Bayonetas

Descripción: Compañeras inseparables, junto al fusil, del soldado de infantería de los últimos tres siglos, la bayoneta ha evolucionado al mismo tiempo que el arma de fuego.

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Bayonetas

Mensaje por archer » 12 03 2011 13:39

Bayonetas
Compañeras inseparables, junto con el fusil, del soldado de infantería de los últimos tres siglos, la bayoneta ha evolucionado al mismo tiempo que el arma de fuego, dándole al infante una nueva forma de combate, principalmente de defensa a corta distancia.

Las primeras bayonetas se calzaban directamente sobre la boca del mosquete, impidiendo el disparo. Los modelos siguientes tenían un mango hueco que permitía esta acción. Esta es una típica bayoneta de pica para un mosqueteLas primeras bayonetas se calzaban directamente sobre la boca del mosquete, impidiendo el disparo. Los modelos siguientes tenían un mango hueco que permitía esta acción. Esta es una típica bayoneta de pica para un mosquete

Historia

Según se cree, el origen de la bayoneta fue casual, en la ciudad francesa de Bayonne. Era la mitad del siglo XVII; los soldados estaban inmersos en guerras irregulares de carácter rural. Durante la lucha se quedaron sin pólvora ni proyectiles, y para salir del paso, se dice que tomaron sus cuchillos y los ataron a los inútiles mosquetes, creando así una suerte de lanzas improvisadas con las cuales se defendieron.

Esta invención, sin embargo, fue rápidamente adoptada por los ejércitos europeos para la segunda mitad del Siglo XVII, cosechando un gran éxito en diversos países. Las bayonetas, invento netamente europeo, se asociaron así al arma de fuego, volviendo a introducir las armas de filo en el arsenal occidental.

En esa época, las armas de fuego eran aparatos largos, pesados y difíciles de usar. Eran poco precisos, incluso a corta distancia, y se tardaba mucho en cargarlos. La táctica contemplaba una formación cerrada de una o dos filas de mosqueteros (una parada, la otra arrodillada), la cual disparaba una andanada. Terminados los disparos, dejaban avanzar a una nueva línea, que repetía la andanada, mientras la primera línea recargaba los mosquetes.

Más allá de otros problemas, el principal inconveniente de los mosquetes era la lentitud para cargarlos. Se requería mucho entrenamiento para hacerlo de manera rápida y precisa, ya que uno solo de los soldados que tardara más tiempo desarmaría la formación. Los primeros mosquetes tenían una tasa de disparo de cerca de uno por minuto. El procedimiento estaba dividido en muchos pasos: cargar el cañón con pólvora desde una bolsita, presionarla con una varilla, luego meter el proyectil, presionarlo contra la pólvora apisonada de manera similar, etc. Para cuando se inventaron los cartuchos de papel (pequeños paquetes que contenían de antemano la pólvora, evitando esa parte del proceso), la tasa se elevó, pudiendo hacerse 3 o 4 disparos por minuto.

Esto hacía que los soldados, por más entrenados que fueran, eventualmente llegaran a tener a sus enemigos a pocos metros. Siendo que los mosquetes tenían un alcance bajo (no más de 100 metros), no era raro que luego de dos andanadas, el enemigo estuviera ya casi al cuerpo a cuerpo. En ese momento los mosquetes se convertían en algo totalmente inútil, salvo que fueran usados como palos, lo cual ocurría muy a menudo. Los oficiales tenían sables, y algunos ejércitos mantenían en línea algunos alabarderos o piqueros, pero estas armas a veces no eran de mucha utilidad tampoco.

Un soldado inglés en la Segunda Guerra Mundial, utilizando una combinación ya usada en la anterior guerra, un Lee-Enfield con su vieja espada bayoneta de hoja rectaUn soldado inglés en la Segunda Guerra Mundial, utilizando una combinación ya usada en la anterior guerra: un Lee-Enfield con su vieja espada bayoneta de hoja recta

Las bayonetas de pica

Aquí entró en juego la bayoneta. Con un tamaño de entre 30 y 45 centímetros, al ser adosada a un mosquete de metro y medio, se convertía en una nueva arma. Similar a las anteriores picas o lanzas utilizadas por la infantería contra la caballería, le daba a los soldados algo más con qué combatir.

Luego de una o dos andanadas, los oficiales daban la ahora clásica orden de calar bayonetas, la cual los soldados obedecían rápidamente. Entonces la formación se acercaba de manera similar a como hacían antes los ejércitos griegos y macedonios, con sus lanzas: la punta hacia adelante, y se atacaba a la formación enemiga que generalmente avanzaba de la misma manera. Entonces la lucha se hacía cuerpo a cuerpo, como en los viejos tiempos.

El hecho de que las primeras bayonetas se calaran solamente luego de haber disparado se debía, curiosamente, a un grave error de diseño. Estos modelos originales se calzaban directamente sobre el cañón, obstruyéndolo e impidiendo abrir fuego.

