- TRES MILLONES DE MUERTOS EN TOTAL
- HÖSS, SU PATRIA Y SU FAMILIA
- ANILLOS Y DIENTES DE ORO ARREBATADOS A LOS CADÁVERES
- MÁS EFICIENTES QUE EN TREBLINKA
- AL SER DETENIDO CONFESÓ: "MATE A DOS MILLONES DE PERSONAS"
- ASÍ ERA AUSCHWITZ
- LOS JUDÍOS MORÍAN MÁS RÁPIDAMENTE QUE LOS RUSOS...
- HIMMLER LE CONFIÓ LA DIRECCIÓN DE AUSCHWITZ
- "HÖSS ERA UN BUEN CAMARADA, PALABRA DE EICHMANN"
- "EICHMANN LO SABÍA TODO DE LOS JUDÍOS: SUS USOS, SUS COSTUMBRES, SU HISTORIA..."
- "CUANDO MI MUJER LO SUPO"
- EL BURÓCRATA DEL EXTERMINIO TAMBIÉN TENÍA FAMILIA
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El ex Obersturmbannführer, teniente coronel de las SS Rudolf Hoss, quien durante tres años y medio había dirigido el campo de exterminio de Auschwitz y que puede ser, por lo tanto, considerado comandante de Auschwitz, fue entregado por los ingleses a Polonia el 25 de mayo de 1946. La Fiscalía del Estado había creado el Tribunal Supremo Polaco del Pueblo para juzgar a diversos criminales de guerra, entre los que se encontraban el doctor Kurt von Burgsdorff, ex subsecretario de Estado para la administración del Protectorado de Bohemia y Moravia; el secretario de Estado doctor Josef Bühler, ex diputado del Gobierno general de Cracovia (que sería condenado a muerte en Varsovia el 20 de julio de 1948), así como el Sturmbannführer, comandante de las SS, Amon Leopold Göth. Responsable directo de la "liquidación" del ghetto de Cracovia en marzo de 1943 y más tarde comandante del campo de concentración para judíos de Plaszow (condenado a muerte el 5 de septiembre de 1946).
- Rudolf Hoss: "Sólo yo soy responsable de lo que ocurrió en Auschwitz —dijo—. Mis subordinados no tienen nada que ver. Únicamente deseo rectificar algunos hechos por los que soy acusado personalmente".
- Presidente: "Hablará en su momento. Siéntese".
- Secretario (al acusado): ''¿Nombre y apellido?".
- Höss: "Me llamo Rudolf Franz Xavier Hoss".
- Secretario: "¿Dónde y cuándo nació usted?".
- Höss: "En Baden, en 1900".
- Fiscal (dirigiéndose a Hoss): "¿Firmó el acusado una declaración jurada a petición de la acusación del Tribunal de Núremberg en 1946"?
- Höss: "Sí".
- Fiscal: "Pido sea mostrada al acusado la traducción del documento 3868-PS, que fue archivado en Nuremberg como 'Exhibit USA 819".
- Fiscal: "Conteste el acusado si esta declaración la firmó voluntariamente".
- Höss (examinándola): "Sí".
- Fiscal: "¿Responde esta declaración a la verdad?".
- Höss: "Sí, señor, naturalmente".
- Fiscal: "El acusado tiene ante si una copia en alemán. ¿Le importa seguirme mientras la leo?".
- Höss: "En absoluto".
- Fiscal: "Dejamos el párrafo 1 y pasamos al 2. 'Pertenecí al cuerpo de la administración de los campos de concentración desde 1934. Presté mis servicios en Dachau hasta 1938, y luego en Sachsenhausen, como ayudante, hasta el 1 de mayo de 1940, fecha en que fui nombrado comandante de Auschwitz. Dirigí Auschwitz hasta el 7 de diciembre de 1943 y calculo que, al menos, 2.500.000 detenidos fueron exterminados con gas y quemados sus cuerpos, mientras que otro medio millón murió de hambre y de enfermedades, aproximándose el total a 3.000.000. Esta cifra significa el 70 u 80 por 100 de las personas enviadas a Auschwitz, y el resto fue seleccionado para trabajos forzados en fábricas del campo. Entre los muertos había casi 20.000 prisioneros de guerra rusos, que habían sido trasladados de los campos de detenidos por la Gestapo. Estos rusos fueron llevados a Auschwitz en trenes de la Wehrmacht, conducidos y escoltados por soldados y oficiales regulares de la Wehrmacht. Entre las víctimas había 100.000 judíos alemanes y gran número de civiles judíos de Holanda, Francia, Bélgica, Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Grecia y otros países. Sólo en el verano de 1944 exterminamos en Auschwitz judíos húngaros'. Conteste el acusado si esto corresponde a la verdad".
