerzas armadas se había granjeado en la PGM, después del descrédito del caso Dreyfuss. En mi opinión, tenían una buena opinión sobre sus sistema de inteligencia
En lo que se refiere al compendio de servicios de inteligencia alemanes, en primer lugar reiterar que su primer gran defecto era la falta de colaboración entre ellos. De hecho, en especial la RHSA, tenía como uno de sus objetivos el espionaje del resto de servicios de inteligencia; finalmente este servicio consiguió neutralizar al resto e, incluso, acabar con la Abwehr. Las capacidades de los distintos servicios eran muy diferentes, desde la profesionalidad de un servicio de inteligencia al uso, con su base en la tradicción de la inteligencia naval, como era el Abwerh, a servicios de poca calidad y que comienzan con el foco más bien puesto en el interior que en el enemigo foráneo. En cierto sentido creo que más allá de los dirigentes del Abwerh y de los del RHSA (creado como contrapesó al anterior, al igual que ocurrió con las divisiones SS frente a la Werhmacht) el resto, incluyendo al alto mando del ejército y su Führer, no daban la real importancia que tenían a estos servicios. De hecho, cuando contradecían la idea prefijada solían recibir las críticas más feroces, independientemente de la veracidad de sus informaciones. Por esto la valoración que de stos tenían variaba mucho en función de que corroboraran o no los planes del Líder.
Los servicios de inteligencia británicos deben de ser analizados de forma separada, por un lado sus departamentos llamemos cientificos y por otro los departamentos de información. En los primeros me voy a explayar poco debido a los grandes éxitos que obtuvieron en la obtención de las claves enemigas, con la inestimable ayuda de polacos, franceses y parece ser que también hubo algunos matemáticos españoles. En lo que se refiere a los segundos, llamémosles espías, es increíble el grado de contaminación que tenían de servicios de otros países, en especial de la URSS. ¿Qué habría ocurrido si esta contaminación hubiera sido de nazis en vez de soviéticos?. Y esta situación se da por la alta valoración que su Gobierno y sus Fuerzas Armadas realizaban sobre estos departamentos. Para ellos era imposible pensar que alguien de buena cuna pudiera hacer algo en contra del Imperio.
Los servicios secretos soviéticos tenían dos vertientes bien diferenciadas. En primer lugar el espionaje interno, típico de un régimen totalitario dirigido por un sátrapa, y otro los servicios de inteligencia exteriores. Como ya he comentado, disponían de una extensa red de informadores construida a lo largo de los años. Pasados los años es el servicio de inteligencia del que menos información disponemos y por tanto de sus éxitos y sus derrotas. Independientemente de esto está la cuestión de que ocurría con la información que generaban. Quizás el caso más característico es lo ocurrido con Sorge. Sólo al final Stalin llegó a darle verosimilitud a su información.
En lo que a los Estados Unidos se refiere, al igual que ocurrió con su ejército, su Inteligencia creció a lo largo de la SGM casi desde la nada. Fueron capaces de crear uno de los mayores y más influyentes servicios de inteligencia desde cero. En un principio fueron muy a la zaga de sus aliados británicos y quizá pecaron de exceso de confianza al no tratarlos con más cuidado. No fue hasta entrada la Guerra Fría cuando empezaron a desconfiar de los posibles infiltrados de sus aliados. Por otro lado, y al igual que los británicos, fueron los que mejor integraron el esfuerzo civil dentro de sus servicios de inteligencia. Desde el principio empezaron teniendo éxitos de importancia, como fue el descifrado del código japonés, pero que fueron rápidamente ensombrecidos por el fiasco de Pearl Harbour, aunque de esto ya hemos debatido en profundidad. Como resumen diría que fueron capaces de ir creciendo y mejorando a lo largo de los años de campaña.
Sobre los japoneses ya se ha comentado que sus esfuerzo principal estaba dirigido a la represión interior. No se prodigaron mucho como servicio de Inteligencia al uso de una nación beligerante.
"No existe un camino para la paz, la paz es el camino". Ghandi.