Obviamente, esto hacía que, en el caso de que al soldado todavía le quedara un disparo preparado, este fuera inútil. Durante las numerosas guerras de todo tipo que hubo en Europa en esa época, este error se fue haciendo patente, dando lugar a las nuevas bayonetas con calzo en forma de anilla. La hoja hacía una curva al dejar la anilla, y luego de un ángulo recto retomaba la forma normal y volvía a apuntar paralelo al cañón. Diferentes modelos mejoraron la sujeción del arma al mosquete, previniendo que se saliera. Sin embargo, las primeras bayonetas no eran armas pensadas para ser usadas de manera separada. Este mango de anilla era pequeño, de metal y totalmente cilíndrico, sin ayudas para la manipulación. En un caso de emergencia uno podía usarlas como arma, pero su eficiencia caía notablemente.

Aquellas eran épocas de transición en tácticas terrestres, y la bayoneta tenía tanto aliados como detractores. Era cuestión de ensayo y error, y los diferentes diseños estaban a la orden del día. Para los últimos años del Siglo XVII, el rey francés Luis XIV irónicamente las prohibió, pero los ingleses y alemanes, al abolir el uso de la pica en sus ejércitos, la adoptaron. A partir de ese momento, el arma de fuego y la bayoneta fueron símbolos irrenunciables del soldado de infantería.

Una particularidad de las primeras bayonetas era que solamente servían para clavar, ya que no tenían filo. Convertían a los mosquetes en picas, y de esa forma las tácticas de infantería recuperaron y adaptaron esa forma de uso propia de la pasada Edad Media. La mayoría de las bayonetas tenían hojas de sección triangular, lo cual aumentaba su fuerza sin hacerlas más pesadas ni necesitar el uso de más acero. Eran armas de contacto, y por eso debían ser fuertes; si se doblaban o quebraban, el soldado quedaba casi condenado.

Terminado el Siglo XVII, se continuaron desarrollando diferentes formas de bayonetas, así como diferentes formas de usarlas. Su uso hizo que la infantería volviera a las viejas épocas del combate cuerpo a cuerpo con armas de filo, aunque la pólvora seguía teniendo su parte en la balanza.

Además de usarse en mosquetes, se probó su uso en revólveres, lo cual terminó en un completo fracaso. Las armas resultantes eran muy pesadas, desbalanceadas y tenían una precisión muy mala: no eran ni lo uno ni lo otro.

Las bayonetas, sin embargo, tuvieron caminos difíciles en algunos países. Nuevamente, por cuestiones de tradición, muchos ejércitos y marinas no terminaron a ajustarse a su uso, continuando el uso de picas, espadas, etc., al menos por algunas décadas más.


Las espadas bayonetas

Las espadas bayoneta permanecieron en uso hasta mediados del siglo XX, hasta la llegada del fusil de asalto. Muchos fusiles de cerrojo europeos eran tan buenos y abundantes que sobrevivieron a las dos Guerras Mundiales, y así se perpetuó el uso de las bayonetas diseñadas para ellosLas espadas bayoneta permanecieron en uso hasta mediados del siglo XX, hasta la llegada del fusil de asalto. Muchos fusiles de cerrojo europeos eran tan buenos y abundantes que sobrevivieron a las dos Guerras Mundiales, y así se perpetuó el uso de las bayonetas diseñadas para ellos
Sin embargo, hacia el siglo XIX, ya era innegable la necesidad de su uso, y en esa fecha se popularizaron las espadas bayonetas (aunque ya habían aparecido en el siglo anterior). Como su nombre lo indican, estas sí tenían filo, en uno o dos lados, y mantenían un largo de aproximadamente 30 o más centímetros. Hay que tener en cuenta que durante todo ese tiempo, las armas de fuego también habían evolucionado, y el rifle o fusil estaba reemplazando al mosquete. Comenzaban a aparecer los cartuchos de papel y los proyectiles más avanzados; eventualmente aparecieron los primeros intentos de cartuchos metálicos y se afianzó el sistema de retrocarga. Más corto, confiable y fácil de cargar , esta nueva arma requería una redefinición de la bayoneta. El uso mixto del mosquete y el fusil ante un asalto de caballería necesitaba que se formara una pared defensiva homogénea; como los fusiles eran más cortos que los mosquetes, las bayonetas aumentaron un poco de tamaño.

De esta manera, también, las bayonetas se independizaron lentamente del arma de fuego. Como eran más pesadas y grandes, también se comenzaron a usar mangos más anatómicos, lo que permitía su uso como arma secundaria, sin calarla. Los fusiles incluían sistemas especiales para esto, sin tener que enroscarla o algo similar. Algunos fusiles tenían muescas a los costados del cañón para hacer esto más fácil.

