Operacion Valkiria....visto de una forma muy rara

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Panzermig
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Operacion Valkiria....visto de una forma muy rara

Mensaje por Panzermig » 13 04 2012 04:03

Saludos!...aquí vengo a poner de nuevo mis ocurrencias, esta semana estaba viendo Operación Valquiria y dije ¿porque no? así que, hice un 'fanfic' de Operación Valquiria, solo que visto de otra forma, y está basado en mi fanfic aun sin terminar de Transformers Call of Duty.... por cierto, puse Valkiria porque así me gusta escribirlo je. Bueno, sin mas que decir, les pongo mi historia alocada!..espero que lo disfruten =).

Operación Valkiria
Prologo:
Era ya el año de 1944, Alemania estaba perdiendo su poderío ante los aliados, los aliados a su vez, estaban ganando terreno, no sólo en Europa, sino también en las islas del Japón, este año fue uno grande para los aliados, a partir de este año, la guerra iba a decidirse. A ser ganada, o a ser perdida, a como diera lugar, ningún bando quería rendirse, iban a dar lo mejor de si desde un principio, sin importar el costo que esta traía.

En Estados Unidos, ya estaban viendo de una forma algo agridulce, antes la veían amarga y acida, ahora iba tomando otro sabor, iban tomando terreno junto con Inglaterra, y prefirieron dejar a Rusia hacer lo suyo, no iban a meterse con los soviéticos, quienes ya iban haciendo sus rutas y planes para invadir al país que quería conquistarlos y dominarlos a su manera. Los estadounidenses estaban cada vez mas nerviosos y mas interesados sobre las noticias, se corrían los rumores que iban a hacer un gran desembarco en las playas de Francia, esas playas eran denominadas con el código de Utah, Omaha, Juno, Gold y Sword. Esas playas formaban a lo que se llamaba Normandía, pero, nadie sabia a que horas, y cuando iba a suceder, inclusive los ingleses estaban al borde del colapso por saber cuando sucedería, a pesar de ser atacados intensa y incansablemente por los alemanes, quienes enviaban sus misiles V1 y V2..este ultimo estaba siendo de prueba, ya que aun se construían pocos….aunque los alemanes decidieron adelantarse para un V3 que al final, nunca fue ni producido ni probado, solo se quedó plasmado en un plano y olvidado hasta la actualidad.

En Alemania, la estaban viendo negras, ahora no eran los días calurosos y armoniosos, esta vez, eran días oscuros, ahora no solo Inglaterra era bombardeada, esta vez, los alemanes estaban sufriendo a lo que se le denominaba ‘toman un sorbo de su propia medicina’, la gente ya no quería vivir en las calles, ni mucho menos en sus casas, preferían dos opciones. Una, a quedarse en el país y refugiarse en los refugios anti-bombas, y dos, salir huyendo del país y tomar diferentes países que no fueran ocupados tanto por los Nazis, como los aliados, era peor si estaba ocupado por los soviéticos, se rumoraban que los soviéticos a su paso iban creando su propio caos, violaban mujeres inocentes, y mataban a los niños y ancianos, los soviéticos eran salvajes como los denominaban los alemanes. Ellos ya sabían que el fin de la guerra estaba aproximándose, sentían que su Führer los había abandonado, estaba enloquecido, la mayoría lo sabía y por eso ya le habían perdido fe a su dictador, que lo habían escogido hacía unos años, eso ya no importaba, hasta llego un punto en que los generales y soldados de algunos grupos, formaron sus pequeñas organizaciones de conspiración para asesinar al Führer y acabar con todo de una vez, pero…solo un grupo recibiría ayuda de un pequeño grupo de aliados, pero no cualquiera, eran extraterrestres. Transformers, eran su denominación, pero esta vez, habían sufrido unos cambios, eran humanos y participaban activamente en esta guerra, desde sus inicios hasta ahora.

Entre ese pequeño grupo de Transformers, había uno en especial, se decía que tenía un contacto o varios contactos con alemanes, también decían que eran familiares los que tenía, el segundo rumor lo justificaban como verídico, porque, simplemente, el muchacho tiene su acento muy pronunciado al alemán, inclusive lo habla con mucha normalidad sin haber tenido que recurrir a clases o tutorías para ese idioma.

Ese muchacho, se llama Shadowblaster, pero decidían llamarlo Shadow, es un Decepticon, hijo de Megatron y Lightning, los actuales líderes Decepticons, Shadow le restaba importancia a su rango como transformer, prefería simplemente actuar como un soldado, como le habían entrenado en su infancia caótica, disfruta estar en la guerra, de eso no hay duda, se ha demostrado en los campos de batalla, ni siquiera la mas grave herida lo ha detenido.

