Continuación...
CAPÍTULO II. EL "NUEVO ORDEN".
16 de Septiembre de 1951. La Casa Blanca, Nueva Berlín (EE.UU.).
Desde que Alemania ganó la guerra, allá por el 46, hacía ya nada más y nada menos que 5 años, en la Casa Blnaca ondeaba la Svástica, y en el Kremlin de Moscú colgaba un estandarte nazi que ocultaba el gran y emblemático reloj de la Torre del Salvador, que miraba, con pena, al profanado sepulcro de Lenin…
El Big Ben londinense lucía ahora grandes Svásticas metálicas rojas que sustituían al mítico reloj.
Desde hacía tres años, Japón pasó a llamarse Provincia de Nueva Renania, e Hirohito acabó, junto a Hideiki Togo, en un Campo de Concentración cerca de Tokio.
Con Japón bajo su dominio, Hitler se había lanzado el año anterior a la conquista de España, que, a pesar de comenzar a experimentar un cierto progreso, volvió a sucumbir bajo las cenizas de la guerra, junto a Australia, Portugal, Suiza, Turquía y Finlandia.
Ahora, el Pacífico y toda Europa eran alemanes.
Del mismo modo, la mayor parte de África era posesión de Hitler, que iniciaría su total captura cuando obtuviera el íntegro dominio sobre España.
América Latina al completo se declaró afín y bajo protección de Hitler.
Ese mismo día, la Radio Nacional Socialista Americana, con sede en la misma Nueva Berlín, había dado la noticia de que Finlandia capitulaba “
bajo el superior e implacable dominio de la Wehrmacht…”, tras dos meses de denodada pero inútil lucha.
No se tendría que esperar demasiado para escuchar que Mussolini había sido fusilado en Trento por un Pelotón de las SS-Das Reich, por oponerse a la creación de Bases Aéreas en Roma y Milán.
De esta forma, las SS- Das Reich, apoyadas por la 6º Panzerdivision y el 5º Regimiento de Fallschirmjager, ocuparon toda Italia, que quedó anexionada al Reich como una Provincia más.
Aquel día, las paredes de la Casa Blanca contemplaban, además de una Guardia de Honor de las SS- Leibstandarte que bloqueaba la Puerta Principal, un continuo trasiego de empleados y rumores.
Kowalsky, nuevo Presidente de los Estados Unidos de América, nombrado tras el asesinato de Harry Truman, en 1947, por un banquero nacionalsocialista americano, elevado al rango de Comandante de las SS- America, intentaba llamar a Londres para hablar con Lord Mountbatten, nuevo Primer Ministro Británico tras la ejecución sumarial de Winston Churchill en 1946, tras unos breves Juicios de Compensación por los Crímenes Capitalistas, celebrados en Germania, nueva capital del Tercer Reich.
Zhúkov, Timoshenko, Eisenhower, Montgomery y De Gaulle habían sido víctimas de estos mismos Tribunales Alemanes.
Aún resonaban, asimismo, los ecos del “¡Fuego!” gritado, en 1950, por el SS- Obersturmbannführer Edvar Gluck frente a una fila de oficiales alemanes, entre los que se encontraban el General de Ejército Claus Philip María Schenk Von Stauffenberg, el General del Ejército de Reserva Alemán “Valkiria” Friedrich Fromm, el Gran Mariscal de Campo Erwin Rommel, el General Beck… así hasta 5670 implicados en una conspiración para asesinar al Führer, descubierta en 1949 por la GESTAPO.
Todos cayeron bajo las balas del Pelotón Número 567º de las SS-Germania, una División SS creada en 1948 por Himmler, para “limpiar” la nueva Gran Alemania de enemigos del Estado.
- ¿Primer Ministro?- comenzó con voz insegura Kowalsky, un pequeño pero inteligente anciano.
- Sí, soy yo, dígame, Presidente Kowalsky- contestó al otro lado Mountbatten.
- Se dice que Hitler se prepara para atacarnos en poco tiempo. Con sus bases aeronavales
en Orcadas, Hawai y Francia no le costaría demasiado aniquilarnos…
- Sin duda –replicó el Primer Ministro Inglés-. Además, desde la desmilitarización fronteriza de 1948, somos más vulnerables que antes.
- Tenemos que actuar – sentenció Kowalsky-. Debemos tomar la iniciativa y anticiparnos a ese viejo loco antes de que nos destruya. Y debemos hacerlo rápido. Le propongo que iniciemos una Guerra contra Alemania, como en los “Viejos Tiempos”.
- No estamos ni mucho menos preparados, Walter, además, Rokkossovksy no nos apoyará jamás. Está en una posición demasiado cómodo para con Hitler…
- Lo hará, tenlo por seguro- afirmó el Presidente de los Estados Unidos de América, Walter Kowalsky.