Este tipo de bayonetas, las cuales duraron hasta bien entrado el Siglo XX, tenían una fuerte reminiscencia de las espadas de los oficiales, particularmente de la caballería. Aunque su mango era relativamente pequeño (comparado con el largo de la hoja), se la poda usar para inspirar a los infantes a una carga, además del uso personal como arma de defensa a corta distancia. Muchas de ellas tenían incluso decorados similares a los de las espadas en toda regla, y eran casi espadas en miniatura, copiando detalles de sus hermanas mayores.

El uso de filo también cambió la forma de uso de las bayonetas en el sentido de que ahora no solamente servían para clavar, sino también para cortar. Los mosquetes habían sido convertidos en picas, pero los rifles, más pequeños y livianos, se habían convertido en espadas o herramientas. Rápidamente los soldados comenzaron a usarlas como palas improvisadas, para cortar madera o limpiar claros de hierba, asar o cortar carne. Lo que también aprendieron era que los rifles se hacían pesados y desbalanceados al intentar disparar con la bayoneta calada; también se dificultaba su recarga (defecto que compartían con las bayonetas de pica). Es por eso que a veces se desaconsejaba su uso continuo junto con el arma principal.

La gran cantidad de guerras coloniales del Siglo XIX obligó nuevamente al avance tanto en tácticas como en formas de diseño y producción. Con oponentes que solamente tenían lanzas y flechas como armas de distancia, las naciones europeas necesitaban tener a sus soldados tan bien entrenados en el uso de armas blancas como sus enemigos. En este siglo, no fueron pocas las veces en las cuales los soldados europeos (y también los estadounidenses) se quedaron sin municiones o sin espacio para usar sus rifles, teniendo que recurrir a sus bayonetas caladas para el combate cuerpo a cuerpo.

Hacia finales del siglo XIX, la constante mejora de los fusiles, sin embargo, también fue disminuyendo el uso general de la bayoneta. Estas armas, más confiables, efectivas y rápidas de cargar y disparar (ahora con cartuchos metálicos), extendieron la brecha entre los enemigos. Los fusiles de cerrojo permitían a un grupo de usuarios entrenados mantener lejos a sus enemigos a una cadencia de tiro muy grande, y rifles como el famoso Winchester tenían ya sistemas de cargadores que facilitan una secuencia de disparo todavía mayor.

Se crearon algunos de los mejores fusiles de cerrojo de todos los tiempos, como los modelos Mauser alemán y los Lee-Enfield ingleses, o los Mosin Nagant rusos, los cuales serían usados (con nulas o escasas modificaciones) durante las siguientes dos Guerras Mundiales. Esto sentó las bases para un extraño fenómeno. Mientras la mayoría de las naciones europeas tenían en servicio aquellos fusiles muy eficaces, pero algo anticuados, también permanecían en servicio las viejas espadas bayoneta.

La Primera Guerra Mundial demostró las grandes deficiencias de aquellas armas, que no podían ser usadas en los cortos espacios de las trincheras. Mientras se comenzaban a usar, oficial o extraoficialmente, los denominados cuchillos de trinchera, la bayoneta seguía atada a su forma antigua, a mitad de camino entre la espada y el cuchillo. Surge también en la Gran Guerra el subfusil, que disminuye el alcance del fusil pero asegura mayor cadencia de fuego automático y un tamaño fácil de manejar en todo tipo de espacios.

Países como EEUU, que desarrollaron fusiles nuevos antes y durante la Segunda Guerra Mundial, pudieron beneficiarse de la lección, pero las naciones europeas tuvieron que mantenerse con sus viejos stocks, aunque supieran que no eran de lo más adecuado.


Cuchillos bayoneta

Incluso en los abiertos espacios del desierto, las bayonetas tuvieron un papel durante la Segunda Guerra Mundial. Según muestran numerosas fotografías de la época, los soldados ingleses las llevaban caladas frecuentemente. Esto se debía, a veces, a la naturaleza abrupta del terreno, y a la forma de combate cerrado, nocturno o entre nubes de polvo y tormentas de arena, que imperaba. Los pequeños golpes de mano estaban a la orden del día. Una de las más conocidas secuencias muestra a un soldado inglés, a la carrera, amenazando a un soldado alemán tripulante de un tanque, que se está rindiendoIncluso en los abiertos espacios del desierto, las bayonetas tuvieron un papel durante la Segunda Guerra Mundial. Según muestran numerosas fotografías de la época, los soldados ingleses las llevaban caladas frecuentemente. Esto se debía, a veces, a la naturaleza abrupta del terreno, y a la forma de combate cerrado, nocturno o entre nubes de polvo y tormentas de arena, que imperaba. Los pequeños golpes de mano estaban a la orden del día. Una de las más conocidas secuencias muestra a un soldado inglés, a la carrera, amenazando a un soldado alemán tripulante de un tanque, que se está rindiendo

Luego de la Segunda Guerra Mundial, los enormes avances en materia militar hicieron que muchos países no solamente descartaran sus arsenales anteriores, enormes y obsoletos (destruyéndolos o vendiéndolos a naciones en formación o en vías de desarrollo), sino que se impulsó la creación de nuevas armas para librar el siguiente gran conflicto.