- Höss: "Sí. Es verdad".
- Fiscal: "En el párrafo 4 se lee: 'Las ejecuciones en masa con gas comenzaron en el verano de 1941 y continuaron hasta el otoño de 1944. Supervisé personalmente las ejecuciones de Auschwitz hasta el 1 de diciembre de 1943 y sé, en razón de las tareas que realicé como inspector de los campos de concentración, que las ejecuciones en masa continuaron después. Todas las ejecuciones con gas fueron efectuadas por orden del RSHA y bajo su responsabilidad y supervisión. Yo recibía las órdenes relativas a las ejecuciones directamente del RSHA'. ¿También responden a la verdad estas declaraciones?".
- Höss: "Sí".
- Fiscal: "Leeré a continuación el párrafo 5. 'El 1 de diciembre de 1943 me hicieron jefe del Amt 1 del Amtgruppe D del WVHA (Inspección de los Campos de Concentración) y como tal era responsable de las cuestiones que surgieran entre el RSHA y los campos de concentración administrados por el WVHA. Permanecí en este cargo hasta finalizar la guerra. Pohl, jefe del WVHA, y Kaltenbrunner, jefe del RSHA, mantuvieron conmigo conversaciones y cartas referentes a los campos de concentración'.
Durante los meses en que estuvo detenido en la cárcel de Cracovia en espera de ser procesado, Rudolf Franz Höss —ex jefe del campo de exterminación de Auschwitz— escribió un manuscrito de memorias en las que decía, entre otras cosas:
"...Mi existencia ha sido muy agitada. El destino me elevó a las más altas cimas y me empujó al fondo de los abismos. Las circunstancias de la vida me pusieron a prueba muchas veces, pero siempre supe superarlas y nunca perdí mi estado de ánimo. Desde el momento en que volví de una guerra (1914-1918) en la que me alisté siendo un muchacho, hubo dos estrellas que me indicaron mi camino: mi patria y mi familia.
Mi apasionado amor por mi patria y mi conciencia nacional me llevaron a alistarme en el partido nacionalsocialista y en las SS. Considero que la doctrina filosófica del nacionalsocialismo es la única adecuada a la naturaleza alemana. A mi juicio, las SS eran los defensores activos de aquella filosofía, capaz de conducir a todo el pueblo alemán a una existencia conforme a su naturaleza. La familia ha sido para mí algo absolutamente sagrado, a la que estoy unido por lazos indisolubles. Siempre me preocupó su futuro. Nuestro verdadero hogar debía ser una granja en el campo.
Para mi mujer y para mí, los hijos representaban el sentido de nuestra existencia. Quisimos darles una buena educación y dejarles como herencia una patria poderosa. También hoy todos mis pensamientos van dirigidos hacia mi familia. ¿Qué harán? La incertidumbre que me asalta me hace más penosa mi prisión. Sacrifiqué mi vida una vez por todas. Es algo que ya pasó y de lo que no volveré a ocuparme. ¿Pero qué harán mi mujer y mis hijos? Mi destino ha sido caprichoso. Mi vida ha estado pendiente de un hilo con mucha frecuencia: durante la primera guerra mundial, en los combates cuerpo a cuerpo, en los accidentes del trabajo.
Mi automóvil chocó con un autocar y logré escapar a la muerte. Caí desde un caballo sobre una roca y por poco fui aplastado por la montura. Sólo resulté con algunas costillas fracturadas. Durante los bombardeos aéreos creí más de una vez que había llegado mi último momento, pero no me ocurrió nada. Poco antes de la evacuación de Ravensbrück fui víctima de un accidente automovilístico y todos me creían muerto. Sin embargo, una vez más, logré salvarme. La ampolla de veneno que llevaba siempre conmigo se rompió poco antes de ser detenido. El destino me salvó siempre de la muerte, para sufrir ahora un fin degradante. ¡Cuánto envidio a los camaradas que cayeron luchando en el campo del honor! Yo era un engranaje inconsciente de la inmensa máquina de exterminio del Reich. La máquina se rompió, el motor desapareció y debo desaparecer yo también. El mundo lo exige...
Pueden continuar considerándome un animal salvaje, un cruel sádico, el asesino de millones de seres humanos. Las masas nunca podrán pensar de otro modo sobre el ex comandante del campo de Auschwitz. Nunca podrán entender que también yo tenía corazón...
Cracovia, febrero de 1947
Rudolf Höss".