Deberían haber contado con que las paredes de la Casa Blanca oyen, y tienen su recepción el Germania.
10 de Noviembre de 1951. Madrid (España). 19:17 horas.
La radio (la televisión era un “lujo” para Alemania), comenzó la tarde con el Noticiero Vespertino de la Radio Nacional Socialista Española.
Tras retransmitir el “Deutchland Über Alles”, con las últimas notas aún flotando en las ondas, la voz del locutor hizo audible:
- A día de hoy, 10 de Noviembre de 1951, el Führer dice: “¡¡Pueblo de la Gran Alemania!! He ordenado, guiándome por lo que sé reconocer como mejor para nuestra Patria, el fusilamiento de los más pérfidos traidores a la causa Nacional Socialista. Estas alimañas planeaban llevar a cabo un Alzamiento Militar en contra de la Soberanía Germana, con la intención de desestabilizar nuestro amado Reich. Por ello, la compensación por este atroz atropello es la ocupación inmediata de los territorios anglosajones que, haciendo gala de gran bondad y generosidad, fueron respetados como entes políticos libres, apoyados, ayudados y protegidos por nuestro Gobierno Alemán. Ante su gran muestra de ingratitud, sean ocupados Gran Bretaña y los Estados Unidos de América de inmediato por nuestra venerada Wehrmacht. Que Dios los asista. Inmediatamente después de la ocupación, se iniciará la “Operación Wagner” en los territorios anexionados al Reich”. En la Sesión de Mañana del Reichstag se ha aprobado este paquete de sabias resoluciones para el Problema Anglosajón con el cien por cien de los votos a favor. Por Orden del SS- Reichsführer Helmut Hoffmann, y con el apoyo pleno del Gobierno Alemán, Walter Kowalsky y Lord Luis Mountbatten serán fusilados por los Pelotones Número 9003º y 78º de las SS- Germania, junto a toda su Cúpula de Gobierno, Asistentes, Ministros, Asesores, Generales y demás implicados en el Intento de Desestabilización. Del mismo modo, el Pelotón Número 66º de las SS- Germania finará al General Francisco Franco por su oposición a la Causa y Gloria Alemanas.
En otro orden de cosas, hoy, el SS- Reichsführer Helmut Hoffmann honra con una corona floral el Mausoleo de Heinrich Himmler, su predecesor, muerto a manos de los traicioneros bolcheviques moscovitas Piotr Ílich Úlianov y Alexander Ílich Úlianov, ejecutados hace ya una año por el Pelotón Número 6667º de las SS- Germania que haciendo gala de gran…
La voz del interlocutor fue bruscamente cortada por Gervasio Pérez, que regentaba el Bar Hitler, nombre que le dolía en el alma, y que no soportaba la bazofia propagandística goebblessiana nazi.
- Se acabó lo que se daba. Aquí cada mochuelo a su olivo y nos dejamos de gilipolleces alemanas- sentenció bruscamente.
Se sabía un privilegiado por poder tener radio tras la Guerra Germano-hispana de 1950.
12 de Marzo de 1952.
La Operación Wagner estaba en marcha, tanto en Estados Unidos como en Inglaterra, tal fuera la voluntad del Führer.
La germanización inmediata de estos territorios no tardó en hacerse patente, en el cambio de las nomenclaturas de las ciudades y calles, y tampoco requirió de mucho tiempo para sesgar las primeras vidas: “indeseables” raciales, opositores, militares que resistieron, “indeseables” social o religiosamente, etc.
El panorama de Arizona y las Montañas Rocosas, junto a Gales y Escocia, se llenó de Campos de Concentración, atiborrados de “enemigos del Estado”.
A pesar de que Nueva York llevaba desde hacía tiempo el nombre de “Nueva Berlín”, como gesto de sumisión norteamericana al poder nazi, en esta ocasión se procedió al cambio de todos los nombres de calles, ciudades, plazas, villas, pueblos, carreteras, aeropuertos, regiones, etc.
Para finales de 1952, la Gran Alemania de Hitler quedó por fin estabilizada en 14 Provincias:
- Mediterránea, con capital en Nueva Leizpig (Madrid).
- Atlántica, con centro en Inglostad II (Londres).
- Americana del Norte, con Gobierno en Nueva Berlín (Nueva York).
- Pacífico Norte, con capital en Nueva Sttutgart (Vladivostok).
- Pacífico Centro, con centro en Dresden II (Tokio).
- Pacífico Sur, con Gobierno establecido en Neuhalle (Darwin).
- Oriental, con centro en Hitlerburg (Moscú).
- Caucásica, con capital en Nueva Nuremberg (Bakú).
- Europea Sur, con centro en Heydrichburg (París).
- Africana Norte, con Gobierno en Himmlerburg (El Cairo).
- Africana Centro, con sede del Gobierno en Neuessen (Freetown).