Entre estas armas estuvo el fusil, ahora hecho automático. El descartamiento del fusil de cerrojo, ya fuera nuevo o viejo como en el caso de los modelos de la Gran Guerra, terminó de sellar el destino de las espadas bayoneta. Con nuevas tácticas, venían nuevas armas.

No todos los fusiles de asalto eran más cortos que sus homólogos de cerrojo, pero de todas maneras, viéndose la utilidad de los cuchillos en combate mano a mano, se decidió pasar definitivamente al cuchillo bayoneta. Las experiencias en guerras coloniales y el estallido de la Primera Guerra Mundial habían creado las bases para esta última redefinición; sin embargo había pasado mucho tiempo hasta que finalmente se adoptó.

Esto hizo que, lentamente, las bayonetas y los cuchillos fueran uniéndose, dándole a los soldados un arma polivalente, ya que servía tanto como herramienta, como arma personal, o como bayoneta, al unirse a su arma principal, el fusil de asalto.

M9 bayoneta unida a la carabina M4M9 bayoneta unida a la carabina M4
En la actualidad, aunque se cuestiona el uso y entrenamiento de este arma, prácticamente todos los ejércitos del mundo continúan dándoselo a sus soldados, para el caso en que, como ha sucedido siempre, el enemigo llegue al cuerpo a cuerpo.

A pesar de ser un arma simple, la bayoneta ha experimentado muchas mutaciones a lo largo de los años, creándose así muchos modelos y variantes a veces muy diferentes. Siguen siendo, sin embargo, herramientas inseparables del soldado de infantería.

La bayoneta actualmente utilizada por los US Marines es la OKC-35. Nótese la cómoda empuñadura y la forma de la hoja, con un filo y serrada en parteLa bayoneta actualmente utilizada por los US Marines es la OKC-35. Nótese la cómoda empuñadura y la forma de la hoja, con un filo y serrada en parte

Formas y variantes en el Siglo XIX y XX

Desde finales de la Primera Guerra Mundial, la bayoneta fue lentamente uniéndose con el cuchillo del soldado y por lo tanto, ambos compartieron forma, diseño y uso. Por lo tanto, las bayonetas dejaron de lado los dos filos que algunas tuvieron durante el Siglo XIX, aunque mantuvieron por un tiempo su peso y forma.

Muchas bayonetas previas a la Segunda Guerra Mundial y utilizadas también durante este período tenían todavía un tamaño bastante grande, de unos 30 centímetros, lo que las seguía acercando a las viejas espadas bayonetas. Sin embargo, su diseño era más moderno y el uso de materiales y formas de fabricación mejores (si es que los había) las hacían más resistentes. Los soldados podían usarlos para cavar, cortar carne o maleza en casos de emergencia, y un largo etcétera.

Finalizada la guerra, los cuchillos fueron cambiando, y por lo tanto también lo hizo la bayoneta. La Segunda Guerra Mundial vio el nacimiento y afianzamiento de la figura del comando, soldado de operaciones especiales que hacía un amplio uso del cuchillo, desde la eliminación de centinelas hasta la construcción y eliminación de trampas. La experiencia ganada en estos casos posiblemente se permeó hacia los cuchillos regulares que usaban los soldados comunes, y más tarde hacia sus bayonetas.

Los cuchillos actuales tienen mangos cómodos, hojas sólidas y ya no tan largas, aunque sí son más anchas. Casi siempre de un solo filo, a veces la parte inferior de la hoja está serrada para mejorar la capacidad de corte sobre sogas, tela, etc. Aunque pueden ser usados como bayonetas, este es solo un uso más de esta herramienta. Algunos cuchillos incorporan destapadores de botellas, mientras otros, en conjunción con sus fundas rígidas, pueden ser usados para cortar alambradas (e incluso detectar si están electrificadas).
Espada bayoneta prusiana, similar a un macheteEspada bayoneta prusiana, similar a un machete

Espada bayoneta inglesa, con la hoja curiosamente curvada. Los modelos de hoja variaron enormemente con el tiempo, no así la empuñadura, que solía ser siempre similarEspada bayoneta inglesa, con la hoja curiosamente curvada. Los modelos de hoja variaron enormemente con el tiempo, no así la empuñadura, que solía ser siempre similar

Formas de hoja

Durante los varios siglos de existencia de las bayonetas (principalmente de las espadas bayonetas), las ha habido de todas formas y tamaños.