- Fiscal: "Leeré el párrafo número 6, que dice: 'La solución final del problema judío suponía el exterminio total de los judíos de Europa. Me ordenaron la creación de instalaciones de exterminio en Auschwitz en junio de 1941. En aquella época ya funcionaban tres campos de exterminio en Polonia: Belzek, Treblinka y Wolzek. Estos campos se hallaban al cuidado del Einsatzkommando de la Policía de seguridad y del SD. Visité Treblinka para enterarme de cómo se procedía al exterminio. El comandante del campo de Treblinka me dijo que había liquidado 80.000 personas en seis meses y añadió que se ocupaba principalmente de la liquidación de los judíos de Varsovia. Utilizaba el monóxido de carbono, pero no me pareció que el método fuese muy eficaz. Por ello, al construir en Auschwitz las instalaciones de exterminio, recurrí al Zyklon B, ácido prúsico en cristales que se dejaba caer en la cámara de la muerte por una pequeña abertura.
Se necesitaban de tres a quince minutos para matar a los detenidos encerrados en la cámara de gas, según las condiciones climáticas. Sabíamos que habían muerto cuando cesaban de oírse sus gritos. Normalmente, esperábamos media hora más antes de abrir las puertas y retirar los cadáveres. Una vez retirados los cadáveres, nuestros Comandos especiales arrebataban a las víctimas sus anillos y dientes de oro'. Conteste el acusado Höss si cuanto he dicho corresponde a la realidad". - Hoss: "Sí, corresponde a la realidad".
- Fiscal: "Por curiosidad, ¿sabía el acusado qué se hacía con el oro de los dientes extraídos a los muertos?".
- Hoss: "Sí, claro que lo sabía...".
- Fiscal: "¿Quiere decírselo al Tribunal?".
- Hoss (dirigiéndose a los jueces y alzando una mano): "Este oro se fundía y se enviaba al Negociado Médico Central de las SS de Berlín".
- Fiscal (volviendo al documento inicial): "Leo el párrafo 7. 'Otra mejora de nuestras instalaciones en relación con las de Treblinka fue la construcción de cámaras de gas capaces para dos mil personas, mientras que las diez de Treblinka no permitían acoger a más de doscientas personas en conjunto. Para elegir nuestras víctimas se hacía del modo siguiente: teníamos en Auschwitz dos médicos de las SS encargados de examinar la llegada de nuevos prisioneros. Estos tenían que desfilar ante uno de los médicos, quien tomaba una decisión instantáneamente. Los apropiados para trabajar eran enviados al campo; los demás eran enviados inmediatamente a las instalaciones de exterminio. Los niños eran todos ejecutados, dado que no podían trabajar. Otro paso adelante consistía en que en Treblinka las víctimas casi siempre sabían que iban a ser ejecutados, mientras que en Auschwitz tratábamos de engañarles, diciéndoles que iban a ser sometidos a una desinfección'".
- Kauffmann: "Con la venia del Tribunal, desearía interrogar a Höss".
- Presidente: "Acérquese el testigo. ¿Cómo se llama usted".
- Hoss: "Rudolf Ferdinand Höss".
- Presidente: "Repita conmigo: 'Juro ante Dios omnipotente y omnisciente decir toda la verdad y nada más que la verdad'".
- Hoss repite en alemán la fórmula del juramento.
- Presidente: "Puede sentarse".
- Kauffmann: "Recuerdo al acusado que sus declaraciones son de la mayor importancia. Es usted, probablemente la única persona que puede arrojar un poco de luz sobre ciertos aspectos oscuros y decirnos quién impartió las órdenes para el exterminio de los judíos europeos, así como aclararnos cómo se llevaron a cabo y hasta qué punto eran secretas las ejecuciones".
- Presidente: "Doctor Kaufmann, ¿quiere proceder al interrogatorio del testigo?".
- Kauffmann: "Sí. señoría. (Dirigiéndose al testigo.) ¿Es cierto que fue usted comandante del campo de Auschwitz de 1940 a 1943?".
- Hoss: "Sí".
- Kauffmann: "Durante dicho período fueron ejecutados centenares de miles de seres humanos. ¿No es cierto?".
- Hoss: "Sí".
- Kauffmann: "¿Y es también cierto que usted mismo no pudo llevar una contabilidad exacta del número de victimas, ya que lo tenía prohibido?".
- Hoss: "Sí".
- Kauffmann: "¿Es cierto que había un hombre, llamado Eichmann, que llevaba la contabilidad exacta y que era el encargado de reunir y enviar las víctimas al campo de Auschwitz?".
- Hoss: "Sí".
- Kauffmann: "¿Es verdad también que Eichmann le dijo a usted que en Auschwitz se habían ejecutado más de dos millones de judíos?".
- Hoss: "Sí".
- Kauffmann: "Hombres, mujeres, niños..., ¿no es cierto?".
- Hoss: "Sí".