- Africana Sur, con centro en Göringbrug (Kinshasa).
- Alemania, con Gobierno en Germania (cercana a Berlín, capital histórica del Tercer Reich).
- India, con centro en Ludendorffburg (Nueva Delhi).
En todas ellas se estableció un Gobierno Alemán Regional, subordinado al Reichstag, órgano de Gobierno de la Provincia Alemania.
Cada Provincia se subdividía en Áreas Menores, los antiguos países que conformaban las actuales Provincias, que a su vez se fragmentaban en Zonas Geográficas, correspondientes con las subdivisiones internas que antaño tuvo cada Estado bajo control Alemán).
6 de junio de 1970. 11:19 horas.
El Führer, Adolf Hitler, acababa de morir, a sus 81 años, de un infarto de miocardio en la Cancillería del Reich.
Con gran presteza, el NSDAP buscó nuevos candidatos a ocupar la Presidencia del Tercer Reich.
Göring había muerto de un derrame cerebral en 1961, Von Rundstedt, que terminó por afianzarse como consolidado nazi, había perdido la vida en 1953, dada su avanzada edad.
Goebless murió atropellado por un borracho en 1959, y el resto de caciques y jerifaltes nacionalsocialistas, o habían muerto, o eran demasiado jóvenes como para asumir un cargo de tan suma importancia.
Sin embargo, temiendo que estallasen revueltas a los largo y ancho del Imperio Alemán, el Reichstag se reunió en secreto a dos horas después de la muerte del Führer, a las 10:00 horas, y determinó no comunicar nada al pueblo hasta no tener un nuevo Führer que poner al cargo del país.
Se abrió entonces una lucha interna por el poder, dividiendo al NSDAP en tres facciones mayoritarias:
La Ultranacionalista, dirigida por Alols Gluck, General de División muy destacado en la Guerra Anglosajona de 1951, Moderada, guiada por el Jefe de Estado Mayor del Ejército de Armas Tácticas Nucleares Número 7º, el General de Ejército Günter Knispel y, por último, la Nacionalprogresista, a cargo de la cual estaba Willi Werner, un joven pero avezado y experimentado Teniente General de 29 años que destacó en las Guerras Germanohispanas, Germanoniponas y Anglosajona, como General de Brigada del 5º Regimiento de Paracaidistas, integrado en el Cuerpo de Fallschirtmjaeger “Germania”, que ahora dirigía.
10 de junio de 1970. 19:33 horas.
La televisión y la radio transmitieron al mundo entero la noticia de que Adolf Hitler acababa de morir trabajando en el Reichstag.
Cómo no, la hora fue expresamente elegida por lo que simbolizaba para el nazismo.
Por supuesto, Hitler llevaba casi una semana muerto, y había fallecido en su Despacho de la Cancillería del Reich, mientras dormía a pierna suelta.
La cara compungida de Philip Bock, nuevo Ministro de Propaganda Nazi, llegó a todos los alemanes que podían ver la televisión en esos momentos.
Los demás pobladores del Tercer Reich se conformaron con las dolidas palabras de Bock, que en lo más profundo de su ser ansiaba llegar a Vicecanciller cuando Knispel llegara a Führer.
16 de junio de 1970. 7:08 horas.
El Pelotón Número 6578º de las SS- Germania inició el asalto del Palacio de Neuhalle, sede del Gobierno de la Provincia Pacífico Sur, donde pernoctaba Alols Gluck, que fue eliminado “de facto” junto a todo su Estado Mayor.
Knispel se aseguraba así competir sólo contra un oponente, Werner, al que menospreciaba profundamente por su juventud y ambición, en cierto modo desmedida.
Sin embargo, ese fue el error que provocó su caída.
20 de junio de 1970. 14:55 horas.
A las 14:00 horas, las Tropas Aerotransportadas de Willi Werner saltaron sobre el Palacio del Reich, en Germania, que tomaron en cincuenta minutos.
No tardaron en neutralizar toda resistencia en los amplísimos pasillos del edificio, cuyas paredes vivieron un importante hecho histórico:
En el Salón Principal de Ceremonias, de impresionante tamaño, el General de Ejército Günter Knispel, de rodillas en el suelo y con las muñecas atadas a la espalda, observaba en desventaja a su único oponente político, el Teniente General Willi Werner que, como era su costumbre, había saltado y acompañado en todo momento a sus hombres durante la Operación.
Sin mediar palabra, pero esbozando una amplísima sonrisa, Werner descargó todo el cargador de su Luger en la frente de su enemigo, que cayó de flanco sobre el enlosado marmoliano del suelo, que comenzó a teñirse de sangre.
Werner dio la orden de retirada, pero sin dejarse atrás el cadáver de Knispel…
21 de junio de 1970. Nueva Leizpig (Madrid. Provincia Mediterránea). 15:00 horas.