Así como las bayonetas antiguas eran de sección triangular, algunas del Siglo XX todavía eran así. Las bayonetas de pica reaparecieron hacia principios del siglo XX, siendo usadas en los fusiles MAS-36 franceses, las carabinas SKS soviéticas y el fusil de paracaidistas FG-42 alemán; también se la usó en el ubicuo Mosin Nagant ruso/soviético y en algunos modelos del Lee-Enfield inglés. Las primeras versiones chinas de la carabina SKS tienes una bayoneta con sección cruciforme. Como esto le niega al soldado la posibilidad de usar la bayoneta para cortar o cavar, el uso de la bayoneta de pica ha caído en un total desuso en la actualidad.

Durante muchas décadas, los suizos y otras naciones usaron bayonetas de dos filos, con forma triangular o de hoja, relativamente corta, con sujeción de anilla. Sin embargo, al acortarse los mosquetes, las bayonetas solían alargarse y convertirse en armas similares a los sables de caballería, perdiendo así uno de los filos. Es innegable la influencia que ambas armas tuvieron unas sobre las otras.

Muchas bayonetas y cuchillos de hoja convencional tienen un surco en la misma; este surco les asegura una mayor dureza estructural al diseño mientras reduce su peso. Es una falacia común el creer que sirve para aumentar el dolor del enemigo o introducir aire en la herida. En lo que sí son superiores las hojas comunes sobre las bayonetas de pica (además del filo) es que aumentan la posibilidad de herir al enemigo; al girar la hoja después de clavarla se provocan heridas mayores a la simple penetración.

Aunque la mayoría de las espadas bayoneta o cuchillos bayoneta tienen hojas rectas, durante el siglo XIX se popularizó un tipo de espada bayoneta con una hoja sinuosa, en forma de S, derivada de un tipo de espada turca que se llamaba yataghan. Actualmente este tipo de bayonetas no son usadas y son poco más que una nota al pie en la historia de las armas blancas occidentales.

Una SKS con bayoneta plegable, del tipo espada
Bayoneta de pica con sección cruciformeLa carabina soviética SKS, de la cual se derivó el reconocidísmo AK-47, incluía en algunas variantes (principalmente chinas) una bayoneta plegable. Esto la convertía en un parte más del arma, nótese que parte del mango incluye una mira de hierro. La SKS tuvo buen uso en los conflictos de Oriente, como por ejemplo la Guerra de Vietnam, y no es raro que las variantes chinas del AK-47 también tuvieran esta bayoneta plegable. En la fotografía de arriba se puede ver una SKS con bayoneta plegable, del tipo espada; en el detalle de abajo, un modelo similar, pero con bayoneta de pica con sección cruciforme

Empuñaduras y formas de encastre

Por regla general, todas las bayonetas con hojas afiladas mantienen el filo hacia abajo, pero hay algunas excepciones a la regla, principalmente la del AK-47, en el cual el filo queda hacia arriba.

Las primeras bayonetas con mango de anillo se encastraban alrededor del cañón, con la hoja curvándose por sobre el mismo. Otras lo hacían por debajo, y finalmente esto se convirtió en una convención, aunque pueden encontrarse casos aislados en donde todavía se las calza a los lados.

Cuando las bayonetas se fueron asimilando a las espadas cortas, los mosquetes y fusiles fueron adaptándose de manera que ala empuñadura pudiera ser acoplada sin ningún tipo de modificación. Esto hizo más adelante que el cuchillo se independizara definitivamente, ya que el diseño de la empuñadura no debía pensarse para el fusil, sino el fusil pensarse para el cuchillo.

Si se observan las espadas bayonetas del siglo XIX, se verá que a veces la forma de la hoja se modifica mucho, no así la empuñadura. Por lo general, estaba hecha de madera y metal, y era parte íntegra de la hoja. Uno o dos remaches o tornillos mantenían las piezas de madera en su lugar, y la base estaba rematada para dar solidez. Casi siempre una o dos guardas de metal impedían que el soldado pudiera tomar el filo, separando la hoja del mango, sirviendo igualmente como defensa y bloqueo de la hoja rival, evitando que se cortaran los dedos. Estas piezas eran claras reminiscencias, también, de las espadas, y copiaban sus adornos y formas.

Un caso poco común lo constituyen las bayonetas encastradas directamente en los fusiles, y que no pueden ser removidas. Los dos ejemplos más conocidos son las variantes chinas de la carabina SKS y del fusil automático AK-47. Ambos fueron intensamente utilizados en la Guerra de Vietnam por fuerzas norvietnamitas (regulares e irregulares), como puede verse tanto en fotografías o en propagandas. En condiciones de combate cerrado, esto les daba una cierta ventaja a los soldados comunistas, ya que los estadounidenses no estaban tan entrenados en su uso ni solían tenerlas caladas. Posiblemente esto tenía mucho que ver con las tácticas de asaltos en oleadas humanas que los chinos habían usado años antes: los soldados o guerrilleros, a veces poco entrenados, asaltaban en grandes números, disparando justo lo necesario como para cubrir su avance y llegar al combate cuerpo a cuerpo, en el cual la diferencia tecnológica se reducía.