- Kauffmann: "¿En qué época fue comandante del campo de Auschwitz?".
- Hoss: "Desde mayo de 1940 hasta diciembre de 1943".
- Kauffmann: "¿Cuál fue el número máximo de detenidos en el mismo período en Auschwitz?".
- Hoss: "El número máximo de detenidos en Auschwitz fue de 140.000 entre hombres y mujeres".
- Kauffmann: ''¿Tendría inconveniente en decirnos si es verdad que el campo de Auschwitz se hallaba completamente aislado, así como cuáles eran las medidas adoptadas para asegurar que la ejecución de las órdenes seria totalmente secreta?".
- Hoss: "El campo de Auschwitz se hallaba a unos tres kilómetros del pueblo más próximo. Se habían evacuado de habitantes unos 30.000 acres de terreno y a ellos sólo tenían acceso los SS y los empleados civiles provistos de un salvoconducto especial. El complejo llamado Birkenau, donde luego se construiría el campo de exterminio, se hallaba a dos kilómetros de distancia del campo de Auschwitz propiamente dicho. En lo que se refiere a las instalaciones del campo, o mejor dicho, a las instalaciones provisionales utilizadas al principio, éstas se encontraban en medio del bosque y no podían verse desde fuera. Además, toda la zona había sido declarada 'área militar' y a ella no tenían acceso ni siquiera los miembros de las SS que no dispusieran de un pase especial".
- Kauffmann: ''Fue después cuando empezaron a llegar los transportes, ¿no es cierto? ¿En qué época llegaron y cuántas personas había en cada uno de ellos?".
- Hoss: "Durante todo el período, hasta 1944, se realizaron, con intervalos y en varios países europeos, una serie de operaciones que no permiten hablar de una afluencia continua de transportes. Existían períodos críticos que duraban de cuatro a seis semanas, durante los cuales llegaban dos o tres trenes al día, con dos mil personas cada uno. Los trenes se detenían en la estación de Birkenau, donde se separaban las locomotoras para partir de nuevo. El personal de escolta que había acompañado a los prisioneros tenía que partir también, y los detenidos quedaban en manos de los guardianes del campo. Luego eran examinados por dos médicos del campo, oficiales de las SS, quienes decidían su destino. Los internados que eran considerados aptos para el trabajo eran trasladados inmediatamente a Auschwitz o Birkenau, y el resto, conducidos a las instalaciones provisionales y a los crematorios".
- Kauffmann: "Durante el interrogatorio de hace unos días usted me dijo que eran unos sesenta los hombres encargados de recibir los transportes, y que esos sesenta hombres estaban obligados a mantener el secreto a que se refirió anteriormente. ¿Mantiene lo que dijo entonces?".
- Hoss: "Sí, esos sesenta hombres estaban encargados de llevar a los internados inútiles para el trabajo a las instalaciones que he mencionado. Se trataba de un, grupo compuesto por unos diez oficiales y suboficiales, así como médicos y personal sanitario, y todos y cada uno habían recibido órdenes orales y escritas de guardar la más absoluta reserva sobre todo lo que sucedía en el campo".
- Kauffmann: "Una persona ajena, al llegar los trenes, ¿podría imaginarse que los detenidos encerrados en los vagones iban a ser ejecutados, o no existía esta posibilidad, dado que a Auschwitz llegaba un número cada vez mayor de convoyes cargados de material?".
- Hoss: "Un observador que no pudiese llevar una contabilidad especial no podía haberse hecho una idea exacta de la situación, en primer lugar porque no sólo llegaban trenes con gente destinada al exterminio, sino que también había convoyes con internados para los campos de trabajo. Además, desde el campo partían numerosos convoyes con prisioneros para el trabajo en el exterior o con internados que eran trasladados.
"Los vagones se hallaban completamente cerrados y era imposible ver desde exterior que contenían. Eso sin contar que cada día llegaban al campo cien vagones de materiales, víveres, etcétera, y otros tantos salían del campo, donde se fabricaba material bélico". - Kauffmann: "¿Inspeccionó personalmente Himmler el campo y asistió al procedimiento de exterminio?".
- Hoss: "Sí, Himmler visitó el campo en 1942 y asistió de cerca a una de las operaciones, desde el principio hasta el final".
- Kauffmann: "¿Se puede decir lo mismo de Eichmann?".
- Hoss: "Eichmann fue varias veces al campo de Auschwitz y se encontraba completamente al tanto del procedimiento".
En la sesión siguiente, Soorsky, del Ministerio Público, completó el interrogatorio del acusado en lo referente a los horrores de Auschwitz, empezando por el momento en que Hoss —a petición del Reichsführer SS Himmler— se ocupó activamente de la "solución final del problema judío".