Pero esta vez, ha recurrido a su instinto, el muchacho tenía su maña de escaparse e irse a escondidas a una radio que con la cual se podía comunicar con su…tío, de alguna forma, su tío es humano, no se sabe como sucedió a pesar de que Shadow y su familia son totalmente robots, no del todo, como Lightning que es una Pretender al igual que su creación. Pero eso, no es lo que importa.

Decidido, Shadow iba a comenzar su larga y agobiante misión, de la que solo su grupo era cómplice, ni Megatron, ni Optimus que era su otro tío, podían enterarse o todo se iría abajo, era una misión de solo su grupo, y sobre todo, era una misión suicida, si todo salía mal, su tío humano y su pequeña organización, morirían, y Shadow y su grupo serían sometidos a un castigo, castigo que le daría la corte marcial, y un severo regaño por parte de sus creadores, sin contar los golpes y maltratos que sufrirían los miembros de su grupo.

De aquí en adelante, veremos las aventuras que tendrán ambos grupos por lograr su cometido, para Von Stauffemberg, la liberación de su país, para Shadow, una simple misión para divertirse.



Pronto se vendrá mas de esta historia =).


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Re: Operacion Valkiria....visto a una forma muy rara

Mensaje por Panzermig » 15 04 2012 05:40

Capítulo 1: Conspiración
En alguna parte de Alemania, en un edificio aun sin ser destruido, aun conservado a pesar de los intensos bombardeos que atacaban la ciudad.

-¿Todos los que están escritos en este informe están seguros de esto?- decía Friedrich Fromm al otro lado del escritorio, sentado cómodamente en su silla de cuero, mientras observaba a Stauffemberg.

-Si, general, lo están, es mas, están decididos a seguir con esto, a pesar de las consecuencias que llevará si fallamos – Stauffemberg tenía un toque de voz muy decisivo.

-¿Y que hay de los que nos…ayudaran, están de acuerdo también?

-Lo están, y no meterán a nadie mas, salvo ellos, no piensan incriminar a nadie mas en este asunto, saben a lo que se atienen, pero ya me dijeron que lo aceptaran y lo harán con honor.

-Entonces, te diré cuando iniciemos la operación, por cierto,¿ sabes que nombre le pondrán a esta operación?

De la nada, son interrumpidos por un joven soldado que entraba a la oficina, venía con su uniforme estadounidense, muy sucio por cierto, pero que notaba que estaba muy metido en esto desde hace mucho, su mirada reflejaba decisión y a la vez alegría, aunque esa ultima la ocultaba muy bien.

-Si, yo se perfectamente que nombre le pondrán a la operación, se llamará…Valkiria, como la canción que compuso Wagner, asi de simple, y de muy fácil aceptación – dijo Shadowblaster con un toque un poco desinteresado que el siempre acostumbra a utilizar – ¿hay algún problema con ese nombre, coronel?-

-No la hay…soldado – decía Fromm cuando es interrumpido de nuevo.

-Shadowblaster, ese es mi nombre, pero no soy soldado, soy un sargento de pelotón, ¿le ha quedado claro? –

Fromm solo se acomoda en su lugar, viendo lo mas que podía de ese muchacho, pensaba que era un chico impertinente, rebelde y ¿Por qué no decirlo?...irresponsable, creía que era un inmaduro – Si, me ha quedado muy claro, sargento…Shadowblaster –diciendo el nombre con un toque de rencor

Shadow solo hace una sonrisa algo malévola con un toque de picardía – muy bien, general Fromm, usted, ya se ha ganado un amigo muy peculiar –este solo apoya las manos sobre el escritorio y se le acerca un poco, hasta casi hacer que Fromm se inclinara hacia atrás – no me haga perder mi paciencia, no soy como usted, ni como sus subordinados, usted sabe perfectamente quien soy, no del todo, pero al menos ha alcanzado a leer un poco de mi historial que le mandaron, y es verdad todo lo que dice ahí, así que, no me ponga a prueba, si no quiere que alguno de sus soldados lo vea colgado desde el techo, y sobre todo sin cabeza, a la mañana siguiente –este vuelve a sonreír con malicia pura –pero mientras usted me trate muy bien, todo ira a la perfección – lentamente iba a su postura anterior y solo pone ambas manos sobre su cadera – como usted sabrá yo fui quien ideó este plan de conspiración, mi tío, solo me dijo que quería salvar a Alemania, así que, yo me decidí a planear todo, esto si, tuve que acceder a darle mi crédito a mi tío, haciendo pasar que el lo hizo, y sobre todo, accedí a que usted fuera el que tuviera el mando de la operación –esta vez es interrumpido por un enfurecido Fromm