Una de las grandes fallas de diseño del fusil inglés SA-80 fue su bayoneta. El agujero en la hoja, que otras bayonetas también tienen, sirve para encajar en una pieza de la vaina y convertirla en herramienta corta alambresUna de las grandes fallas de diseño del fusil inglés SA-80 fue su bayoneta. El agujero en la hoja (que otras bayonetas también tienen) sirve para encajar en una pieza de la vaina y convertirla en herramienta corta alambres
Este tipo de fusiles cargaban normalmente la bayoneta plegada por debajo del cañón, con el filo hacia dentro. Un sistema piezas metálicas la mantenía en su lugar, ya estuviera o no plegada.

El sistema de bayonetas plegables no ha perdurado, ya que hace más pesada al arma durante todo el tiempo, modificando su puntería y cansándolo antes de tiempo, sin permitirle usar la bayoneta para otras cuestiones.

En uno caso realmente poco particular, el fusil inglés SA-80 incorporó una bayoneta similar a las más primitivas, la cual se calaba directamente sobre la boca de fuego. Aunque es un mito difundido el que esa bayoneta obtura el fusil y le impide disparar, lo cierto es que la hoja está desplazada hacia el costado, exactamente como las primeras bayonetas (ver la primera foto del presente artículo).

Las razones para este diseño son desconocidas, teniendo en cuenta la amplia experiencia en el uso de este tipo de armas que tienen los ingleses. Es difícil blandir un arma que mantiene su punta y filo en un eje diferente al del mango. Finalmente, es imposible sacar la bayoneta de la boca del fusil luego de haber hecho fuego, ya que el calor se transmite a la empuñadura. Este aspecto del arma, como se ve, ha sido señalado reiteradas veces como uno de los principales errores de diseño de la misma.
Soldados estadounidenses en Bouganville, 1943, cubriendo el avance de un tanque. En los combates cerrados en ciertas islas del pacífico, el uso de la bayoneta calada era imprescindible, aunque dificultara la puntería. El enemigo daba una resistencia feroz y podía estar oculto en la malezaSoldados estadounidenses en Bouganville, 1943, cubriendo el avance de un tanque. En los combates cerrados en ciertas islas del pacífico, el uso de la bayoneta calada era imprescindible, aunque dificultara la puntería. El enemigo daba una resistencia feroz y podía estar oculto en la maleza

Forma de uso

Por lo general, la bayoneta no se utiliza cuando el fusil se está disparado, principalmente porque el peso extra (al cual el soldado no está acostumbrado) perjudica la puntería. Los fusiles se diseñan para ser usados sin bayoneta, y por lo tanto el peso en la punta no solamente cambian la forma en que el soldado lo empuña, sino que también alteran el balance del arma en sí, haciendo que reaccione de manera diferente al disparo normal.

Otra razón por la cual la bayoneta no va siempre calada es porque hace más larga al arma, lo cual puede dificultar su uso en ciertos escenarios, como la jungla tupida, una ciudad o edificio, etc.

En los primeros siglos del uso de la bayoneta, ésta se colocaba en el arma sólo si el oficial que daba las órdenes así lo requería, cuando el enemigo se acercaba mucho a la escuadra o cuando esta avanzaba por territorio potencialmente peligroso (un bosque, o una ciudad) en donde la bayoneta pudiera ser útil. De hecho, muchas de las imágenes que tenemos de la época nos muestran a los soldados usando sus bayonetas dentro de las ciudades: esto se hacía tanto para aumentar la imagen del soldado frente al potencial enemigo, como para permitirle dispersar multitudes o responder rápidamente a cualquier tipo de amenaza cercana.

A veces, a causa de este tipo de razones, se requería el uso continuado del arma, incluso cuando el enemigo estaba lejos. A los soldados, por lo general, esto no les gustaba; la bayoneta, como ya se ha indicado, dificultaba la carga de los mosquetes y rifles, además de agregar peso y molestar a la puntería.

Con el tiempo, aunque los oficiales pueden dar la orden, el soldado también puede decidir si calar o no la bayoneta. Se trata, sin embargo, de una decisión de último momento, cuando ya no queda esperar más que el combate cercano.

Otro uso de la bayoneta es el de la carga con bayoneta. Aunque frecuentemente usada en el pasado, la carga con bayoneta no suele ser de mucha utilidad, sino más bien una maniobra suicida. Durante el Siglo XX ha habido algunos casos en donde unidades desesperadas o muy fanatizadas por sus oficiales (como el caso de los soldados soviéticos, que no podían retroceder a riesgo de que sus propias fuerzas les dispararan, o de los japoneses o chinos) han hecho maniobras defensivas u ofensivas, a corta distancia, con mejores o peores resultados. Sin embargo, se trata por lo general de casos aislados, en donde la gran parte de las fuerzas muere antes de llegar a usar realmente sus bayonetas.

