Hasta hace unos días muy pocos podrían haber dicho dónde quedaba el pequeño pueblo de Borja (con algo más de cinco mil habitantes), mucho menos había conocimiento del estado en el que se encontraba la pintura del Ecce Homo, pero todo cambió tanto para la localidad como para el santuario de Nuestra Señora de la Misericordia de Borja, cuando se conoció la "restauración" realizada por la anciana Cecilia Giménez a la centenaria obra. Ahora todos quieren verla y fotografiarse con ella.
Miles de ciudadanos han participado en la romería al santuario aragonés de Nuestra Señora de la Misericordia de Borja y decenas de ellos han tenido que guardar cola en su iglesia para fotografiarse con la pintura del Ecce Homo "restaurado", que ha dado ya la vuelta al mundo.
En el santuario se ha podido sentir una expectación indudablemente mayor a la de otros años, por la presencia de numerosos medios de comunicación, algunos extranjeros, pero también de muchos curiosos que han querido inmortalizar su imagen junto a la que ya se conoce como "la peor restauración de la historia".
Los vecinos de la localidad aragonesa de Borja han manifestado su "más absoluto apoyo" a la autora de la "restauración", Cecilia Giménez, una anciana de 81 años que todos tienen como "una muy buena persona" que hizo la intervención en la pintura de "muy buena fe" y "con la mejor intención del mundo".
Entrevista a Cecilia Giménez
La anciana que dañó la pintura Ecce Homo, pintada en uno de los muros de la Iglesia del Santuario de la Misericordia de Borja (España), dijo que "hice lo que pude", en relación a su intento de "restauración" de la valiosa obra.
La pieza, obra del artista Elías García Martínez y realizada en 1930, ya había sido "intervenida" por la mujer anteriormente, pero en esas ocasiones sólo había trabajado sobre el cuerpo de la figura. Ahora, intervino en el rostro y el daño es aplastante. No obstante, Giménez dijo a RTVE que "desde los cinco años que he hecho muchas exposiciones y he vendido muchos cuadros".
Según la nieta del artista, Teresa García, la mujer "hasta ahora sólo había tocado la túnica, el problema ha sido ahora cuando se ha metido con la cabeza y ha destrozado el cuadro", dijo a ABC.
Giménez reconoció que había estado trabajando en la obra desde un tiempo, por cuenta propia, y que "me salió un viaje, y no pude terminarlo". Además, afirmó que su "restauración" había sido con consentimiento del cura de la iglesia y hecho a la vista de todos los feligreses. Entre los daños de la obra está la eliminación de la corona de espinas, del pelo y de las facciones del rostro. Por ello, según expertos del Ayuntamiento de Borja, "el nivel de agresión es diferente".
La pintura está en uno de los muros del Santuario de Misericordia de la localidad de Borja (Zaragoza), cuyo concejal de Cultura, Juan María Ojeda, señaló hoy que ve "muy difícil" que se pueda recuperar, pues la obra se encontraba ya "muy deteriorada", al ser un óleo pintado sobre una pared sin tratar.
La persona que realizó la intervención sobre la pintura es una mujer muy mayor, "con una vida difícil", con un hijo discapacitado de 60 años a su cargo y que, con la mejor intención entró en la iglesia y decidió "por su cuenta y riesgo" reparar la obra, explicó Ojeda.
En un intento por reparar la pintura del artista Elías García Martínez, un equipo de restauradores profesionales examinará, la semana que viene, los destrozos causados y está previsto que la anciana colabore con ellos para explicarles el material que usó.
El intento de restauración emprendido por la anciana fue dado a conocer por el Centro de Estudios Borjanos, que en su blog mostró fotografías del antes y del después de la pintura, y expresó su "profundo pesar".
"Ignoramos si este incalificable hecho tiene solución, pero de lo que no cabe la menor duda es de que alguien deberá adoptar las medidas precisas para que no se repitan actuaciones como esta, que al margen de sus motivaciones, deben ser contundentemente reprobadas", señaló el centro.
El Ayuntamiento de Borja no ha descartado la posibilidad de emprender acciones legales contra la anciana, señaló el concejal, aunque se trata de una obra no catalogada y la situación es "delicada".
Con toda la información y con el asesoramiento de profesionales, el Ayuntamiento decidirá si tiene la obligación de emprender acciones legales, reconoció Ojeda.
Lo que no se puede es dar una imagen de impunidad por parte del consistorio, ha insistido, porque "independientemente del valor de la obra" el hecho es que una persona ha entrado en una iglesia y ha actuado si permiso y eso es "una agresión al patrimonio artístico".
La familia del autor, una de cuya nietas veranea en Borja, exigió firmeza a la hora de reparar el daño causado y el concejal de Cultura afirmó que la colaboración con ellos es "absoluta"
Fuente:
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