-Estoy harto de lo que usted me dice, si, se perfectamente que USTED hizo esta operación, y agradezco que haya accedido a esos acuerdos, porque no estaría de acuerdo en que usted, un niño rebelde e irresponsable tome el control de esto, ¡yo estaré al mando de la operación, y usted va a obedecerme en todo lo que le diga! ¿le quedo claro, sargento?, ¿o tengo que explicarle cual es su rango aquí? –

-oh general, no tiene porque darme clases de los rangos militares, y si, me quedó muy claro, eso si, tendrá que acostumbrase a mis…’rebeldías’ como usted dice, usted no me conoce del todo como le había dicho, así que, les diré a sus soldados que no se alarmen su ven su cadáver –el sargento vuelve a sonreír con malicia hasta casi mostrar sus finos y afilados colmillos.

-Shadow, por favor, no agraves mas las cosas, y será mejor que te vayas, tu pelotón te espera y recuerda que tus superiores creen que están en una misión, así que, regresa, antes de que se den cuenta que no están cumpliendo sus obligaciones – dijo Stauffemberg, intentando alivianar el ambiente que ahora estaba tenso.

El sargento solo emite un bufido de molestia y decide irse, no sin antes darle una advertencia al general, quien ya lo veía como su enemigo numero uno.

-Stauffemberg, ¿ese tipo tiene…colmillos? – ésta vez, era Fromm el que tenía una cara de sorpresa –¿ese tipo que se cree? –

-General, con todo respeto, eso también viene en el historial de ese sargento – Stauffemberg ya no quería hablar mas del asunto.

Fromm decidió darle una rápida leída al historial de Shadowblaster y para su sorpresa, no había terminado de leer el último párrafo donde decía que era de raza ‘vampírica Transformer’ y este solo se quedó sin palabras.

-General, ¿está usted bien? – Stauffemberg ahora tenía una cara de preocupación

Este vuelve al mundo real al escuchar a Stauffemberg y solo asiente a mirarlo – si, estoy bien, retírese por el momento, yo le diré cuando iniciaremos esta operación, cuando el Führer haga su próxima reunión, nosotros iniciaremos – Fromm ya no quería saber de Stauffemberg por el momento – regrese a lo que estaba haciendo, luego lo volveré a llamar, y, déjeme toda esta información a mi cargo, tranquilo, estarán guardados en un lugar seguro, ahora, retírese-

-A la orden general – Stauffemberg hace el característico saludo alemán y sale de la oficina.

Fromm solo vuelve a mirar todo el papeleo que tiene sobre su escritorio y suspira – aquí inicia una larga misión en la que no tenemos permitido fracasar, de lo contrario, será un sacrificio en vano y vergonzoso – este deja pasar unos minutos hasta que se levanta y va hacia la ventana de su oficina – así que, el nombre será….Valkiria, Operación Valkiria.
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Re: Operacion Valkiria....visto de una forma muy rara

Mensaje por Panzermig » 05 05 2012 02:41

Perdón por la tardanza, pero tuve un pequeño bloqueo y no sabía como terminar este capítulo.

Capítulo 2: Recuerdos


Mientras Stauffemberg caminaba en uno de los pasillos del edificio en donde se encontraba, en su mente había una pequeña pelea, en la que una parte de él, seguía siendo fiel a Hitler, y la otra, su parte traicionera, pero comenzó a recordar del motivo del por qué estaba metido en esta nueva situación. Decidió sentarse en el sillón de su oficina, tomó un vaso de vidrio y una botella de vino fino, vertió un poco de del líquido sobre el vaso y luego le dio un sorbo no muy largo ni muy corto, luego dejó el vaso sobre la mesa, suspiró profundamente y se acomodó.

Luego, su mente quiso recordar sus motivos de traición, comenzó a recordar cuando estaba en el Norte de África, cuando estaba en medio de una batalla, recordó a uno de los oficiales con quien hablaba todo el tiempo, recordó que también le había mencionado sobre el estado actual de Alemania, era deplorable hasta cierto punto, que el país sufrió una crisis económica por la guerra. Se gastaba mas en armas que en alimentos para el pueblo.