De hecho, la carga de caballería y la de bayoneta fueron dos de las grandes maniobras condenadas, ya a finales del Siglo XIX y principios del XX (principalmente gracias a la Gran Guerra) gracias al avance técnico de las ametralladoras y armas de tiro rápido.

La práctica de carga contra el saco es una de las más básicas y conocidas lecciones de la esgrima de fusil, y todavía se utilizaLa práctica de carga contra el saco es una de las más básicas y conocidas lecciones de la esgrima de fusil, y todavía se utiliza

Uso diario

Cuando está calada, la bayoneta le da la oportunidad al soldado de usarla para detectar trampas, tocar elementos lejanos, etc. La bocacha del fusil debe permanecer limpia para evitar problemas de puntería o atascos, de manera que la punta de la bayoneta es perfecta para abrir puertas desde lejos, revisar cadáveres (que pueden no serlo), levantar sogas, cables o telas, etc., sin tener que acercarse peligrosamente al objeto o persona en sí.

Finalmente, la bayoneta es una herramienta importante en la captura y control de prisioneros. Le da al soldado algo con qué amenazar, sin llegar al disparo. Un simple pinchazo de la punta basta para motivar a cualquiera; por otra parte, la distancia extra que da la bayoneta dificulta cualquier movimiento sospechoso que el prisionero quiera hacer.

Como cuchillo, la bayoneta le da muchas posibilidades al soldado. Además del principal, que es ser la última arma para el uso cuerpo a cuerpo, le sirve como destornillador, abrelatas, destapador, herramienta de corte, y un largo etc. Ciertos modelos de cuchillos bayoneta tienen un sistema para cortar alambres (usados en conjunto con la vaina, la cual encaja en un agujero de la hoja), sistemas para detectar si están electrificados y muchas otras opciones que, si bien no son de última tecnología, forman parte de las necesidades de combate (a veces diarias, a veces inesperadas) del soldado común.


El aspecto psicológico

Es aquí donde la bayoneta se une con el coraje y la determinación del soldado. Estar en un combate implica un cierto riesgo; pero entrar en un combate a corta distancia, cuerpo a cuerpo, es entrar en una situación en donde el error conduce rápida e inevitablemente a la muerte. En este punto, la bayoneta es el último recurso del soldado: y este lo sabe.

Principalmente en la actualidad, la orden de calar bayonetas es una orden que nadie quiere impartir, pero que cualquier oficial da con la certeza de que sus tropas tienen que entregarlo todo para salir vivas. Es una maniobra que reconoce, hasta cierto punto, un fracaso; algo ha salido mal para que el enemigo llegue tan cerca y con capacidad de combatir. Pero en este momento de peligro mayor, la orden le da al soldado la fuerza necesaria para estar todavía más atento.

No pocas veces esta orden, en lugar de minar la combatividad del soldado, le da más ánimos. Lejos de cualquier duda que tenga sobre el combate o la razón del conflicto, ahora sabe que debe actuar ferozmente, o morir. La supervivencia, propia y del compañero, pasa a estar al frente de todo.

Entrenamiento de esgrima de fusil para los soldados soviéticos durante la Segunda Guerra Mundial. Obsérvese la longitud total del arma, que era tan alta como muchos soldados. Uno de los fusiles más usados, el Mosin Nagant, había sido concebido en el siglo XIX y fue usado durante las dos Guerras Mundiales, curiosamente muchas bayonetas de las usadas eran del tipo pica y no tenían filoEntrenamiento de esgrima de fusil para los soldados soviéticos durante la Segunda Guerra Mundial. Obsérvese la longitud total del arma, que era tan alta como muchos soldados. Uno de los fusiles más usados, el Mosin Nagant, había sido concebido en el siglo XIX y fue usado durante las dos Guerras Mundiales; curiosamente muchas bayonetas de las usadas eran del tipo pica y no tenían filo

Entrenamiento con bayoneta

El término militar de esgrima de fusil marca a las claras el origen primigenio de la bayoneta, que convertía al primitivo mosquete o rifle en una especie de espada. Con el tiempo, las técnicas entrenadas y el tiempo y esfuerzo dedicados ha ido variando, hasta llegar a la actualidad, en la cual, si bien se le da espacio a este tipo de entrenamiento, es relegado a unas pocas lecciones.

Tal vez una de las imágenes más representativas de esta parte es la clásica carga de bayoneta contra un saco colgado, el cual a veces tiene forma o características humanas. En este momento se le enseña al recluta la más vieja forma de usar la bayoneta: como una lanza. Pero también la esgrima de fusil implica entrenar al recluta en una forma de combate cercana, visiblemente violenta, lo cual lo prepara para el caso en que tenga que mirar al enemigo a la cara antes de matarlo.

Así como los soldados aprender lecciones básicas para usar el cuchillo solamente, se los entrena generalmente en el uso básico del fusil con bayoneta calada, incluyendo cómo parar golpes y estocadas con otros fusiles, y cómo combinar las técnicas del fusil con bayoneta con otras partes del cuerpo.