En el Bar Hitler, de Gervasio Pérez, la radio volvía a entonar el “Deutschland Über Alles”.
Con la sintonía aún de fondo, la voz del locutor comenzó a llenar el local, abarrotado de gente que esperaba, impaciente, nuevas noticias acerca de los problemas internos en el Poder Nazi.
La mayoría de los presentes, deseaba con toda su alma la caída del Régimen Nazi, sin embargo, temían por la inestabilidad que puediera acarrear su fin: ¿se respetarían las fronteras de los países? ¿Se iniciaría una nueva Guerra Mundial por el control del Mundo?
Otra buena parte de la población de la Gran Alemania, y de los parroquianos del Bar, deseaba que el Tercer Reich continuara rigiendo el mundo. Al fin y al cabo, había traído estabilidad de una vez por todas a ese Siglo de las Sombras y la Violencia…
El mayor inconveniente era el precio a pagar, un altísimo precio en vidas y libertades.
- ¡¡Pueblo de la Gran Alemania!! Hoy, el Reichstag ha nombrado al nuevo Canciller Supremo, y Führer del Tercer Reich, el Mariscal de Campo Willi Werner, que desde este glorioso día, será nuestro Líder y Guía en estos años de tinieblas, intrigas y conspiraciones para destruir nuestro amado Imperio. ¡Dios Salve a nuestro Führer!
29 de Agosto de 1990. Nuevo Reichstag. Germania (Berlín. Provincia Alemania). 8:00 horas.
Tras más de 20 años de Gobierno Liberal presidido por Willi Werner, las entrañas de la Gran Alemania se agitaban una vez más.
El Führer Werner acababa de ser asesinado en su despacho de la Nueva Cancillería del Reich, que había construido en Germania entre 1970 y 1971 con mano de obra esclava, bajo vigilancia de las SS.
Un tal Agustín Díaz Mendoza, adscrito a la Zona Geográfica 7º, del Área Menor Número 10º de la Provincia Mediterránea, había irrumpido, nadie sabía cómo, burlando la férrea seguridad establecida por las SS- Germania en torno al Führer, en el Despacho Negro del Canciller Supremo, donde Werner estaba trabajando en unos Documentos que ordenarían un ataque “preventivo”, que no tardaría en convertirse en una invasión, hacia la URSS. del Mariscal de Campo Vassili Kostantínovich Lérmontov, sucesor de Rokkossovksy, fallecido en 1988.
Las SS encontraron a Werner con seis tiros en el pecho, ya fenecido.
Frente a él, Díaz Mendoza, que guardaba una bala en el cargador, que terminó de vaciar en su sien, cayendo desplomado delante de los Guardias Negros de las SS- Germania, cortándoles el camino hacia su Führer, muerto.
Había reunión extraordinaria en el Salón Negro del Nuevo Reichstag.
Todos los Oficiales Superiores, Políticos, Ministros y Gobernantes habían acudido raudos a la Reunión.
Se discutía sobre quién ocuparía el cargo de Canciller Supremo, vacante una vez más tras demasiado poco tiempo.
Sabido era que, por cada año que pasaba, se aborrecía más el Tercer Reich, y esta nueva fisura podría acabar por resquebrajar todo el casco del Navío Nazi, que terminaría por hundirse igual que emergió: en una espiral de sangre, fuego y brutalidad.
Sabido fue también que el Führer había muerto, en el Cuartel General del Ejército de Resistencia Americano, que había enviado a Díaz Mendoza para matarle…
Ahora sí, podía comenzar el principio del fin para los nazis y su dominio de opresión sobre la faz de la Tierra.
1 de Septiembre de 1990. Nueva Leizpig (Madrid. Provincia Mediterránea). 19:39 horas.
Por enésima vez, la Radio del Bar Hitler, ahora regentado por Alfonso Pérez, hijo pequeño del antiguo dueño, Gervasio, asesinado por la GESTAPO dada la sospecha, infundada, de que conspiraba contra el Poder, emitía el Noticiero Vespertino:
- ¡¡Pueblo de la Gran Alemania!! El Mariscal de Campo Erwin Von Beck acaba de ser nombrado Canciller Supremo tras la muerte, ayer a las 5:00 horas, de Willi Werner, nuestro antiguo y glorioso Führer, que vio acabada su ejemplar existencia por un derrame cerebral… Honremos con nuestros…
Alfonso apagó la radio.
- ¿Un Tercer Canciller Supremo, perteneciente a la Facción Ultranacionalista del NASDAP? –dijo a viva voz, para que se le oyera en todos los rincones del local-. Debemos hacer algo o estamos más jodido que con Hitler…
No era el único en el Mundo que pensaba eso… de hecho, hombres muy importantes lo hacían, y eso iba a cambiar el rumbo de la Historia, y del Navío Nazi, una vez más…
Continúa...