Pero no solo recordó esos momentos, también cuando fue herido en ese ataque aéreo, no se veía venir ese ataque, fue sorpresivo, que los tomó desprevenidos y no sabían como reaccionar ante la situación en la que estaban.

Se dio cuenta de la gravedad de la situación, de ahí, deseó no solo morir, a pesar del dolor, deseó eliminar al sujeto que lo involucró a esa guerra, lo ató con mil cuerdas, y los nudos difíciles de desatar, pero ahora, en la actualidad, estaba justo en una misión peligrosa, y que no solo involucraban a los miembros del grupo, también involucraban de forma indirecta a sus familias. Si fallaba la misión, no solo los condenarían a prisión, o a una muerte rápida, como es el fusilamiento, o simplemente, el juez ordenaba que fuera ahorcado, frente a la multitud, y no era ahorcado de forma digna, era de la peor manera, como si fueran animales.

Se decía que al estar condenado a la ahorca, era como ir al matadero, te subían a un banquito, colocaban la cuerda, y esa misma la colocaban sobre un tubo delgado de metal, pero no solo eso, la cuerda iba amarrada a un gancho de esos que sirven para colgar la carne, así era la forma de ahorcar a los condenados, y frente del público, para los verdugos, era un escarmiento y una advertencia, para quien se atreviera a hacer lo mismo que el condenado había cometido, solo ellos pensaban que era el castigo perfecto, pero no, no lo era.

Stauffemberg solo se pasó una mano por el rostro, sobando su mejilla, estando preocupado por la situación, recordar el motivo del que se metiera a esta conspiración, le hacían crispar los nervios, estaba en peligro, si cometía un mínimo error, ni el, ni su familia se salvarían, incluso su sobrino, Shadow, a pesar de que no recibiría el castigo que le daría la justicia alemana, se la daría, uno, la justicia americana con una corte marcial y quizás, el resultado fuera una condena a muerte, o dos, recibir el castigo por parte de la justicia cybertroniana, eso sin pensar si quienes lo juzgarían fueran Autobots o Decepticons, de todas formas, ambos bandos terminarían dándole el mismo castigo, en diferente lugar.

Ahora se daba cuenta que estaba sometido a un tremendo estrés por la operación, se preguntaba ¿estoy haciendo lo correcto?, ¿esta es la única salida para salvar al país de una crisis mas extrema?, ¿Qué pensarían los aliados acerca de esto, les daría gusto o simplemente lo verán como un acto de traición?. Ninguna respuesta aparecía por su mente, todo era un caos, ya sabía que eran días oscuros, pero estos, eran aún mas oscuros, estos no tenía ni la mas mínima luz al final del túnel, esto parecía un laberinto, que podría llevar a 2 diferentes salidas, una buena, y una mala.

Las horas pasaron, hasta que dieron las 5 de la tarde, era mejor regresar a casa, ya no deseaba estar en ese lugar por el momento, Stauffemberg se levantó de su asiento, tomó su portafolio y salió de su oficina, se despidió de algunos que rondaban por el pasillo y al salir del edificio, alguien lo estaba esperando.

-Herr Coronel, creo que su sobrino se preocupa por usted, así que decidió enviarme, para escoltarlo a casa, lo llevaré en el vehículo, y supongo que así será por unos días, es solo cuestión de seguridad, no se preocupe – dijo Blackshadow, quien por el momento portaba un uniforme alemán, a pesar de pertenecer a los aliados, tenía por el momento un toque elegante con el uniforme, a pesar de que no era suyo, era de Shadow. – ¿estamos listos, Herr Coronel?-

-Sí, estoy listo – dijo Stauffemberg al acercarse hacia el soldado, haciendo un pequeño gesto de “no” al escuchar a su ‘escolta’, no le iba muy bien con el acento alemán, se notaba que estaba imitándolo, en vez de acentuarlo, pero, era normal, el soldado ni siquiera sabía ninguna palabra en alemán. – Y, por cierto, no se tu nombre, solo te había visto con Shadow-

-Mi nombre es Blackshadow, Herr Coronel, y si me permite, le abro la puerta – Blackshadow se acercó hacia la puerta trasera del lado izquierdo y la abre con suma delicadeza, solo lo hacía por cortesía, no quería recibir ningún reclamo o regaño por parte de su líder, ese vehículo formaba parte de su colección, y ese vehículo, era el único que tenía por el momento.

Stauffemberg solo se acerca al vehículo, y luego entra – danke…Blackshadow – se quita el kepi y lo pone a un lado, en el sillón, y solo suspira profundamente – ya puedes cerrar, no me espera nadie mas –

-a la orden Herr Coronel – Blackshadow cierra la puerta, y luego abre la puerta del lado del piloto y luego entra, y se acomoda y cierra la puerta – ¿estamos listos? – solo decide verlo por el espejo retrovisor.