La importancia que se le da a la esgrima de fusil dentro de cada ejército forma parte de su forma de ver el conflicto, aunque en la actualidad ningún ejército regular le dedica una parte significativa de dicho entrenamiento.

Incluso en los fusiles del Siglo XXI se piensa el uso de la bayoneta. En el caso del G11-K2, ésta se encastra del lado derecho del cuerpo del arma, y no debajo del cañón. Al ser la misma bayoneta del AK-47, también se la usa con el filo hacia arribaIncluso en los fusiles del Siglo XXI se piensa el uso de la bayoneta. En el caso del G11-K2, ésta se encastra del lado derecho del cuerpo del arma, y no debajo del cañón. Al ser la misma bayoneta del AK-47, también se la usa con el filo hacia arriba

El futuro

Existe una controversia acerca de la verdadera importancia de la bayoneta en el campo de batalla del futuro. De manera similar a la creencia de que los aviones no deberían llevar ya cañón, ya que los misiles de largo alcance los hacen obsoletos, algunos creen que la bayoneta en sí debe ser eliminada, al igual que su entrenamiento.

Los que argumentan a favor de su desaparición consideran que su uso a lo largo de la historia reciente ha sido escaso, y que es una pérdida de tiempo de entrenamiento. En la actualidad existen pistolas y subfusiles muy compactos, de poder de fuego muy grande, que sirven en el caso de que el enemigo esté realmente cerca.

Sin embargo, los que la defienden consideran que la bayoneta posee un valor utilitario muy grande para el soldado. No solamente le sirve como cuchillo, sino que también es una herramienta psicológica, cuyo peso en el combate es difícil de medir. En efecto, aunque nunca lo use durante su vida, el soldado sabe que, en el peor de los casos, puede calar su bayoneta a su otro compañero inseparable, su fusil, formando así una nueva arma que puede sacarlo del peor de los aprietos. Esta seguridad, aunque cueste un poco más de entrenamiento, es todo lo que hace falta.

A pesar de todo, los ejércitos del mundo entero continúan usando y entrenando con bayonetas, tanto por tradición como por necesidad, y es relativamente difícil que en un futuro se piense seriamente en su eliminación.

Cuchillos bayoneta típicos. Obsérvese la pieza de la puntera de la vaina, en la cual se inserta el agujero de la hoja para poder cortar alambres como si se tratara de una tijera. Algunos modelos se insertan todavía con un sistema de anillas, que rodea el cañón, y se aseguran por debajo a la altura de la empuñaduraCuchillos bayoneta típicos. Obsérvese la pieza de la puntera de la vaina, en la cual se inserta el agujero de la hoja para poder cortar alambres como si se tratara de una tijera. Algunos modelos se insertan todavía con un sistema de anillas, que rodea el cañón, y se aseguran por debajo a la altura de la empuñadura
Otra cuestión a tener en cuenta es que, en la actualidad, el fusil de asalto acumula ya varias décadas de cambio continuo. El desarrollo del sistema bullpup (el cual permite colocar el cargador detrás del sistema de disparo) lo ha hecho mucho más corto y compacto, llevando hacia atrás el peso del mismo. El uso de munición más pequeña, al igual que el empleo de materiales sintéticos, ha rebajado también no solo el tamaño sino el peso del arma, pasando de, por ejemplo, un FAL de 1,10 metros de largo y casi 5 kilos de peso (cargado), a un AUG de entre 60 y 80 centímetros de largo que roza los 4 kilos con cargador y munición.

Sin duda alguna, esto redefine totalmente la esgrima de fusil, que se basó durante años en armas pesadas, bastante largas y resistentes a los golpes. Al hacerse pequeños y livianos, los fusiles pierden valor como armas de carga; y el uso de materiales sintéticos no les asegura (como puede verse en el caso del G36 o del SA-80) una gran fortaleza con respecto a golpes. Lejos están los días en los cuales los fusiles podían ser usados como armas contundentes de largo alcance.

Todo esto, evidentemente, implica también un replanteamiento y un rediseño de la bayoneta, si se la quiere seguir utilizando en las décadas por venir. En su momento, al acortamiento del mosquete le siguió un acortamiento de la bayoneta, pero también una mayor fortaleza en su hoja, que adquirió filo y un mayor grosor. Ahora los cuchillos bayoneta han demostrado ser ideales para muchos usos, y pensar en alargarlos podría arruinar este aspecto. Sin embargo, es inevitable pensar en rediseñar la hoja, y tal vez el mango, de manera que la nueva generación de fusiles, mucho más cortos y livianos, pueda ser tomado fácilmente por los soldados como una nueva arma en el siglo XXI.

Fuentes:
http://santostefanocarlosalberto.blogsp ... asico.html
http://www.casusbelli.com.ar
http://deadliestfiction.wikia.com/



Unidad: Unidad de Francotiradores del Ejército Rojo


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