-adelante, llévame a casa – el coronel no quería verlo por el momento, solo quería ver hacia la ventana, y observar el paisaje.

El vehículo arranca sin problemas, y comienza a movilizarse hacia la casa del coronel, era un milagro que desde el inicio del recorrido estuviera tranquilo, sin señal del enemigo, ni siquiera de los bombarderos, inclusive, por la radio del vehículo, solo se escuchaban suaves melodías de Mozart, Wagner y a veces una que otra de Beethoven, esto hacia que Stauffemberg se tranquilizara, por el momento, no quería alarmarse de nuevo y entrar a las preocupaciones que tenía encima, solo quería llegar a casa, besar a su esposa y abrazar a sus hijos, amaba a su familia, era lo que mas amaba en este mundo.

Stauffemberg pasó callado en todo el recorrido, sin apartar la vista de la ventanilla, por su mente pasaban miles de cosas, y por recordar el momento doloroso que le tocó en África, sus heridas que ahora estaban cerradas, le volvían a doler, era incomodo, odiaba recordar los primeros días en que tenía que acostumbrarse a ver solo con un ojo, y a usar solo unos cuantos dedos, había perdido un ojo y unos dedos, producto de la explosión, pero luego, se fue acostumbrando, aunque se deprimía y se enfurecía cada vez que lo recordaba.

Por él había sido herido, por él, sus camaradas murieron, por él, el país está cayendo, por él, la guerra se está perdiendo, y por él, ahora creen que toda la gente, es mala. Eso enfureció a Stauffemberg, ahora estaba muy de acuerdo con su lado traicionero, esa vocecita que le carcomía en su interior, por fin había ganado la pelea, era la única oportunidad para salvar a su país, a su gente, y dar por acabada la guerra, suspiró y decidió ver hacia el cielo, lo veía tan despejado y hermoso.

El cielo estaba casi en un color azul oscuro, con toques naranjas y rojos por los pocos y débiles rayos de la luz del sol, se veían ya una que otra estrella, unos débiles puntitos que daban un pequeño regalo de maravilla para quienes disfrutaban ver el cielo en días despejados, cuando se podían apreciar mucho mejor las estrellas, eso al coronel le gustó, que hasta hizo que olvidara sus problemas y preocupaciones por el momento, deseó con todas sus fuerzas estar en alguno de esos puntitos que veía, inconscientemente recordó a su extraño familiar, a su sobrino ‘alienígena’, pensó en cómo sería vivir en un planeta distinto al de la Tierra, por más que intentaba imaginar, de la nada se sintió tan pequeño, tan minúsculo, sentía que no era nada, al recordar que había visto de lejos a algunos robots de ese planeta metálico, no quería verlos tan de cerca, interiormente le daba miedo, tenía miedo a ser aplastado por uno de los grandotes de metal.

Suspiró profundamente y se acomodó, solo para cambiar de posición en la que estaba, ya hasta le había comenzado a doler la espalda. Esta vez, dejó de ver el cielo y recostó la cabeza en el sillón, y cerró el único ojo que logró conservar, solo deseaba dormir por un rato y olvidarse de todo por un momento, al menos, faltaban muchos kilómetros para llegar a su hogar.

Blackshadow lo observó por el retrovisor y respiró profundamente, la misión que le estaban encomendando era peligrosa, por su mente vagaban varias preguntas como ¿Qué pasaría si se encontrara con una patrulla alemana?, ¿Y si más adelante habrá un puesto de control?, con solo pensar eso, se estremeció, él no sabía hablar alemán, mucho menos lo entendía, apenas entendía un ‘guten tag’ que era lo que Shadow decía a cada rato, él sabía que era una forma de saludo, pero él, su líder, sabía cómo afrontar la situación, se le notaba su estilo alemán, aunque era cybertroniano, pero, sabía cómo actuar.

Deseó haber escuchado más sobre las charlas de Shadow y estudiar un poco el alemán, si, era un Decepticon, pero en misiones como estas, era mejor parecer cómo un humano auténtico, un simple humano, detestaba hacerlo, pero no tenía otra solución.

Por el momento, solo había silencio, sólo se escuchaba el sonido de una que otra canción que pasaban en la radio, así se mantuvo hasta que llegaron a la residencia de los Von Stauffemberg, había llegado la hora de decirles a ellos lo que estaba por suceder.
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